Draco caminaba de un lado a otro sin parar desde que el médico lo corrió de la habitación. No le había permitido estar allí con Granger. Ella le había pedido que no la dejará sola pero ese anciano lo había casi obligado a salir de ahí apunta de maletazos. La puerta se abrió y dejó ver al pequeño y canoso hombre salir con una expresión de pocos amigos.
-¿Qué sucedió?-pregunto inmediatamente Draco parandose frente al medico.
El cerro la puerta y lo miró enojado.
-Señor Malfoy que parte de que cuidará a su mujer.
-Ella no es...
-No me importa si es su mujer, amante o lo que sea-levanto su mano sacándole importancia. Debe cuidar de ella y el bebé. No entiendo como puede descuidarlos así. Por lo menos hágalo por su bebé.
-Pero...
-¿Sabe que? Sí algo le pasa al bebé nunca se lo perdonarás. Yo también fui joven señor Malfoy, pero eso no es pretexto para esto. Ahora tomé estás indicaciones-le ofreció unos papeles los cual él tomó.
-¿Qué es?
-Son recetas, con vitaminas y la alimentación que debe seguir la señorita Granger. Y en la semana tiene control por favor sin falta-dijo yendo hacia la salida sin más.
Draco miró los papeles y recordó las cosas que aquel hombre le había dicho, pero una de las tantas palabra razonó en su cabeza "su bebé". Por un momento le gustó pensar que si era su bebé, pero negó con la cabeza ni en un millón de años podía pasar eso. Camino de nuevo a la habitación y vio a Hermione sentada en la cama con su rostro pálido y ojeroso.
-¿Qué haces aún aquí Malfoy?-pregunto ella.
-¿A caso no lo ves, Granger? Te estoy cuidando.
-No necesito que me cuiden, puedo hacerlo yo sola.
-Sí claro-se burló él caminando hacia ella. Será mejor que vuelvas a la cama y descanses.
-No yo-pero fue interrumpida por la cercanía de Draco. Estaba tan cerca de su rostro que podía oler su perfume.
-Solo has lo que te ordenó y se una niña buena, Granger. No me obligues a ser rudo contigo. Créeme que no te va gustar o tal vez sí-soltó alejándose de ella.
Hermione se puso colorada y no sabía por que, aunque se imaginaba algunas cosas.
-Ire a prepara algo para que comas. No te muevas de aquí.
Ella asintió con la cabeza y solo se que recostada sin decir ninguna palabra.
***************
Siento haberte dejado la otra noche, Theo. Tuve una emergencia y debí marcharme.
-Eso no te preocupes, Lovegood. No estábamos en nuestros cincos sentidos en ese momento.
-Yo si lo estaba y muy bien-sonrió ella tomando su mano entre las suya.
Nott solo se quedó mirando sus manos, y esa corriente eléctrica volvía a sacudirlo otra vez pero más fuerte de lo normal.
-¿A qué estas jugando Lovegood?
-¿Jugando?-pregunto ella.
-Sí. ¿Por qué actuas así?
-¿A sí cómo?
-Cómo si existiera, ¿Por qué ahora? Jamás desde que trabajo frente a tu revista has volteado a verme, ¿Por qué ahora?
-Lo siento mucho Nott. No sabía que te estaba incomodando, pero no te preocupes ya no lo haré-dijo levantándose de su asiento para salir de aquel bar.
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¿El bebé de quién?
HumorA veces los misterios de la vida nos lleva a lugar que jamás hubieras imaginado, ni siquiera pensado estar y mirenme. Aquí estoy embarazada de nada más y nada menos que de Draco Malfoy, ¿Cómo pasó? no lo sé, lo único que se es que quiero este bebé.