Capítulo 8

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-¡Eh dicho que no quiero a nadie!-protesto Abraxas Malfoy desde su recámara. ¡Marchensen todo!-grito otra vez.

-Tú sabes que yo jamás te hago caso, viejo gruñón-dijo Draco ingresando al dormitorio.

-Ah, eres tú. ¿a que has venido? ¿Ya me traes la notícia de que tendré un bisnieto?

-Siempre con las mismas frases, abuelo. Ya cambia tu repertorio-contesto Draco sentándose aún lado de la cama.

-No me llames abuelo. Ya no lo soy. Te has olvidado de esté pobre anciano hace mucho tiempo-dijo agachado la cabeza y tomándose las manos como un niño pequeño.

-No digas eso. Jamás me olvidó de ti. Siempre llamó para ver cómo estás y Mimi tu ama de llaves siempre me dice que estás de malas.

-Esa vieja metiche-murmuro levantado la cabeza más molestó.

-No entiendo tu mal humor, abuelo. Los negocios van bien. Nuestro apellido está en la lista de las familias más prestigiosas del mundo mágico. No veo por que deberías estar de malas.

-¿En serio sólo te importa eso, Draco? Sólo te importa los negocios, el dinero y prestigio-dijo levantándose de la cama.

-Abuelo.

-No, Draco. No quiero saber que eso te hace feliz.

-Ya hemos discutido eso, abuelo. No te daré un nieto.

-¿Cómo puedes ser así con tu abuelo?-le preguntó dándose la vuelta para mirar a su nieto que estaba sentado de piernas cruzadas observadolo sin quitarle la mirada.  ¿Sabes cuanto me queda de vida? ¿Tienes idea?

Draco puso los ojos en blanco y se puso en pie. Abuelo. Los magos pueden vivir años, Merlín tenía doscientos años cuando murió, y tu apenas tienes ochenta.

-Y cinco-recalco Abraxas. Sólo soy un viejo, es mucho pedir que complacer a este vulnerable y frágil anciano.

-Pues, por lo que me ha contado Mimi has estado en los laboratorios haciendo experimentos. Yo te veo muy bien de salud.

-Esa metida, no creas nada de lo que ella te diga. Está en mi contra, me odia.

-Ella sólo te cuida. Lleva más de veinte años sirviendo a la familia otra ya hubiera huido de ti, abuelo-dijo apretando sus hombros. Ven viste te invito a almorzar, tengo tiempo hasta la tardé.

-No quiero-gruño.

-Oh, vamos abuelo. Te llevaré a tu restaurante favorito y te pediré tu...

-Señor Malfoy tiene una llamada urgente-los interrumpió Hermione entrando de golpe a la habitación.

-Granger ahora no.

-Es que es urgente. Si no fuera por eso no lo molestaría.

Abraxas desvió la mirada hacia Hermione y algo llamó su atención en ella.

-Bien, dame eso-dijo Draco tomando el teléfono y saliendo del dormitorio.

-¿Quién eres tu jovencita?-pregunto Abraxas sentándose en el borde de su cama.

-Soy Hermione Granger. Asistente del señor Malfoy, señor.

-¿Tú trabajas para mi nieto?

-Sí.

-¿Cómo lo haces? Él suele ser muy insoportable.

-Soló un poco-respondio Hermione.

+¿Siempre eres muy honesta, señorita Granger?

-Sí señor Malfoy. Aunque a veces debo reprimir o seré despedida.

-Hablas de mi nieto, ¿verdad?

-Uy, sí. A veces me dan ganas de darle un jalón de orejas, debieron darle unas buenas nalgadas de niño para que se le quitará ese mal carácter.

¿El bebé de quién?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora