Naraku es un ser despiadado y cruel pero extremadamente inteligente, aquél ser había devastado los pueblos enteros que se encontraban cerca de un castillo.
Un castillo que prontamente conquistó acabando con los guardias ,sirvientes y nobles, dejando...
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Si en mis ojos ves oscuridad en mi camino verás sombras.
—ANONIMO—
Del otro lado de la habitación podía sentirse un aura oscura que inquietaba el corazón de Xue ,temía ver al hombre que ahora era su esposo.
Deseaba que todo esto fuera solo un sueño del que despertaría enseguida, prefería morir en las manos del temible Naraku a ser tocada por el amo del castillo.
Sus manos temblaban, temía ser herida por el, de nuevo sería lastimada tratada como un objetó, después de todo para una princesa el matrimonio solo era un arregló entre territorios.
El padre de Xue ni si quiera escuchó las suplicas de ella, no quería casarse con ese hombre, las lagrimas y sollozos fueron ignoradas por el rey.
"¡Padre!!,¡Por favor no me case con ese hombre!!"Suplicó Xue al rey
"¡Niña tonta!!,¡¡Debes de ser agradecida!!,gracias a mi has podido sobrevivir,ahora sirve de algo,tu matrimonio ha sido decidido!!"
Las frías palabras del rey eran la de un hombre que jamás vio a Xue como una hija, a pesar de tener la misma sangre del rey no era tratada como las demás hijas.
Una de sus hermanas se acerco a ella con una sonrisa en sus labios.
"Hermanita ,Felicidades por tu matrimonio"
Dijo con burla la mujer,Lin Shi era la hermana mayor de Xue ,por ella fue que quedo inválida ,Xue la salvó sin embargo la hermana mayor nunca se lo agradeció."
" Al menos por esta vez servirás para algo,eres una molestia para el hermano mayor"
Lin Shi odiaba la atención que recibía del hermano Xian, siempre tan amable y dulce con su media hermana, detestaba verla sonreír a lado del Príncipe.
Lin Shi agradecía que Xian estuviera en el campo de guerra donde no sabría nada de Xue,esto les permitiría hacer su voluntad con ella.
La sirvienta que acompañaba a Xue se preocupó al ver a la joven princesa templar y perderse en sus pensamiento.
"Princesa¿Se encuentra bien?" Preguntó.
《Si tan solo pudiera caminar》
Pensó Xue,ahora quería escapar del lugar.
"Yo quiero volver a la habitación"
"Lo lamento mi señora ,pero no puedo hacer eso por usted ,el amo quiere verle, no debemos hacerlo esperar por mucho tiempo."
La joven Sirvienta recorrió la puerta, permitiéndole al guardia entrar con la princesa en brazos,Xue mantuvo la mirada baja evitando mirar a los ojos de su ahora esposo.
Con ayuda del guardia le ayudó a sentarse, ambos sirvientes abandonaron la habitación dejando solo al amo del castillo y a la princesa solos.
En la habitación solo reinaba el silencio, el hombre miraba con una sonrisa a su temblorosa esposa.
"Creó que mi esposa es demasiado tímida ,que ni siquiera puede mirarme a los ojos"
Dijo él, Xue reconoció inmediatamente esa voz así que decidió mirar.
"¿Naraku?"
"¿Qué sucede? No pareces sorprendida"
Xue se sintió aliviada de que fuera el Yokai, y no el anterior amo, seria terrible que volviera a vivir una pesadilla.
"Hace un momento tenias miedo, acaso pensaste que se trataba del anterior amo de este castillo."
Ella asintió en respuesta.
"Le tienes miedo a un humano, pero no a un Yokai como yo, eres una niña extraña, sabes puedo matarte en este mismo momento"
Naraku se levanto de su lugar y se aproximó a ella tomándola por el cuello, cada vez que el afretaba con fuerza le era difícil de respirar,Xue ni siquiera se estaba defendiendo, luego sintió como las manos de Naraku aflojaban su agarre y le dejaba caer al suelo.
"No te matare por ahora"
Naraku la dejaría vivir.
"¿Por qué lo haces?,no soy algo útil para ti"
Dijo con dificultad.
"Vine a este castillo para casarme con el señor de este castillo, pero en el momento que el murió perdí el valor que valía."
"Yo decidiré si eres útil o no, este castillo ,las tierras y tu princesa me pertenecen."
"¿Qué harás conmigo?"
"No fuiste tu la que dijo que vino a casarse con el señor de este castillo,yo soy ahora tu señor ,eso significa que eres mi esposa, esperó que puedas entretenerme."
Naraku tomo el rostro de Xue en sus manos, lo sabía lo frágil y pequeño que era una humana como ella, su piel era suave y aun podía oler ese aroma a flores emanando de ella, algunos humanos tenían aromas desagradables pero ella no, la princesa extranjera no era fea ,era como una pequeña muñequita, sus labios eran de un tono rosa como el melocotón ,se preguntaba si sabrían igual.
No recordaba cuando fue la ultima vez que tomó a una mujer entre sus brazos, en su vida pasada como el bandido Onigomu fue un hombre sumamente ambicioso y traicionero que iba de aldea en aldea saqueando a todos con una banda de ladrones.
Sus pasatiempos fueron las mujeres y las bebidas, la única mujer que le obsesionó fue la sacerdotisa Kikio ,deseo tanto hacerse de ella,y tomarla como suya, tanto fue su desesperación que entrego su cuerpo humano a los demonios con tal de tener un cuerpo nuevo para poder atraparla.
Hace un momento cuándo tomo a la joven princesa por el cuello de la princesa hasta casi matarla, vio el triste rostro de una joven que apenas y recordaba.
No se trataba de Kikio ,era una joven que alguna vez lo llamo hermano ,al igual que ella era una joven de las tierras chinas.
Sintió como su alma se negó a matarla en ese mismo momento ,algo estaba deteniéndolo como si hacerlo se trataría de un gran error, era algo tan similar como cuando trato de matar a Kikio ,pero esta vez era mas fuerte.
En su mente escuchaba de una mujer llamándolo, la dejo caer al suelo mientras trataba de llegar un poco mas a ese recuerdo sin embargo solo se esfumo en lo profundo de su mente.
