Naraku es un ser despiadado y cruel pero extremadamente inteligente, aquél ser había devastado los pueblos enteros que se encontraban cerca de un castillo.
Un castillo que prontamente conquistó acabando con los guardias ,sirvientes y nobles, dejando...
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"Somos todos los trozos de lo que recordamos. Tenemos en nuestro interior las esperanzas y los temores de aquellos que nos aman. Mientras haya amor y memoria, no existe la auténtica pérdida."
-CASSANDRA CLARE-
Rui fue lo único que podría llamar familia, desde pequeño comenzó a trabajar en los campos de arroz desde la mañana hasta la tarde para poder llevar sustento a su única familia.
Rui siempre esperaba a su hermano Onigumo con un plato de comida caliente y un poco de té, antes tenia una persona quien esperaba por el, alguien que se preocupaba por su vida y su salud.
"Hermano debes comer bien"
"Hermano ¿Cómo te fue en el trabajo?"
"Hermano ten un buen día"
Esa niña fue todo para el, trabajó duro para poder darle un lindo regalo en cada cumpleaños a preciosa hermana, y ella daba algún regalo con un bonito significado entre ellos el amuleto Amamori.
Las flores de cerezo eran sus favoritas ,Rui deseaba vivir en lugar lleno de esa bonitas flores,Onigumo solo pudo darle una rama de flores de cerezo que logro robar de una casa noble,Rui lo planto cerca de su hogar esperando que algún día se convirtiera en un hermoso árbol de cerezo.
Onigumo envidio a los nobles, las señoritas hijas de nobles podían usar bellos y caros kimonos, bolsitas perfumadas, adornos y lujosos carruajes, se imagino muchas veces lo hermosa que Rui luciría con un kimono como esas señoritas, pero la única ropa que ella podía lucir era la ropa de sacerdotisa.
A la edad de 15 años ella decido ser una sacerdotisa, y para eso tuvo que dejar su aldea para iniciar su entrenamiento en un templo al norte de su hogar.
"Onigumo, hermano mío ,te prometo que lograre ser una fuerte sacerdotisa, déjame cuidar se ti ,como tu los has hecho conmigo desde que llegue"
Onigumo la vio marcharse de su lado para que algún día ella pudiera proteger esta aldea y no solo a el,en la antigua Japón era común que las aldeas o ciudades fueran atacadas por Yokais, los exterminadores, monjes y sacerdotisas se encargaban de acabar con ellos,Rui tomo la decisión de ser quien protegería su hogar de aquellos Yokais.
Al final lo logro, volvió a su hogar como la nueva protectora de la aldea, la primera vez que la vio enfrentarse a los Yokai temió que ella fuera dañada ,sin embargo demostró ser alguien fuerte, usualmente las sacerdotisas usaban arco y flechas para purificar ,Rui usaba una katana distribuyendo su energía espiritual en el arma.
La sangre de los demonios manchaba la blanca ropa de Rui,una vez destruidos la sangre se evaporaba desapareciendo completamente.
Onigumo dejo su trabajo y corrió desde los campos de arroz para ver que ella estuviera bien, solo tenia en pequeño rasguño en su mejilla, tal vez solo era eso en este momento, pero no podía evitar vivir con la inquietud de que algún día moriría a manos de los Yokais.
"Rui, no me gusta lo que haces, estás arriesgando tu vida, trabajare muy duro entonces podremos ir a la gran ciudad, conseguiré un buen trabajo y tu podrás vivir sin ponerte en riesgo"
"Es muy amable , pero no puedo hacer que mi hermano me siga cuidando, ya has hecho tanto por mi"
Rui acaricio con suavidad el rostro de su hermano mayor, dándole una cálida sonrisa.
"Rui eres una tonta"
Onigumo no pudo evitar sentir tristeza por ella,se dio la vuelta evitando la mirada de Rui,no quería que ella lo viera llorar,era un joven de dieciocho años, que pensaría ella de el si lo viera de esa manera, no dijo nada mas y volvió a los campos de arroz
