𝑻𝒓𝒆𝒔

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Ella era fría y inteligente, ella era hermosa y ambiciosa.

El era amable y testarudo, él era ingenuo y sonriente.

A ella le gustaba escribir canciones.

A él le gustaba leer.

El fue la canción más linda que ella alguna vez escribió

Ella fue el poema más hermoso que el alguna vez leyó.

Autor desconocido.


Miguel se había puesto a entrenar como loco, todos los días. En las noches, en su habitación siempre sonaba la música que le había recomendado Morgan, mientras el entrenaba.

Una vez que la cena estuvo lista, la abuela de Miguel fue a tocar a su habitación.

— Miguel, ven a poner la mesa para la cena. — ordenó la abuela.

— ¡Ya voy! Ya casi termino. — respondió Díaz, lanzando puñetazos al aire.

— Tocandose. — susurro la abuela de Miguel.

Cuando estaban cenando, se escucho la puerta abrirse, era Carmen, la madre de Díaz, pero no venía sola, venía con Black.

— ¡Mira quién llegó! — exclamó la abuela, Rosa.

— Hola chicos. Traje una invitada. — saludo Carmen, con una sonrisa.

– Buenas noches. — sonrió Black.

Rápidamente Miguel se aclaró la garganta y le dedico una sonrisa.

— ¡Hola, hija! — saludo Rosa, como siempre amable, dando un corto abrazo a Black.

— Uhm, que rico huele aquí. — dijo Carmen. — Toma asiento cariño.

Morgan de sento al lado de Díaz, que no paraba de verla con una gran sonrisa formada en su rostro.

— ¡Hice pollo en pepian! — anunció Rosa.

— Gracias mamá, lamento llegar tarde. — se disculpo Carmen, dejando un beso en la frente de Miguel. Rápidamente el latino miró avergonzado a la británica, pero esta lo miró con una sonrisa tierna. — El hospital es una locura, Morgan lo vio.

— Están cortos de personal. — comentó la británica.

— Pero te guardamos comida. — djo Miguel, sonriendo a su madre.

— Y... ¿Decidieron de que se van a disfrazar para la fiesta de Halloween? — cuestionó Carmen.

— Yo iré de chica Slytherin. — respondió Black. Las mujeres la miraron confundidas. — Lo siento, seguro que no saben que es eso.

— Bueno, pensaba en Deadpool, pero el disfraz es un poco costoso. — respondió Miguel.

— ¿Y cuánto cuesta?.

— ¿Quieres un disfraz de Deadpool? Nosotras te haremos un disfraz de Deadpool.

— No, yo no soy maquilladora. — aviso Rosa. Morgan sonrió ante las ocurrencias de la señora.

Miguel intercambio una sonrisa con Morgan para después tomar de su jugo.

— ¡Miguel! — exclamó su madre preocupada. — ¿Qué te pasó en la mano?.

𝐀𝐫𝐜𝐚𝐧𝐞/𝐌𝐢𝐠𝐮𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora