Naraku es un ser despiadado y cruel pero extremadamente inteligente, aquél ser había devastado los pueblos enteros que se encontraban cerca de un castillo.
Un castillo que prontamente conquistó acabando con los guardias ,sirvientes y nobles, dejando...
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"Aunque logres ocultar los recuerdos, o enterrarlos muy hondo, no puedes borrar la historia. La historia no puede borrarse ni alterarse. Porque significaría matarte a ti mismo."
-Haruki Murakami-
Kohaku dejo caer la bandeja de comida de Xue,sus manos templaron al verla cargar a Akaho en sus brazos sin saber quien era ese bebe.
《Si te atreves a decirle algo sobre mi la matare》
En la mente de Kohaku escucho las palabras de amenazas de Akago.
"Kohaku ,¿Estas bien?"
Xue se preocupo al ver su rostro preocupado.
"Estoy bien princesa, lamento dejar caer su cena"
"No te preocupes, mira Kohaku ¿no crees que es hermoso?"
Xue se refería a Akago para ella era un precioso bebe que debía ser cuidado y llenado de amor y cariño, él solo asintió en respuesta.
Si Naraku se enterara de esta situación seguramente lo castigaría ,pero mediante la amenaza del Akago no podía hacer nada, conocía la personalidad calculadora, manipuladora y agresiva del bebe como su otra mitad Hakudoshi.
"Por supuesto princesa"
Asintió en respuesta mirando una vez mas al bebe que se aferraba a ella.
"Creo que ya debo llevarme al pequeño, la princesa debe cenar y descansar"
Dijo la mujer que trajo al bebe, sé acercó para cargar al niño nuevamente en sus brazos.
"Mañana podrías traerlo, sí el no tiene una mamá yo podría arrullarlo y cantar para el"
Kohaku palideció ante tal petición ,Akago era peligroso para una señorita tan amable como ella, quería decirle que no lo hiciera, que ese bebe no era lo que ella creía.
"Si señorita, lo traeré para usted".
La mujer se marcho dejando a Kohaku y Xue en la habitación.
"Traeré nuevamente tu cena, no tardare"
Kohaku se apresuro ,Xue no se podía ir a dormir sin cenar, no quería que colapsara o se volviera enfermar ,ella debía estar lo más sana posible para cuando se les presentara una oportunidad para llevarla a la aldea del equipo de Inuyasha.
Lejos del palacio de Naraku,Hakudoshi vio lo mismo que Akago ,ambos eran uno solo y compartían el corazón de Naraku,Xue era la hermana de onigumo,ella era lo único que considero una familia en su trágica vida.
"Rui"
Pronuncio su nombre con suavidad, aun que era una creación de Naraku el no le era fiel completamente a su creador, y así como su otra mitad pensó en robar el alma reencarnada de Rui para el, deseoso de verla en persona monto a Entei y emprendió su viaje al castillo donde Xue vivía.
Naraku no tenia idea de lo que planeaban Akago y Hakudoshi.
En la sima de un monte creció un precioso árbol de cerezo, y bajo de el yacía la tumba de Rui,su lapida de piedra estaba un poco dañada y cubierta por la maleza, él nombre de Rui que fue grabado en el había desaparecido ya hace mucho tiempo.
Hace cincuenta y dos años que no se paraba frente la tumba de su ser querido, en su vida nunca pensó en molestar el lugar donde su amable hermana descansaba.
El tenia en sus manos dos fragmentos de la perla de Shikon ,podría tráela a este mundo con los fragmentos como lo hizo para revivir a siete guerreros antiguos.
Los dejo caer al suelo esperando verla, pero no funciono.
"Rui,de verdad no podremos vernos solo una vez"
Volvió a tomar lo fragmentos y los guardo, tal vez su alma no podría volver a este mundo, los dioses lo están castigando eso pensó ,pero no le importo, era mejor que ella lo recordara como un humilde cultivador de arroz y no como lo que era en la actualidad.
Cerro un momento los ojos y busco algunos de sus recuerdos con ella.
En ese tiempo Onigumo trabajaba en los campos de arroz para ganar algo de dinero, Rui iba a los arrozales para llevarle en almuerzo y agua.
Era tan amable y bonita, sus compañeros le decían que era una lastima que no se casara, la vida de Rui pudo haber cambiado se hubiera aceptado la propuesta de matrimonio de un terrateniente, pero ella lo rechazo.
Parada bajo la sombra de los arboles Rui observaba trabajar a su hermano Onigumo bajo el caluroso sol.
"Hermano he traído tu almuerzo"
Grito Rui para que Onigumo pudiera escucharlo.
Onigumo sonrió al escucharla, allí estaba ella vestida con esa ropa de sacerdotisa que la hacia notar en la aldea como su protectora.
Onigumo salió del arrozal, limpiando sus pies del lodo y corrió a ella para abrazarla, las personas que se encontraron en especial las esposas de los demás trabajadores criticaron su abrazo.
"Como puede abrazarla, ella es ahora sacerdotisa, escuche que no son hermanos de sangre, que hombre tan vulgar"
Habían personas que no querían a Rui y a Onigumo ,y no dudaban en buscar la manera de desacreditarlos.
Onigumo las miro con enojo, cómo se atrevían a hablar de esa manera de su pequeña hermana, Rui sostuvo su mano.
"Dejalas ,ellas no saben lo que dicen, son personas ignorantes y no vale la pena pelear con personas así, ven hermano come tu almuerzo"
Onigumo le hizo caso, Rui era demasiado amable y perdonaba a esas personas tontas.
"Escuche que rechazaste la propuesta de matrimonio"
"Si, es verdad, ya hay alguien en mi corazón y no creo poder dejar de amarlo"
"Pero entonces, por que te convertiste en sacerdotisa"
"Por que esa persona no puede mirarme como yo lo veo ."
Rui jamás menciono el nombre del hombre del que se enamoro, nunca la había visto hablar con algún joven en la aldea, soló visitaba el templo y volvía a casa con el.
El regente que rechazo era joven, parecía estar enamorado de ella, tanto que ofreció dar un gran dote al templo a cambio de que le permitieran casarse con ella.
Y hasta esta época se pregunto quien fue ese hombre que no correspondió el corazón de su hermana.
