Naraku es un ser despiadado y cruel pero extremadamente inteligente, aquél ser había devastado los pueblos enteros que se encontraban cerca de un castillo.
Un castillo que prontamente conquistó acabando con los guardias ,sirvientes y nobles, dejando...
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"Cuando el amor es feliz lleva al alma a la dulzura y a la bondad."
—Victor Hugo—
Todas la mañanas cuando Naraku despertaba primero observaba con adoración a su princesa, tomaba su mano con suavidad asegurándose que ella no fuera solo un sueño.
Ella era cálida, una humana que desprendía un aroman especial, no era desagradable , Xue era como una mariposa atrapada en la telaraña de una araña, los hilos la ataban completamente a el, aun cuando tirara con fuerza no podría escapar.
Naraku algún día sé convertiría en un demonio completo capaz de aplastar a sus enemigos, y Xue permanecería a su lado reguardada de los peligros que existían.
Cuando llegara el momento Naraku tomaría los fragmentos de Xue y ella dejaría de caminar, no podría ver la tristeza de su esposa en sus ojos, envió varios demonios en busca de algún tesoro que pudiera ayudarla y curarla.
Las sacerdotisas que se mantenían cautivas en el castillo de Naraku llegaron a ver a Xue caminando con el en los pasillos de la palacio, notaron que la princesa poseía un gran poder sagrado rodeando su cuerpo ,era de un hermoso color dorado.
Naraku y Xue no parecían saberlo, si ella no murió por el veneno de Yokai fue por que los poderes de sacerdotisa la protegían, una mujer como ella la convertiría en alguien importante con la capacidad suficiente de purificar la perla de Shikon, esto debía saberlo el templo ,ese Yokai no debía tenerla con el, pero no podían moverse con libertad seguramente desde las sombras alguien las vigilaba.
Varias sacerdotisas fueran traídas aquí para crear un campo de fuerza capaz de ocultar la presencia de la perla de shikon.
Xue pidió permiso para salir fuera del castillo, quería conocer un poco más , al principio Naraku se negó pero no pudo ver los ojos llenos de desilusión de su esposa, termino aceptando con la condición de que no se apartara de Kohaku y volviera antes de la cena, si fuera posible la acompañaría pero en este momento debía ocuparse de algunos asuntos dentro del palacio con las sacerdotisas y la perla.
Xue beso los labios de su esposo en agradecimiento, pero el no quería solo uno, presiono sus labios contra ella obligándola a abrir su boca permitiéndole chocar contra su lengua,Xue enrojeció, no esperaba que el la contratacara con un beso más profundo, al separase un hilo de saliva los unía.
"Sabes... si me atacas de esa manera no te garantizo que esto solo sea un beso, eres adorable podría devorarte en este momento."
Xue se aparto ante aquella amenaza, Naraku lamio sus labios clavando su mirada en e cuerpo de su esposa imaginando lo que podría hacer con ella en estos momentos.
La enrojecida Xue huyo de la habitación antes de que algo más pasara, sentía como el la desnudaba con la mirada esperando el momento para atraparla y comerla, su seductora mirada provocó que su corazón latiera con desenfreno, no pudo estar mas tiempo mirando aquellos ojos lleno de lujuria.
