¿El bebé de quién?

Capítulo 21

Gracias por venir-dijo Astoria abriendo la puerta de su habitación para dejar pasar a un Harry con una cara de pocos amigos.

-Solo vine para saber de mi hijo o hija al que tu regalaste-solto.

-Fue un niño y no lo regale. Mi madre se encargó de desaparecerlo cuando estuve inconciente.

-Siempre tiene una excusa para todo.

-No pienso discutir esto contigo. Sólo necesito que me ayudes. Se que eres la única persona capaz de encontrarlo.

-¿Qué dice tu esposo de esto?

-Draco no sabe nada. Él no tiene la menor idea de nada. Mi madre se ocupó muy bien del...

-Dilo. Del problema. Mi hijo era un problema para tu futuro.

-El no era un problema. Mi hijo nunca lo fue, Potter. El problema era yo. Yo fui muy cobarde para protegerlo de mi madre. Solo era una niña asustada y sola.

-Oh, vamos no salgas con eso.

-Estaba sola. Te fuiste. Me dejaste.

-Te di una opción. Y solo decidiste acobardarte. Estuve esperándote por horas, en el fondo creí que ibas a venir-dijo el castaño mirándola a los ojos.

-Intente ir, juro que lo intente. Fui al lugar, pero mi madre no se como se enteró y me detuvo. Me encerró y lo peor fue después. Me llevo lejos para que nadie supiera que estaba embarazada. Me repetía una y otra vez que ese niño traería vergüenza a la familia.

-Siempre fuiste una mujer débil, Astoria. Nunca supiste defender lo que querías. No sé que fue lo que vi en ti. Hasta tu hermana Daphne fue más valiente que tu, ella si tuvo el valor de tomar el rumbo de su vida.

-Digas lo que digas, Potter me elegiste a mi. Me amaste a mi. Nadie pudo sacarme de tu corazón.

-Siempre eres tan egocéntrica-pregunto sacando una caja de cigarros de su bolsillo.

-Creí que habías dejado eso.

-Ya ves que no. Hay ciertas cosas que no se pueden dejar-contestó encendiendo el cigarro.

-Debo irme. Tengo cosas que hacer.

-¿Qué harás cuando lo encuentres?

-¿A caso te importa?

-Aunque lo dudes, lo único que me hizo feliz en estos años fue el saber que seguía con vida. Te dejaré el número de mi teléfono. Solo llámame si sabes algo.

Harry estiró su mano y tomó el pequeño papel, miró a Astoria a los ojos. Se dio cuenta de que ya no era la misma mujer que conoció hace seis años atrás. Ella ya no era su Tory.

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Theo entró a su oficina azotando la puerta de mala manera.

-Oye, tranquilo viejo. La puerta no te ha hecho nada-dijo Blaise poniéndose en pie.

-No estoy para tus bromas, Blaise.

-No he dicho nada. ¿Qué sucede contigo?

-Nada.

-Oh, vamos. No por nada casi rompes en dos a la puerta. Al menos de que te hayas agarrado los dedos con ella. Aunque puede ser, una ves me paso y juro que Casi l hice volar.

-Por Merlín, Blaise. No quiero escuchar tus absurdas anécdotas.

-Sabes eso me dolió. No deberías agarrarte así con las personas que te quieren.

-Lo siento, no quería ser grosero. Es que estoy pasando un mal momento.

-Sabes, recuerdo haber estado así. Y eso me paso cuando me acosté por primera vez con... un momento. ¿Todo esto es por una mujer?