Estás a prueba, Alfa!

Capítulo 17 (+18)

🚨Ya fueron advertidos, este capítulo es +18, leer bajo su propia responsabilidad 🚨

Después del dulce beso se separaron. Gulf seguía acariciando la mejilla del mayor, quien ronroneaba por aquel gesto.

-Gracias por contármelo- Habló el Omega. -Se que fue difícil para ti, por eso lo aprecio mucho- le dijo dedicándole una genuina sonrisa.

El castaño negaba con la cabeza mientras trataba de decirle a Gulf algo muy importante.-Yo se que no te lo había dicho antes, pero... No solo es mí Lobo, Gulf- Después de soltar sus palabras el Pelinegro lo miró con interrogación al no saber a qué se refería.
-Que quieres decir- preguntó. -No es solo a Mí Lobo a quien le gustas Gulf... A mí también me gustas. Me gustas demasiado- Confesó Mew. A decir verdad cuando se estaba dirigiendo a la habitación del menor estaba muy nervioso, pero ahora al confesarse estaba muy tranquilo, su corazón se sentía en paz, como si un peso de encima se hubiera ido.

Eso había dejado sin palabras al menor, lo que menos se esperaba después de que Mew le contara su historia, era que este se le confesara. Pero ahora tenía que contestarle, que se supone que le tenía que responder, se preguntó el menor. Pensó para si mismo, desde que conoció al castaño sintió una fuerte atracción hacia él, pero sabía que se trataba de su Lobo al reconocer y estar al lado de su destinado. Después de pasar tiempo con Mew, pudo conocerlo mejor, la forma de ser del mayor, su modo de trabajo, sus ideales, su liderazgo, su físico, sus gestos, su modo de hablar, su rostro serio, su forma de sonreír, su compañía, etcétera. El Pelinegro había visto, y había sido encantado por el General, ya no solo se sentía atraído por el simple hecho de que sea su Alfa, si no por el propio Mew. El castaño había hecho su propio espacio en la mente y corazón de Kanawut y este apenas se había dado cuenta.

Después de haber quedado abrumado por su descubrimiento, el corazón de Gulf aceleró a un ritmo alarmante, golpeaba su pecho a un ritmo estruendoso y como consecuencia el color carmesí se había apoderado de su rostro, orejas y cuello. Su vista se había desviado del rostro del castaño posándose en otro lugar que no fuera el individuo que tenía en frente. Este sentimiento que estaba viviendo hacia que tuviera vergüenza y se sintiera tímido y cohibido. Por primera vez el Príncipe Gulf no tenía el control de lo que estaba sintiendo, por primera vez se sintió avergonzado, por primera vez se sintió como un Omega.

Sintió como su mentón era tomado por la mano de su Alfa y ser dado vuelta para dirigir su mirada de nuevo al contrario, bajó su vista al sentirse perdido con sus sentimientos, y no saber cómo enfrentarlos.

-Gulf, mírame- pronunció el castaño. -No tienes que responder a nada, ni que te sientas obligado a hacerlo- suspiró Mew. -Solo quería que lo supieras-. Al ver que el Pelinegro seguía sin decir nada se puso de pie -Es mejor que me vaya- el castaño había dado media vuelta para retirarse de la habitación, pero fue detenido por un ligero apretón en su muñeca la cual había sido tomada por el Pelinegro.

-También me gustas- dejó salir Gulf de sus labios, después de haber tirado de la muñeca del contrario y hacer que se sentara de nuevo en su cama. -Me gustas, más de lo que crees y puedo creer yo- Gulf paso saliva y siguió hablando -Es solo que... Me di cuenta de esto ahora mismo y no sabía cómo procesarlo. Jamás me había sentido atraído por nadie, de la misma forma que por ti, no hablo como Omega, si no como un ser humano. Me gusta todo de ti, Mew, y al igual que tu, no solo me gusta tu Lobo, me gustas tú- mientras dejaba salir sus palabras, las manos de Gulf temblaban, y su rostro ya no era carmesí, se había vuelto casi violeta por la timidez que estaba sintiendo, y a pesar de todas la sensaciones que le estaba despertando el castaño, jamás dejó de mirarlo a los ojos, se podía ver en ellos la sinceridad de sus palabras, el brillo que emanaban estos era evidencia de la veracidad de sus palabras.