𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐

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"Sí te vieras en mis ojos... Entenderías"

Frida Kahlo

Morgan había decido que no se metería en las peleas de sus padres. Siempre que se entrometia terminaba golpeada y regañada por su madre.

La castaña escuchó como su padre llegaba ebrio y le gritaba insultos a su madre.

Morgan miró atrás con los ojos levemente cristalizados. La británica se colocó sus audífonos y comenzó a escuchar música, ignorando los golpes y insultos que se escuchaban.

Lo único que quería en ese momento era ir a otro mundo en donde podía ser feliz. Era lo único que deseaba en ese momento, no pedía nada más.

A veces pensaba en otra familia ¿qué hubiera sucedido si tal vez su padre fuera diferente? Serían mucho más felices y ella sentiría lo que es tener a un padre de verdad.

Lo único que Morgan deseaba era tener unos buenos padres. Quería padres que pasarán tiempo con ella y que se preocuparan por ella.

Quizás sus padres sí la querían, aunque sea un poco y a su manera, pero ella sabía que la querían.

— Por favor Dios, para todo. — suplico la castaña, con lágrimas en sus ojos mientras se abrazaba a sí misma.

Deseaba que todo terminará. Deseaba que la vida fuera distinta.

(...)

Johnny detuvo los golpes que Kreese le iba a dar.

— Está un poco oxidado, sensei. — murmuró Lawrence. Después de unos cuantos golpes, Kreese logró someter a Johnny. — Bien, presten atención. Él me tiene del cuello, y yo del codo. Si intento liberarme...

— Aprieto. — dijo Kreese, haciendo fuerza con el otro brazo. — y lo pongo a dormir.

Todos los miraban.

— Sí apuntó a sus costillas...

— Me expone por completo su pecho. — dijo Kreese.

— Dos opciones complicadas ¿qué van a hacer? — cuestionó Johnny. Hawk miró a Morgan buscando la respuesta. — Olvidar las consecuencias y avanzar con fuerza.

— Pueden salir lastimados, pero nadie gana nada sin arriesgar. — les dijo Kreese, mirando a los adolescentes.

— Tomen una decisión, hagan su movimiento y arriesguen todo. — dijo Johnny. Miguel los miró con suma atención.

Eso es lo que haría.

(...)

Black platicaba alegremente con Moon, Aisha y Tory. Los alumnos de el dojo habían ido a cenar a el mismo restaurante de siempre.

— Morgan ¿puedo mostrarte algo? — cuestionó Hawk, llegando a la mesa de las chicas.

— Sí, claro. — respondió la castaña.
Morgan se dio cuenta de como Moon se tensaba. — Moon ¿no vienes?

— Es algo de amigos, sobre Demetri. — respondió Hawk, mirando a su novia suplicante de que no aceptará la invitación de la castaña.

— No, me quedó aquí. — respondió Moon, dándole una sonrisa amable a Morgan.

Ambos se alejaron un momento de los chicos de el dojo. Miguel miró como caminaban, el chico resoplo.

— ¿Qué sucede? — cuestionó Morgan.

𝐀𝐫𝐜𝐚𝐧𝐞/𝐌𝐢𝐠𝐮𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora