Capítulo 20 +18

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La semana había pasado rápido. Con los preparativos para el banquete el palacio se había convertido en la pasarela de los sirvientes quienes se movían de un lugar a otro preparando y organizando el salón principal para la llegada de los invitados nobles.

La guardia Real y los caballeros organizados por Mew también tuvieron una semana ocupada planeando la seguridad de todo el Palacio. Exploraron todo el terreno buscando puntos débiles, cada habitación y rincón del castillo había sido chequeado y protegido por los guardias.

Mew se encontraba realmente ocupado, por lo que no tuvo tiempo para pasar con Gulf quien había sido llevado de un lado para otro por Mild. Cada noche iban al bar de Sammy se divertían unas horas y luego volvían a mitad de la noche, a veces con un Mild borracho quien caía del caballo y era arrastrado por el moreno de vuelta a su montura.

A la pareja le molestaba no poder verse y sus lobos no ayudaban en lo absoluto pidiendo por su destinado en cada momento. El moreno pudo sobrellevarlo mejor gracias a la distracción de Mild, caso contrario el del Alfa quien cada día se estaba poniendo un poco más irritante. Kao no ayudaba en lo absoluto para que despejara sus pensamientos, mencionado constantemente como quería ver a su Omega y lo increíble que era haber encontrado a su destinado. Cómo si Mew no lo supiera, como si no deseara su toque, el calor de su cuerpo y su aroma, su rostro adorable y su hermosa sonrisa. Pero se consolaba pensando que solo faltaba este día y tendrían más tiempo para ellos.

Recorriendo los pasillos del palacio, Mild se dirigía hasta los aposentos del Príncipe junto con una horda de sirvientes quienes venían armados de telas, accesorios, trajes y demás cosas para vestir al médico y al moreno. Al abrir la puerta el beta pudo observar la cara de sufrimiento de Gulf al ver lo que se le avecinaba. Horas y horas de preparación para dar la imagen perfecta de la monarquía. Suspiró rendido, se hizo a un lado y los dejó entrar.

Así comenzaba su día, apenas terminaba de desayunar cuando era invadido por Mild, por lo menos había alcanzado a bañarse. Los instruyeron para que quedarán solo en pantalones, a partir de ese momento empezaba la "tortura" o así lo veía Gulf.
Traje tras traje, conjuntos de camisas, chalecos, pantalones, calzados, accesorios, y demás fueron puestos y retirados de sus cuerpos por horas. El Omega ya se sentía cansado y ni siquiera era todavía la hora del banquete que se realizaría al anochecer. Pero ya era medio día y el Príncipe tenía hambre, su paciencia se estaba agotando y el ver a su amigo disfrutar del momento lo molestaba aún más.

—Mild—Llamó. Este lo volteó a ver y al mirar la cara de Gulf se dió cuenta que ya había alcanzado su límite.

—Está bien muchachos, hasta aquí llegamos. Nos quedaremos con estos dos atuendos, pueden retirarse—Guió a los sirvientes hasta la salida y cerro la puerta detrás suyo.

—Estoy cansado— Se quejó el moreno tirándose en la cama.

—Como puedes estar cansado, solo estuviste poniéndote y sacandote ropa.

—Lo se, Mild, pero fue por horas. Ya no aguantaba el murmullo de los sirvientes y que estén encima mío tocándome constantemente.

—Pobre Alfa, que difícil es la vida de Príncipe—Hablo con ironía el beta.

—Ya cierra la boca— El moreno le tiró una almohada en la cara.

—¡Auch! ¡Bruto!

—Deja de quejarte y llama a alguna sirvienta para que traiga el almuerzo.

—Idiota— Le devolvió el golpe con la almohada en el estómago y se fue corriendo hasta la puerta escuchando la queja de Gulf. —Nos vemos en la noche— Tomó su traje y se marchó, en el pasillo aprovecho para avisarle a algún sirviente que llevara comida para Gulf y de paso le advirtió que tuviera cuidado, realmente estaba de mal humor.

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⏰ Última actualización: Apr 02 ⏰

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