Primerizos | BangKnow

Capítulo 4

MinHo ama a su hijo, de eso no hay duda, pero también es muy poco paciente y JeongIn muy apegado. Desde hace tal vez diez minutos no deja de llorar, no importa cuanto lo menee, no importa si ya le ofreció su pecho cinco veces, no importa que le muestres su sonajero rosado favorito, simplemente no se calla. El mayor quiere explotar.

—Ya, JeongIn, ya.—trata de hacerlo dormir, pero nada. Los gritos se intensifican, su cabeza quiere explotar.—¿Qué pasa, mi amor? ¿Extrañas a papá Chan? ¿Mm? Ya va a llegar, bebé.—lo pone en vertical, mala idea, en medio del berrinche lo toma de los cabellos, jala sin piedad.—¡JeongIn, duele!—con la fuerza suficiente para separar, pero no lastimar, aleja los peligrosos dedos de él, mejor lo vuelve a ubicar en horizontal.

La puerta se abre, Chris ha llegado a casa y MinHo puede volver a respirar. Se acerca rápidamente a su novio y se lo pasa casi desesperadamente.

—No puedo más, por favor, haz que se calle.—le pide, sus ojos están húmedos por la frustración.

El mayor asiente y trata de consolar al pequeño, le habla cariñosamente, el niño parece que se calma, pero los gritos vuelven a resonar por la casa.

Chris se sienta en el mueble, lo arrulla suavemente, le canta una canción, se siente un poco bobo y mira a MinHo esperando alguna burla o algo por el estilo; en vez de eso, recibe una pequeña y cansada sonrisa. Se recuesta en su hombro y también disfruta de la hermosa voz de su novio.

Se deja llevar por la comodidad y suelta su voz, solo busca calmar a sus amores. Lo logra, su niño ya está más tranquilo, su manito está en su boca y mira a su papá, aún suelta algunos gemidos tristes que desaparecen gradualmente. MinHo también se siente más relajado, juega con la nariz del chiquito, la toca y presiona suavemente, pero toda la atención la tiene su papá Chan.

—¿No has intentado cantarle?—pregunta, sigue meciendo al niño.

—¡Sí!—se queja.—Nada ha funcionado, le pregunté a tu prima y me dijo que le pusiera canciones con dibujos desde el celular, pero nada.—suspira.—Tal vez solo te haya extrañado. Se supone que hoy es tu día libre y estás pegado a él para recuperar el tiempo perdido.—lo regaña.

—Lo sé, pero el comeback...

—Claro que sí. Que Stray Kids esto, que Stray Kids aquello, que se atrasó, que ya pronto, que emoción. Stray Kids, Stray Kids, Stray Kids. Todo tu mundo gira alrededor de Stray Kids.—se levanta de su hombro, lo mira profundamente.—Eres un adicto a tu trabajo.

—No lo soy.—se defiende.

—Sí lo eres.—replica.—No estoy molesto contigo por eso, me parece comprensible y admirable, te gusta lo que haces y a mí me gusta que lo disfrutes; mi problema es que te apegues tanto a eso que te descuides de tu familia. JeongIn te ha extrañado demasiado hoy, y en realidad yo también. Ahora que no trabajo, me doy cuenta que tu ausencia pega fuerte.—lo toma delicadamente del rostro, lo obliga a mirarlo.—Gracias por mantenernos, Channie, pero Innie y MinMin te extrañamos, así que respeta tus días libres.—le sonríe, acaricia sus pómulos con los pulgares y le deja un suave beso en la punta de su nariz.

—Di que me amas, MinMin.—finge una voz tierna y la sonrisa de MinHo se transforma en una mueca perturbada, Chris aguanta sus risas.—Dilo, MinMin, o Channie se pondrá triste.—finge una expresión de tristeza, MinHo se queja en voz alta.

—No hagas eso o tendré que golpearte.—lo dice más como berrinche. Ambos ríen.—Viejo tonto.

—No me digas viejo, hace no mucho cumplí 26 años. Soy solo un año mayor que tú.

MinHo solo lo ignora, admira a su pequeño quien se le ve más tranquilo y feliz al ser consentido por su padre varón. Su preciosa familia.

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—No lo muevas mucho que lo acabo de amamantar.—le advierte, pero Chan está tan en su mundo con su pequeño hijo que no lo escucha.

JeongIn es la adoración de Chris, lo ama demasiado, quiere hacer de todo por tenerlo feliz. Como ahora, que lo levanta hacia el techo, el pequeño sonríe por el movimiento. Es tan tierno.

Suelta algunos sonidos que Chan imita, algunos besitos en sus mejillas y ahora finge que el menor es una nave espacial y lo hace volar.

—¡Arriba!—dice al mismo tiempo que lo levanta, y como era de esperarse, JeongIn vomita. Una parte en su nariz que baja hacia su boca. Lo demás en su polo. Las carcajadas de MinHo no se hacen esperar, hace una seña de que se lo pase para que pueda ir a limpiarse.

—Te dije que no lo movieras mucho.—le recrimina con un tono juguetón. Toma el babero que está en el brazo del mueble y limpia a su niño.

—Menos mal tenía la boca cerrada.—menciona después de limpiarse con el dorso de la mano. Más risas molestas suenan en su camino al baño.

JeongIn mete dos de sus dedos a su boca, MinHo se da cuenta y saca de la pañalera un chupón, se lo mete en la boca y el pequeño parece saborearlo. Finalmente lo escupe. Lee vuelve a ponerle el objeto en la boca y lo vuelve a escupir. Suspira.

Chris llega con otro polo y vuelve a tomar al niño en sus brazos. Esta vez se sienta y solo se dedica a dejarle besitos en su rostro.

—Lo veo más rechonchito. Es tan tierno.—sopla en sus mejillas y el sonido creado asusta al pequeño, que mira a su padre con sorpresa.

—¿En serio? Gracias, nos esforzamos mucho.—responde. Sube sus piernas al sofá, juega con las de Chris.—Me alegra que Innie se vea más sano.

Ambos se miran fijamente, se sonríen, se coquetean. El australiano palmea con una mano entre sus piernas, una invitación. El menor lo piensa un poco y acepta. Gatea hacia los fuertes muslos de su novio y le planta un casto y amoroso beso. Toma a su hijo y lo levanta del sillón. Le da la espalda a su pareja y se ubica entre ambas piernas, su espalda se recuesta en el pálido pecho y ubica al más chiquito boca abajo encima suyo. Las grandes manos acarician los brazos MinHo y la espalda de JeongIn.

—¿Quieres ver algo?

—Veamos Avengers.—contesta.

—¿Otra vez?—gira un poco la cabeza, muestra su cara de desagrado, pero el mayor ya agarró el control y eso le da el poder de decidir.

Le planta un beso es sus labios.—Veremos Endgame.

Aceptaría, pero solo porque esa parte de la saga le gusta; además, él y JeongIn están muy cómodo para protestar.

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Esto parece relleno, y sí lo es, no tengo como demostrar lo contrario.