-¿Qué sucede contigo Malfoy?-pregunto su abuelo al verlo molesto.
-Nada.
-Y una mierda. Algo te sucede. Por que tu no te cabreas tan fácilmente.
-Dejame tranquilo viejo. No estoy de humor.
Somos dos. No puedo creer que le pidieras a mimi que me controlará-dijo Abraxas levanto si bastón con sus temblorosas manos.
-Es por tu bien. No estás siguiendo las indicaciones del doctor-contesto Draco tomando una botella de Whisky para servirse un trago.
-Panplinas. Que sabra ese medicucho. Soy un mago y los magos no necesitamos ayuda. Sabes si tuviera mi varita te haría cenizas por molestarme.
-¿Y quedarte sin descendencia?
-Bah aún hay más que tu-contesto el anciano molesto.
-¿Qué?-pregunto Draco levantado una de sus sexys cejas.
-Olvidalo. No te acuerdas que soy un viejo senil-intentó disfrazar sus palabras.
-Ya lo veo. El encierro te está afectado. Deberías salir al jardín a tomar sol.
-¿A caso me ves cara de planta? Saldré cuando Hermione regrese a verme.
-No entiendo ese afán de querer tenerla aquí-dijo molesto.
-Eso es asunto mío. Así que ve por ella y traela esta noche. Quiero invitarla a cenar esta noche.
-No iré por ella. No soy tu mandadero. Además ella no quiere verme.
-¿Por qué? ¿Qué estupidez has hecho ahora?
-Yo no he hecho ninguna estupidez. Solo es que ella no quiere verme.
-Algo hiciste. Hermione es una mujer muy tranquila. Seguro la intimidaste con tu arrogancia.
-Ah, Granger nadie puede intimidarla. Si no hace rato no estaría trabajando conmigo. Ella es una mujer muy fuerte de carácter. De hecho me sorprende que nunca me haya mandado a la mierda-sonrió él.
-Eso es lo que necesitas. Una mujer con carácter y no un maniquí a la que llamas esposa.
Draco puso los ojos en blanco. Ya te he dicho que no molestes a Astoria. Ella es una buena mujer, anciano.
-Sí pero no para ti. No se que esperas en dejarla. De hecho ya te estás tardando.
-No voy a volver a tener esta discusión contigo. Mejor me iré a casa.
-Eso largate y no vuelvas sin Hermione, ¿entendido?
-Un día de estos juró que voy a internarte en un sanatorio.
-Quiero ver que lo intentes-rio abraxas. ¡Ya largate!-lo echo de una vez de su habitación.
Draco solo lo miró y nego con la cabeza. No puedo creer que seamos familia-murmuró antes de marcharse.
-¡Pues creelo!-grito antes de cerrar la puerta.
Hermione estaba sentada frente al televisor no la estaba mirando solo le hacía compañía. Se sentía tan sola, no había vuelto ver a Malfoy desde aquel día. Ni siquiera tenía ganas de leer o enterrarse en su trabajo y eso era algo muy extraño para ella.
-Se que no debo sentirme así, pero no puedo evitarlo-acarició su pequeño vientre. Tal vez solo lo extraño un poco, ¿crees que esté mal hacerlo?-le preguntaba a su bebé.
El timbre la interrumpió un segundo se quedó mirando la puerta, tal vez sería él, tal vez Malfoy vino a verla. Se levantó inmediatamente del sillón y abrió la puerta pero su ilusión de verlo se desvaneció. No era él, era Daniel.
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¿El bebé de quién?
HumorA veces los misterios de la vida nos lleva a lugar que jamás hubieras imaginado, ni siquiera pensado estar y mirenme. Aquí estoy embarazada de nada más y nada menos que de Draco Malfoy, ¿Cómo pasó? no lo sé, lo único que se es que quiero este bebé.