La noche había caído tan rápido que Hermione no se había dado cuenta entré tantas pláticas con Abraxas y una que otra anécdotas vergonzosas de su nieto. Para ser un hombre temido por todas las empresas del mundo mágico, no era tan malo. Sólo era un hombre amable y dulce cuando llegabas a conocerlo bien. Los cuadros familiares adornaban la enorme sala frente a inmensa chimea.
-No te sorprendas mucho, Hermione. Aún no has visto nada.
-Jámas he visto una casa tan enorme. Me sorprende lo grande que es, de hecho esto sería casi mi departamento completo incluyendo la terraza-rio.
-¿Vives en un departamento?
-Sí.
-¿Sola?
-Sí-respondió tomando un bocado de su plato.
-Mí querída Desne vivía en un departamento compartido. Ella decía que prefería los ruidos al silencio.
-Era un mujer muy alegre.
-Ella era cómo esa flores que florecen en los pantanos y le da color. Mí amada me dio mucho color mientras vivió, me enseñó a mi a no ser tan oscuro y silencioso. Solía espiarla en la floreria dónde la vi por primera vez.
-¿La espiaba?
-Solía llamarme pervertido, pero yo sólo lo miraba de lejos. No me atrevía a acercarme.
-¿Por su estatus?-le pregunto Hermione dejando los cubiertos de lado.
-Una parte sí, y la otra era por que estaba comprometido en matrimonio. Me costó mucho aceptar lo que sentía por ella, por una hija de Muggle. Desne fue lo mejor que me pasó en la vida.
-Que bonito, Abraxas-sonrio Hermione.
Siento la tardanza, no pensé que me demorará tanto-los interrumpió Draco entrando a la sala.
-No te preocupes, Draco. La hemos pasado bien con Hermione, ¿verdad querida?
-Sí.
-Por cierto, voy a necesitar de Hermione en las tardes, ¿te molestaría prestarmela?
-¿Prestartela?-pregunto su nieto mirando a ambos.
-Sí, me cayó tan bien, Hermione. Que me gustaría que me acompañe en las tardes, por supuesto si no es ninguna molestia.
-Puedo conseguirte a otra persona abuelo. Para...
-No-interrumpio Abraxas levantándose del sofá. Quiero a Hermione, y nadie más.
-Ella es mí asistente. Ya tiene suficiente conmigo, no crees abuelo-dijo acercándose a la chimenea para calentarse.
-Sí ese es el problema, busca a otra secretaria, yo contratare a Hermione, y estará a mi servicio.
-No, ella es mía.
Hermione miró a Draco algo avergonzada.
-Quiero decir, ella es mí asistente. Y es la única que sabe todo sobre mí, y mis proyectos. No puedo tener otra secretaria.
-Entonces deja que me acompañe en las tardes y no tendrás otra secretaria. No sea malcriado Draco y aprende a compartir.
-Bien, ella puede venir en las tardes, menos cuando tengamos reuniones. No se por que de repente quieres compañía.
-Ella es una buena mujer, y alguien muy importante en estés momento para este cansado viejo. Así que ya no me discutas y lleva a Hermione a casa. Debe estar muy cansada, además debe descansar y no le cargues todo el trabajo, ya se que está embarazada. No seas abusivo.
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¿El bebé de quién?
HumorA veces los misterios de la vida nos lleva a lugar que jamás hubieras imaginado, ni siquiera pensado estar y mirenme. Aquí estoy embarazada de nada más y nada menos que de Draco Malfoy, ¿Cómo pasó? no lo sé, lo único que se es que quiero este bebé.