capítulo 7

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Algunos días habían pasado después de la extraña situación que vivieron Mew y Gulf, mientras seguían con sus encuentros todos los días habían añadido entrenar juntos de vez en cuando, adaptándose Gulf a los horarios del Alfa ya que esté tenía trabajo como General. Se habían acercado lo suficiente como para que Gulf le contase desde cuándo había empezado a usar la espada y en eso estaban en este momento.

Recorriendo nuevamente el jardín ambos platicaban trivialidades cuando al Alfa se le viene a la mente una pregunta - Alteza- llamó este - usted me comentó que práctica con la espada desde muy joven- mencionó - pero no me dijo porque exactamente- finalizó girando su vista hacia el contrario que mantenía su mirada al frente.

Suspirando con media sonrisa como si recordara algo bueno dijo - muy buena pregunta, General- inhalando y disfrutando el aire fresco sobre su rostro, era un día muy bueno para pasear un rato en el exterior del castillo pensó Gulf - descubrí que me gustaba la espada a través de una travesura mía- dijo negando con la cabeza por lo recuerdos venideros.

-¿Una travesura?- preguntó Mew, curioso por lo que iba a salir de la boca de Gulf, recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de este.

-cuando era un niño pequeño- empezó a relatar Gulf - era muy terrible y siempre le daba dolores de cabeza a las sirvientas destinadas a cuidarme- dijo Gulf sonriendo -no me gustaba que estén pendientes de mí todo el tiempo por lo que un día cansado de que estén al rededor mío salí corriendo de dónde estaba aprovechando la distracción de una de éstas- continuo relatando con la mirada atenta del Alfa - no sabía a dónde me dirigía solo se que terminé en el campo de entrenamiento, dónde los caballeros entrenaban con sus espadas- Mientras este hablaba Mew pudo ver  en Gulf un brillo especial en sus ojos -quedé impresionado- continuo Gulf -simplemente no podía apartar la vista de ellos, como manejaban la espada, parecía que era parte de sus cuerpos, sus miradas intensas sobre su contrincante y al momento de ganar un duelo- dijo Gulf pasando saliva -simplemente quise vivir por mí mismo lo que acababa de ver- expuso soltando aire encogiéndose de hombros.

Terminando de escuchar su relato Mew no pudo evitar preguntar -Su majestad, sabe que usted entrena- mirándolo de reojo el contrario le respondió - por supuesto que lo sabe- dijo este dándole una media sonrisa -cuando me dirigí a preguntarle si podía entrenar con la espada él estuvo de acuerdo- pareciendo orgulloso del padre que le había tocado  continuó- tal vez lo permitió porque suponía que llegaría a ser un Alfa- dijo este - pero cuando me presenté como un Omega el jamás me impidió seguir con mis entrenamientos- agregando algo más dijo - en mis 20 años de vida mi Padre jamás me negó algo que yo realmente quisiera- soltó finalizando sus palabras.

Asintiendo con su cabeza ligeramente, procesando toda la información siguieron su recorrido hasta que esta vez fue el turno del Omega de preguntar algo sobre el Alfa - que hay de usted, General- dijo este haciendo que el contrario voltease a verlo mirándolo con expresión de interrogación sin entender a qué se refería - no me mire de esa forma- dijo el pelinegro - usted ya hizo su pregunta ahora es mí turno- dijo este aclarando los pensamientos del contrario.

Asintiendo con su cabeza el Alfa simplemente respondió - aprendí a usar la espada también desde niño- dijo este- pero fue por un causa muy diferente a la suya, Alteza- aclaró - lo hice para sobrevivir y pagar una deuda de por vida con Su Majestad, el Rey- finalizó dejando con muchas interrogantes al pelinegro que lo miro extrañado por la forma cortante en que le respondió.

Al parecer el castaño tampoco tenía la confianza suficiente para contar su pasado al Omega, por lo menos no por ahora.

Despidiéndose de su recorrido cada uno vuelve a sus quehaceres para así terminar el día agotados con la mente llena de interrogantes sobre la persona con la que están comprometidos, deseando saber más de ellos, conocerlos a fondo, en especial el Omega que al parecer el Alfa le estaba dando una buena imagen de si mismo, pero no se iba a dejar llevar simplemente por eso, cualquiera puede fingir ser un Alfa digno, pero cualquier "Alfa Idiota" cae en la trampa cuando está rodeado de Omegas, muchos más cuando estos se regalan en bandeja de plata y Gulf conocía bastante bien el lugar perfecto para que eso ocurra.

Estás a prueba, Alfa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora