Marriage project (Jelsa)

13.

*Narra Elsa*

Este era uno de esos momentos difíciles en los que dudabas si decir la verdad o no. Decir la verdad implicaría que Mérida acabara con la amistad que había empezado a florecer entre nosotras, además de que podría vengarse contándoselo a Aster. Pero si algo nos han enseñado las películas y muchos libros, es que si se miente, siempre se acaba descubriendo la verdad. Y las consecuencias obviamente son peores.

Hippo y yo nos miramos. Él estaba tan callado como yo.

Decidí pensar en él, como le había dicho antes, quería recuperarlo. Lo que había visto en la pista de patinaje no fue un mero accidente. Así que aunque me costara la buena relación que tenía con la pelirroja, debía decir la verdad y salvar a Hippo de cualquier problema que el asunto pudiera causarle.

Aparté mi mirada de la suya, me puse mi máscara de frialdad y di un paso hacia delante.

-Esta mañana, cuando Hippo intentó despertarme, le besé. Ahora, tengo cosas que hacer.

Me giré como si nada hubiese pasado y me fui.

No me importaba nada haber quedado como una total zorra que engaña a su novio, aunque solo había sido un beso. Pero estoy cansada de hacerles daño a las personas que quiero. No se lo merecen. Hippo no se lo merece.

*Narra Hippo*

Tras su confesión los tres nos quedamos en shock.

Yo sabía que mi propio estado no se debía a lo que ella había dicho. Bueno, en realidad sí. Pero simplemente porque me había puesto por delante de ella. Como cuando éramos pequeños. Cada vez que jugábamos en mi casa y algo se rompía, ella siempre se echaba las culpas para protegerme de la furia de mi padre. No es que yo fuera un cobarde, sino que ante presión me quedo sin palabras. Tal como lo había dicho ella, parece que el beso surgió de forma predeterminada. Me había salvado una vez más.

Pero esto también me dejo claro que ni Astrid, ni ese beso con Mérida, habían conseguido sacar a Elsa de mí.

Miré a las dos personas ante mí.

Jack me miraba de una manera extraña que no pude descifrar. Intenté dar un paso hacia él, pero negó con la cabeza y salió corriendo en la misma dirección que había tomado Elsa. Hice amago de seguirlo, pero una maño se cerró alrededor de mi muñeca.

Me giré y unos ojos azules me miraban directamente.

-Creo que deberíamos hablar, ¿no crees? Explícame todo esto. Dime que no tengo que odiarla.

*Narra Jack*

"Esta mañana, cuando Hippo intentó despertarme, le besé."

La frase se repetía una y otra vez en mi cabeza.

No podía ser cierto, ¿verdad?

Levanté la vista de mis cordones pero ella ya no estaba. Ante nosotros solo estaba Hippo con la mirada perdida y fue en ese mismo instante cuando todas las dudas de esa misma mañana volvieron a mí. ¿Habrá algo más entre ellos además de la tutoría? Pero ella... tiene novio...Y él nunca había manifestado nada al respecto...

Realmente no sabía que pensar.

Mi supuesto amigo me miró, pero yo no quería hablar con él. Me sentía traicionado de alguna forma. Pero necesitaba una explicación que solo ella podía darme.

Así que corrí.

Corrí tanto como daban mis piernas, buscándola. Pero otra vez había desaparecido, como el día anterior.

Y de repente, tuve claro a dónde ir.

*Narra Elsa*

Siempre me resultó curioso como funciona la mente humana. A veces, cuando intentas poner la mente en blanco, miles de pinceladas surgen e tu mente cubriendo el lienzo que había intentado mantenerse limpio. Otras veces, te encuentras con esas situaciones, en las que tienes mucho que pensar, en las que sientes un enjambre de abejas zumbando en tu mente como en una colmena y sin más, desaparece.

Mientras venía hacia aquí, miles de ideas revolotearon por mi cabeza.

La muerte de mis padres.

El enfado de Anna.

Los celos de Aster.

La confianza que había decidido depositar en Jack.

La recuperación de la amistad de Hippo y la pérdida de la incipiente relación con Mérida.

Pero nada más llegar a la misma barandilla en la que me había refugiado la mañana anterior, nada más visualizar el imperturbable horizonte del mar, todas esas ideas se esfumaron.

Como en trance, y a pesar de mi latente miedo al agua, en vez de sentarme en el suelo, me senté sobre la barandilla. Cerré los ojos y me quedé a merced de la ligera brisa marina. Los pies enganchados en el metal para no caerme, y los brazos alzados. Sentía mi cuerpo mecerse hacia delante y hacia atrás, pero mantenía el equilibrio sin problemas.

-¡Elsa!

Un grito rompió la tranquilidad causando que me sobresaltara. Mis pies se soltaron de los hierros, y mi cuerpo se fue hacia delante, justo como el movimiento acompasado del barco en ese mismo momento.

Inconscientemente me agarré a la barandilla, impidiendo que mi cuerpo volviera a verse sumergido una vez más. Con fuerza y aprovechando que estaba colgada de espaldas, me impulsé hacia arriba como si se tratara de una simple voltereta en una barra.

Pero mi pie no fue directo al suelo, sino que se topó con algo obstaculizando su camino.

Me giré rápidamente y vi a Jack inconsciente en el suelo.

-¿Jack?- Como no había respuesta, me agaché junto a él y empecé a zandarearlo lentamente.- Vamos Jack, ¡despierta!

------------------------------

Hola :)

Sé que he tardado mucho en subir,y que a pesar de eso el cap es cortito. Pero estuve ocupada con los exámenes finales (que están todos aprobados ~(^^)~ ) y ahora estoy preparando selectividad y necesito muy buena nota para entrar a la carrera que quiero. Así que hasta el día 12 no podré volver a escribir con regularidad.

Esto era lo que tenía escrito del capítulo y aquí os lo dejo para no haceros esperar más.

Más noticias. Como no voy a poder subir como ya dije ahí arriba, voy a subir más tarde el prólogo y el primer capítulo de una nueva historia que tenía archivada en mi ordenador. No es de Jelsa, pero me gustaría que al menos le dierais una oportunidad.

Bueno,después de este mini testamento me despido. Muchas gracias por vuestros votos y comentarios. Y obviamente muchas gracias por ayudar a que esta historia llegará a 57.6K,porque sinceramente nunca me lo habría esperado.

Hasta la próxima XOXO. (Siempre tuve ganas de poner eso xD)