Capítulo 13

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Hermione se quedó mirando a Malfoy sentía que le faltaba el  aire, su pulso se aceleró a un ritmo impresionante. Y porque no decir el color de su rostro. Parecía un tomate de esos redondos apunto de explotar.

-¿Qué sucede, tienes fiebre?-pregunto Malfoy extendiendo su mano para tocar su frente. Pero el timbre de la puerta impidió ese contacto.

-¡Yo voy!-se levantó rápidamente Hermione casi corriendo hacia la puerta. Se paró frente a ella y se acomodó su remera de Doraemon y tomó un respiro para abrir la puerta.

Daniel estaba ahí de pie con su bella sonrisa de piano, ¿por qué sonreía tanto?-se preguntó Hermione al verlo.

-Hola, pequeña. Te he traído una sorpresa dijo entrando al departamento.

-Claro pasa dijo ella cerrando la puerta tras él. Ella se dio la vuelta y se quedó quieta. Ok, esto no era nada bueno. Ya que ambos hombres se miraban fijamente. La mirada de Draco era tan fría que hasta el Titanic se hubiera hundido de solo verlo, y Daniel diablos, ese hombre podía congelar el mismo infierno con esa mirada.

-Malfoy.

-Kessell-dijo Draco mirándolo de la puerta de la cocina.

-Veo que estás acompañada, Hermione-dijo Daniel mirando a Draco.

-El señor Malfoy vino a verme y traerme unas cosas-contesto ella. ¿por qué esto es tan incómodo?-se preguntó ella apretando sus manos.

-Es muy amable que se preocupe por sus empleados señor Malfoy, eso demuestra lo gran persona que es.

-Solo me preocupo por cosas que realmente me interesan-miro a Hermione un momento para luego poner su mirada en aquél niño fanfarrón.

-No debe preocuparse, Hermione esta en buenas manos dijo Daniel-tomando una de las manos de ella dándole un apretón. Yo cuidaré de ella.

Hermione abrío los ojos como dos enormes platos. Draco apretó su mandíbula y su expresión se  endurecio más.

-Oh, ¿pero ya vieron la hora? Es muy tardé para ambos. Si no se van antes no alcanzarán el trasporte.

-¿De qué hablas, Hermione? Yo vine en auto-contesta Daniel confundido.

-Ella quiere decir que nos larguemos sutilmente-dice Draco tomando su abrigo y saliendo del departamento.

-Oh, sí. Es muy tardé. Bueno te veré mañana Hermione.

Ella asiente con la cabeza algo avergonzada.

-Bueno... Daniel no sabía si abrazarla, o darle un beso. Y salió sin más tras Draco.

Hermione cerro la puerta y se apoyó contra ella, cerrando los ojos. Qué acababa de pasar en su departamento. Por momentos creyó estar en una películas de vaqueros de esas que estan apunto de dispararse.

Draco y Daniel se miraron ambos una vez más antes de cruzar juntos el pasillo que los llevaría hacia el ascensor. Las puertas se abrieron y entraron chocando sus hombros.

-Lo siento, pasa tu Malfoy.

-Pasa tú, yo esperaré el otro.

-Oh, vamos. Aquí cabemos los dos-dijo apartandose de la puerta. Malfoy suspiró y entró apretando el voto de planta baja.

-Creo que no nos hemos conocido muy bien en estos días, Malfoy-hablo Daniel interrumpiendo el tranquilo silencio.

+¿Por qué deberíamos hacerlo?-le pregunto sin mas.

-No sé. Es  bueno conocer personas. Ya sabes hacer amigos.

-El hecho de que tu padre tenga negocios conmigo. No quiere decir que yo deba ser tu amigo, Kessell.

¿El bebé de quién?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora