Primerizos | BangKnow

Capítulo 11

El llamado de su hijo lo hace despertar, ya es de día, una mañana tan fría como otoño puede dar. Se estira en su cama y palpa a su lado, vacío.

—Buenos días, Innie.—saluda en adulto. Recibe un sonido que interpreta como un saludo.

Se levanta de la cama y se estira un poco más antes de ponerse un polo. A pasos lentos y pesados se acerca a la cuna. Hace señas con su mano, una invitación para levantarlo. El niño alza los brazos aceptando su pedido.

Con un sonido de esfuerzo, levanta al menor.

—Buenos días, Innie.—repite, deja un beso en su mejilla.—Besito para mí.—pide. El niño pega su boca a la mejilla de su padre. Solo un roce que deja babeada su cara.

En un truco que le ha enseñado MinHo. Cada que escucha "besito", acerca su rostro a la mejilla contraria. Aún le está enseñando a sacar piquito.

Con el niño en brazos, busca a su novio para reclamarle por qué lo dejó solo en la cama. Ah, y él que esperaba apretarlo en sus brazos hasta cansarse. Sobre todo hoy que es un día especial.

No está en el baño, tampoco en la sala. Entra a la cocina y puede ver a su compromiso cortando fruta.

—¡Ah! ¡Vete! ¡No puedes ver!—lo bota. Se acerca a Chris para empujarlo fuera de la cocina.

—Buenos días, mi amor.—juguetea el pálido.

—Vete.—lo amenaza con el cuchillo. Le hace una seña de vigilancia y vuelve a meterse a la cocina.

—¡Pa'!—llama el bebé. MinHo se acerca para dejarle un beso en la frente y vuelve a lo suyo, con otra amenaza a su pareja.

El mayor suelta un suspiro. Siente el mal olor de su boca, así que deja al niño en el suelo y se dirige al baño para asearse.

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—¡Feliz cumpleaños, Channie!—saluda MinHo. Deja un suave beso en sus labios.—Hice el desayuno para ti. Compré esa cosa rara que te gusta para untar tu pan y preparé un batido de frutas.

—¿Vegemite?

—Sí, eso. Anda, come.—le indica. Sienta a JeongIn en su regazo para amamantarlo.—¿Te gusta?—el mayor solo se limita a asentir con la cabeza, su boca está llena.—Pensaba salir a caminar, ¿a dónde quieres ir? ¿Quieres caminar, en primer lugar? Es tu cumpleaños, decide.

Por alguna razón, siempre se ha puesto nervioso en el cumpleaños de Chan. Quiere que todo salga perfecto, quiere hacerlo sentir bien. Y nunca funciona.

Por ejemplo, hubo un año en que tuvieron horas extra en el trabajo y celebraron el día durmiendo. Otro, tuvieron exámenes y solo almorzaron.

—Está bien, donde sea que vayamos, si estoy contigo, estará bien.—le responde. Acaricia su cabeza.

MinHo le responde con un golpe en el pecho.—Dices cosas tan tontas.—y el contrario ríe.—Tal vez salgamos con JeongIn a pasear. En la tarde saldremos los dos solos. Ya le dije a Sana noona que lo cuide hasta mañana.

—¿Hasta mañana?—pregunta preocupado.—¿No es demasiado tiempo?

—¿Demasiado tiempo? ¡Cuando tu hijo cumpla los 15 años se querrá quedar una semana en casa de sus amigos!—le reclama.

—¿Pero por qué hasta mañana? Podremos traerlo en la noche.

—¡Quiero tener sexo contigo en nuestra cama! ¡Estoy harto de tener que forzarme a levantarme porque alguien más necesita usar la habitación de hotel!—se queja, y el bebé grita por diversión al escuchar a su padre.