"La diferencia entre el castigo y la venganza es la ira."
—Penelope Parker—
Naraku despertó temprano, peino con sus dedos el cabello de su esposa, pensó que se estaba volviendo loco, no es así como actuaría un Yokai, de ninguna manera, aun era el despiadado Naraku, solo que con ella todo era diferente, se levantó con cuidado de no despertarla, iría nuevamente a los calabozos, aun tenia asuntos pendientes con sus invitados.
El rey y su hija, hace unas horas la hermana de Xue grito con terror, no sentía las piernas, intento levantarse pero fue inútil, lloro desconsoladamente, su belleza había desaparecido ,además ahora una invalida a causa del fuerte golpe que sufrió del Yokai, maldijo el nombre de Xue tantas veces.
"Guarda silencio sucia mujer, no llames a la princesa por su nombre"
Kohaku la regaño, esta mujer no era nadie para usar el nombre de Xue.
"Ella, todo es culpa de ella, debería haberla matado, esa bastarda hija de una concubina no es ninguna princesa"
Kohaku se acercó a los barrotes de la celda, tomo los cabellos de la mujer golpeándola contra él acero.
"Te dije que te callaras, o solo harás que tu muerte sea más dolorosa"
"No diré nada, estas lastimándome, déjame ir"
Kohaku aun no podía olvidar la forma en que sostuvieron a Xue de los cabellos y luego patearon su rostro, estaba conteniendo su ira para no matarlos.
"Claro que no dirás nada después de que corte tu lengua"
Dijo con amenaza, Kohaku la soltó ante la llegada de Naraku .
"Kohaku, se más cuidadoso, no podemos dejar a nuestros invitados morir tan pronto sin que reciban nuestra hospitalidad"
Allí estaba el Naraku que todos conocían, despiadado y cruel, un hombre que tenía más que desprecio y repugnancia hacia todos los demás seres, aquel quien causo tanto dolor y miseria a los humanos y a los yōkai como fuera posible.
Estos humanos no sabían con que clase de persona de habían metido, lo que les esperaba era un constante dolor por atreverse a tocar a una de las posesiones más preciosas para él.
"Si es tu deseo Kohaku, dejare que te encargues de ella"
Naraku le permitió al muchacho descargar su ira sobre la descarada mujer, pensó que se negaría, sin embargo no fue así, Kohaku abrió la celda por si mismo, la tomo nuevamente de los cabellos arrastrándola hasta la sala de tortura.
Naraku le entrego el mango del látigo, Kohaku golpeo a la invitada hasta que sus manos se cansaron, quería que sufriera el mismo dolor que sintió Xue, la empujo al suelo y pateo su rostro como habían hecho con ella.
"¡No!, ¡duele!, ¡por favor!, ¡detente!"
Ella tenia miedo, cuando vio a este sirviente no pensó que fuera malo, pensó que eran de los que se dejaban pisotear por sus amos, sin embargo el actuaba diferente, mostro una actitud cruel y sádica, a donde fue ese chico amable que aparentaba ser.
Naraku sonrió, no pensó que el hermano de la exterminadora tuviera esa personalidad, pero eso no importaba mientras le sirviera correctamente.
"Córta su lengua, no quiero que vuelva a llamar a Xue con esa boca sucia"
Ordeno Naraku ,obedientemente tomo el cuchillo cortando la lengua de la mujer, las manos de Kohaku de mancharon de sangre, pero no sintió culpa por castigar a esta mala mujer.
Al poco rato el rey fue traído, cuando despertó solo pudo escuchar los gritos de su hija,
"Te dejare vivir a ti y a esa aberración de hija que tienes, si los matara que caso tiene si no sufren cada momento de su vida, Xue me pertenece , ella es mía, la mujer del gran Naraku, solo lo diré una vez, jamás vuelvas o intentes nada, porque si lo haces te encontrare y hare que devoren los yokai"
El aura del demonio era poderosa y abrumadora, el rey templo de miedo, tenia que obedecer o lo matarían, Naraku cansado de los lloriqueos de la mujer dio una orden.
"Kohaku saca a esta basura de mi castillo "
"¿Que hago con el sequito que los acompañaban?"
Pregunto Kohaku.
"Mátalos"
Todos los prisioneros fueron masacrados sin piedad, en cuanto a el rey y su hija fueron llevados a las fronteras de las tierras chinas, les dejaría vivir con el miedo, no habría descanso para esos humanos que fueron torturados, la hermana de Xue no viviría con tranquilidad, si alguna vez fue una belleza ya no lo era desde ahora.
Por esta vez Naraku no se mancho de sangre, así que podría ir a ver a su esposa que seguramente ya estaba despierta.
Mientras tanto en alguna parte, Inuyasha peleaba para recuperar los fragmentos que Kagura había tomado.
"¡¡Kagura devuelve esos fragmentos!! Grito Inuyasha apuntando su espada a la yokai.
" Me temo que no, fueron descuidados"
"Ese infeliz de Naraku se ha escondido muy bien"
Kagura no respondió , tenia intenciones de traicionar a Naraku para llevar a Xue lo mas lejos de el, pero aun no era el momento, usar al grupo de inuyasha como una distracción le daría una gran ventaja.
"Tal vez por que eres demasiado tonto no puedes encontrarlo, Kikyo debería preocuparse por que su muerte puede estar cerca"
"De que estas hablando"
Kagura solo sonrió y dio la orden a los yokais de atacar el grupo de inuyasha mientras que ella escapaba sobre su pluma con los fragmentos de Shikon en sus manos, si Xue se estaba convirtiendo en alguien importante para el temible Naraku entonces Kikyo se quedaría en el olvido.
Naraku había cambiado mucho al tener a la humana con el, grandes regalos le fueron entregados a la princesa , incluso fue llevada a la habitación del Yokai.
Xue era joven e indefensa, no podría escapar de aquel hombre que la tomo como a una esposa.
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"Endless Love"- Naraku
FanfictionNaraku es un ser despiadado y cruel pero extremadamente inteligente, aquél ser había devastado los pueblos enteros que se encontraban cerca de un castillo. Un castillo que prontamente conquistó acabando con los guardias ,sirvientes y nobles, dejando...