⦁T/n Potter y la cámara secreta⦁ (Draco Malfoy Y Tú) //2//

⦁Capitulo 5- El sauce boxeador⦁

El verano termino. Mañana sería el día de volver a Hogwarts. ¡Estoy emocionade!.

Los días que pasamos en la casa de los Weasley fueron muy geniales. Voy a extrañar este lugar.

Llegó la mañana siguiente, y nos tuvimos que levantar temprano.

No me gusta levantarme temprano, por lo tanto, estaba un poco de malhumor.

— Buenos días, t/n — dijo Harry, pasando a mí lado.

— Mmmgh — me queje , no tengo ganas de hablar.

Puedo notar que no era la única persona de mal humor. La señora Weasley caminaba por toda la casa, buscando desde unas medias hasta una pluma, y en su cara se podía notar que no estaba nada tranquila.

El señor Weasley cargaba los baúles en el coche... casi se rompe el cuello cuando tropezó con una gallina.

No entiendo cómo nueve personas, siete baúles grandes, tres búhos y una rata podrían caber en un pequeño Ford Anglia. Oh espera, no conté las habilidades especiales que le añadió el señor Weasley.

— No le digan nada a Molly, ni media palabra — nos susurró a mí y a Harry.

Por fin estuvimos todos en el coche. El señor Weasley arrancó el motor y salimos del patio.

Harry miraba hacia la casa, creo que pensando cuando podría volver. Pero no tardó mucho, por qué a George se le había olvidado su caja de bengalas. Cinco minutos después, también tuvimos que regresar por qué a Fred se le olvidó su escoba. Ya estábamos en la autopista cuando Ginny grito que había olvidado su diario.

Cuando ella volvió al coche, teníamos mucho tiempo de retraso y los ánimos se habían alterado.

— Molly, querida... —.

— No, Arthur —.

— Nadie nos vería. Este botón de aquí es un accionador de invisibilidad que instalé. Ascenderiamos en el aire, luego volariamos por encima de las nubes y llegaríamos en diez minutos. Nadie se daría cuenta...—.

— Dije que no, Arthur, no a plena luz del día —

Terminamos llegando a las 11 y cuarto.

— Percy primero — dijo la señora Weasley, mirando con inquietud el reloj que había en lo alto, que indicaba que solo teníamos cinco minutos para entrar disimuladamente a través de la barrera.

Dándose prisa, Percy avanzó hasta desaparecer. Luego fue el señor Weasley. Lo siguieron Fred y George.

— Yo pasaré con Ginny y t/n, y ustedes dos nos siguen — les dijo la señora Weasley a Harry y Ron, agarrandonos a mí y a Ginny de la mano.

En un abrir y cerrar de ojos ya estamos en la plataforma.

— Bien, vamos, suban al tren — hablo la señora Weasley, y se despidió dándonos un beso en la frente.

Ginny y yo entramos al vagón. Y rápidamente alguien me llamó.

— ¡Ey t/n, aquí! —.

Era Hermione, llamandome para que fuera con ella. Tomé la mano de Ginny, y caminamos hacía Hermione.

— ¿Dónde estan Ron y Harry? — preguntó Hermione, mientras nos sentábamos junto a ella.

— No se, se supone que ya deberían estar aquí — contesté con un tono nervioso.

El tren de comenzó a mover. Ellos no están aquí.

— No puede ser.. — murmuré — Ellos no están aquí, ¿Qué creen que les pasó? — dije ya en voz alta. Mí pierna temblaba, por mí mente pasaban las peores ideas posibles.