𝐀𝐫𝐜𝐚𝐧𝐞/𝐌𝐢𝐠𝐮𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐳

𝑼𝒏𝒐

"Fuimos, quizás, un pedazo de instante que quiso ser eterno"

M. Sierra Villanueva

— ¿Se preguntaran que hace un equipo después de ganar el campeonato? ¿La respuesta? ¡Nachos de victoria! — Aisha grababa en su teléfono, para presumir lo bien que la pasaba Cobra Kai.

Todos estaban festejando con bebidas.

Miguel y Morgan habían decidido apartarse, querían pasar más tiempo juntos.

Morgan le mostraba la canción que había escrito hace unos meses atrás. La canción hablaba sobre sentirse mal y parecer que no había salida.

— Dios, esto es genial. — susurro Miguel, mirando con asombro las canciones.

— ¡La serpiente! Aquí están. — Hawk tomó asiento al lado de Morgan.

— ¿Así celebras un trofeo de primer lugar? — cuestionó Aisha.

Rápidamente Morgan guardo todo.

— Prefiero pasar tiempo con mi novia. — respondió Miguel.

Los cuatro chicos estuvieron charlando, hasta que se fueron, dejando solos a Miguel y a Morgan.

Morgan le estuvo mostrando las canciones a Miguel, como quince minutos más, mientras el latino no paraba de decir cuánto talento tenía su novia.

El teléfono de Morgan comenzó a sonar.

— Espera un momento. — le dijo a Miguel. — ¿Sam? ¿Qué sucede?.

— ¡¿Qué pasa contigo?! Lastimaron el hombro de Robby muy feo. Jugaron sucio.

— ¿Al menos viste el torneo? Yo no le lastime el hombro a Robby, infórmate bien. — respondió Morgan. — Si quieres reclamarle a alguien, no me reclames a mi.

— Mi abuela tenía razón, Cobra Kai es sucio.

— Que se jodan tu y tu abuela. — escupió Morgan. — No se que demonios sucede contigo, Sam.

No hubo respuesta. Morgan colgó el teléfono bastante enojada, Sam le había arruinado el día.

(...)

Al día siguiente, Hawk, Morgan y Miguel iban en unos patines.

— Bien, recibiré mi licencia la próxima semana. Mi madre me dará su Sentra. — explicó Hawk. — Pienso pintarle una franja azul en medio. Desde punta a punta.

— Sutil, me gusta.

— Mierda, estas demente. — respondió Morgan, riendo. — Parece que hay estudiantes nuevos.

— Carne fresca. — Hawk tocó el hombro de Morgan.

Miguel y Morgan se tomaron de la mano y siguieron caminando hacía los chicos que habían.

— Los campeones. — uno parecía extremadamente sorprendido de estar con ellos.

— Mira esto.

— No lo hagas. — le dijo Miguel

— Oigan, retrasados, muevanse. — ordenó Hawk.

— Lo siento. — se disculpo uno.

— Abriré la puerta.

Rápidamente los chicos le hicieron caso y se apartaron de la puerta.

— ¿Quieren ser de Cobra Kai? — Hawk simuló que les iba a golpear. Los dos chicos se quitaron asustados de el lugar. Miguel y Morgan rieron divertidos. — Tienen un largo camino.