𝐀𝐫𝐜𝐚𝐧𝐞/𝐌𝐢𝐠𝐮𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐳

𝑺𝒆𝒊𝒔

"Ella tiene esa manera de poner música dentro de tu cabeza y poesía en tu corazón"

Ron Israel

Morgan se arreglo frente al espejo, normalmente no le gustaban las mañanas pero hoy estaba de buen humor. No sabía la razón.

La castaña se sorprendió al recibir una llamada de su padre, ni siquiera sabía que él tenía su número.

— ¿Si? — cuestionó Morgan, extremadamente confundida.

— Morgan ¿una vez comentaste que tenías licencia de conducir, verdad?
— cuestionó su padre.

— Si, lo hice. — respondió Morgan.
— Solamente no pensé que lo recordarás.

— Mira en la ventana, te tengo una sorpresa.

Morgan se acercó confundida a la ventana. Un auto negro, que era convertible estaba estacionado en la casa.

— ¿Esto es... Pará mí? — cuestionó Morgan, perpleja mirando el auto.

— Lo es. Deje las llaves en el comedor. — le aviso su padre. — Ahora ve y disfruta de tu auto.

—  Sí, muchas gracias. — respondió Morgan. La castaña colgó el teléfono, corrió a tomar las llaves del auto, su licencia de conducir y salió con mucha velocidad a la casa de Miguel.

— ¿Morgan? ¿Qué sucede? — cuestionó Miguel, mirando a la castaña.

— ¡Tengo un auto! Ven, vamos a dar un paseo. — Morgan tomó la mano de Miguel y ambos corrieron al auto.

— ¡Un auto! Eso es increíble. — exclamó Miguel.

Morgan lo tomó de las mejillas y beso a Miguel profundamente. Normalmente era Miguel el que la besaba, pero podía acostumbrarse a que Morgan llevara la delantera.

— Sí, mi padre me lo obsequio. — respondió Morgan, sonriendo alegremente. — Hoy no tenía ganas de vivir pero esto me alegro el día.

— ¿Y lo puedo conducir algún día? — cuestionó Miguel, subiéndose al auto en el asiento del copiloto.

— Solamente sí tienes licencia de conducir. — respondió Morgan. Miguel resoplo, no tenía licencia.
— Mira esta hermosura.

— ¿Qué esperas para dar un paseo? — cuestionó Miguel, mirando a su novia con una sonrisa.

Morgan arrancó el auto emocionada.

Pasearon por prácticamente toda la ciudad, no existía rumbo alguno, solamente disfrutaban de el nuevo auto de Morgan.

Escuchaban música de Taylor Swift mientras cantaban a todo pulmón, como si sus vidas dependiera de ello.

— ¡BUT I MISS... SCREAM AND FIGHT, KISS IN THE RAIN. IT'S TWO A.M. AND I'M CURSING YOUR NAME! — cantaban los dos jóvenes al unísono, usando el máximo sus pulmones.

— Me recuerda mucho a Allie y Noah de The Notebook. — comentó Morgan, mirando por el parabrisas. — Oye... Seguro el sensei nos pondrá un buen castigo.

— Sí, pero nosotros no lo hicimos. — respondió Miguel. — Conociéndolo nos va a desgastar mucho, como lo que pasó con el cemento.

— Sí, tengo ganas de no ir al dojo. — dijo la chica, con una mueca.

— Si no vas, te va a ir peor. — le advirtió Miguel. — Es mejor enfrentarlo con honor.

Ambos guardaron silencio mientras The way I loved you seguía sonando en el estéreo.