Como hermanos.

Capitulo 4: La verdad

-No se lo tienes que contar a nadie-me agarro el brazo-Abby, a nadie-espeto con los ojos bien abiertos.

En ese momento ya estábamos en mi casa, me ofreció acompañarme y de paso dejábamos a su hermano en casa de Pitt, algo en su mirada había cambiado, fría, indestructible.

-¿Me puede soltar?-pregunto sacando mi brazo de su musculoso brazo-me lastimas.

Lo fulmine con la mirada, desde que papá murió nadie me había hablado con  ese tono, frio, áspero, exigiendo una respuesta.

-Mira Abby-se toco el cabello con enfado-tu no entiendes nada…solo no abras la boca-suplico enarcando las cejas.

Definitivamente algo le pico, nunca nadie me había tratado de esa forma, ¡ni mis padres! Si quiere que no abra mi boca, tendrá que darme explicaciones, y con eso me refiero a una larga hora frente a frente.

-Explícate-manipule mis cejas para que se vean algo seberas.
Resoplo sacando una seca y pequeña risita.

-No tiene que meterte en esto, es problema mío Miny-confeso tirándose en mi sofá sin ninguna explicación,

-No me llamo “Miny”-reclamo señalando el nombre con enfado.
Él levanta su mirada y saca una sonrisa que le cubre el rostro.

-Es como te llamare-un hoyuelo se le forma al costado de su sonrisa-te queda estupendo-vuelve a sonreír forzadamente.

Me pongo tensa al saber que tengo un apodo, que no sea más que un simple nombre, común y corriente.

-Prefiero que me llames por mi nombre-digo clavando mis ojos en los suyos-volviendo a el tem…-su voz envuelve a la mía haciendo que ella solo sea un leve ronroneo.

-No Miny, no te involucrare en esto.

Esbozo una evidente sonrisa falsa que no hacia más que tensar el momento.

-Tienes que explicarme porque te haces pasar por el padre de tu hermano, esto no es normal Pitt-suspiro-quiero poder ayudar.

El ríe sacándose los tejanos marrones, que por cierto el marrón no se debe a su color original y se acomodándose aun más en el sofá dejando al desnudo sus pies.

-Bien, si que eres tacaña-comento con enfado-¿Cuándo vuelve tu madre del trabajo? Tenemos para rato.

Mire por la ventana del living y las cerré con las cortinas, haciendo que esto se vea mas confidencial.

-Tiene turno noche-digo alegrándome de eso.

Su rostro se mostro asombrado cuando dije eso, levanto una ceja y esbozo una sonrisita picarona…el creía que mi mamá trabajaba de…oh por Dios.

-Eres un asco-replico enfadada-¡trabaja de camarera sucio!

Él volvió a reír, a pesar de su sucia mentalidad me hacia sentir como antes, importante, que serbia para algo, como cuando papá reí, esa risa sigue grabada en el centro de mi cerebro.

-Yo nunca dije que tu madre trabajaba de p…-lo interrumpí antes de que arruino lo único que me hizo reír.

-Cierra la boca antes de vomite en tus tejanos.

Saco una carcajada, creo que la única verdadera en toda el rato que llevábamos hablando.

-Iba decir peluquera sucia-espeto removiéndose su cabello de un lado para el otro.

Me quede sonrojada,  sentí como el rubor subía a mis mejillas y se alojaba allí, sin ningún permiso.

-Dejemos esto-me encamine hacia el comedor, mi estomago rujia de hambre-empieza a contar.