Capitulo 3

1.1K 191 12
                                    

¡ME LLEVA EL DIABLO!

Exclamó Gulf a gran voz, no pudiendo creer que se comprometería en unos días, por supuesto que seguiría las órdenes de su Padre, ¡por todos los cielos era su padre!, sabía que quería lo mejor para el, pero no esperaba está noticia tan repentina

Tratando de calmarse inhaló y exhaló unas cuantas veces, logrando su objetivo, se puso a analizar la situación.

- Está bien... Está todo bien- se decía a si mismo Gulf, asimilando la noticia. No es como si le molestara casarse, sabía que algún día lo haría, pero esto lo tomó desprevenido.

Sentándose junto al gran ventanal admirando la vista solo trató de poner su mente en blanco y asumir el hecho de que tendría un Alfa. No le gustaba como se estaban dando los hechos, se comprometería con un total desconocido, solo esperaba que fuera un hombre digno y no un estúpido Alfa con el Ego más alto que una torre.

Ya había conocido a algunos Alfas así, cuando se escapaba para ir a la ciudad muchos "Alfas idiotas" así los llamaba Gulf intentaron cortejarlo pero les dio la patada en el culo de sus vidas, -"fanfarrones que se creían mucho solo por ser lo que son"- pensó el pelinegro.

Si resultaba que el Alfa con el que estaba comprometido era un "Alfa idiota" no dudaría en hacerlo "desaparecer" -la vida en el castillo es muy peligrosa, cualquier cosa te puede llegar a pasar- pensó el Omega con una media sonrisa que hasta parecía aterradora.

No pensó mucho en que es lo que haría cuando lo viera, no podía sacar conclusiones de una persona sin antes conocerla. Así que esperaría hasta el día de su llegada para ver qué tipo de Alfa era el tal Mew Suppasit, General de todo el Reino de Britia. Pero si había algo que no le llegara a gustar de su conducta ya que su físico era lo que menos le importaba al Omega no dudaría en romperla la cara.

-Los pondré a prueba- concluyó Gulf para al fin terminar su día y poder descansar, mañana sería otro día.

Pasando los días el Omega vio como en el castillo iban y venían sirvientes preparando el banquete para la bienvenida de los caballeros. Suspirando decide seguir con lo que estaba haciendo, en pocas palabras su rutina de todos los días.

Terminados los preparativos, los 5 días llegaron a su fin, llegando el gran momento de al fin conocer a su prometido.

Desde la mañana temprano montones de sirvientes, empezaron a vestirlo, arreglarlo para el tan dichoso o "fastidioso" como lo llamaría Gulf banquete, que ni siquiera tuvo tiempo para recibir junto a su Padre a las tropas recién llegadas.

Prenda tras prenda los asesores no paraban de cambiar sus vestimentas argumentando que tenía que verse lo más presentable posible frente a su futuro Alfa - estupideces - pensó Gulf.

Harto ya de que lo estén rodeando muchas personas y estar impregnado con sus aromas, gruño por los bajo y explotó en furia echando a toda persona que se encontraba invadiendo sus aposentos, decidiendo así que el mismo elegiría que vestimentas usar para el "fastidioso" banquete.

Dándose un baño y saliendo de este para al fin comenzar a alistarse, se colocó una camisa blanca, con unos pantalones de vestir, un saco y zapatos negros.

Terminando de arreglar su cabello ondulado que llegaba hasta sus ojos color café y maquillándose solo un poco, decidió que ya estaba listo. Saldría a conocer a su "dichoso" Alfa.

-Tal vez no le interese nuestra llegada- dijo Mew dirigiendose a si habitación.

Llegando a esta y viendo a una sirvienta que pusieron a su disposición le dijo- preparen agua caliente, quiero darme un baño y descansar- la sirvienta tomada por sorpresa por la belleza y masculinidad de este se sobresalto y corrigiendo su error se inclinó y dijo- ¡sí señor, inmediatamente!- saliendo a pasos apresurados.

Estás a prueba, Alfa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora