❝Amor, cuatro letras que marcan tu destino
cuatro letras que te invitan a soñar
cuatro letras que te dicen que estas vivo
aunque para muchos estes muerto❞
Wendy Carter, una niña con un pasado desafortunado, que se enamoró de su mejor amigo a los 9 a...
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12 de noviembre 1983
—A ver, recapitulemos—habló Wendy por teléfono a Dustin—No hemos encontrado a Will. El no está y no tenemos idea de donde está. No hemos encontrado el portal porque El dice que el lugar donde está Will es "peligroso"—Dustin pareció que iba a decir algo pero Wendy no acabó de hablar—Aunque la verdad yo no esperaba que Will se encontrara en un lugar lleno de flores, con unicornios y donde haya princesas que dan dulces. Si voy, digo—corrigió—vamos a ese lugar es porque ese lugar es peligroso para Will y vamos a rescatarlo para que no sufra.
—Wen...—dijo.
—Bueno, continuando con la lista—ignoró a Dustin—Lucas y Mike se pelearon, y todo porque Mike está embobado con El, y a Lucas no le agrada El. El ahora es de los nuestros y Lucas tiene que aceptarlo, y Mike debería saber que nosotros aun existimos y tendría que prestarnos un poquito de atención. Aunque ayer Mike recordó que El no es el único ser humano y fue muy hospitalario.
—¡Concuerdo!—gritó Dustin desde su teléfono—¿Pero qué podemos hacer? Como tú dijiste, son muchos problemas y me encuentro seriamente confundido.
—Solo ven a casa de Mike, ¿sí? Esta entrando en crisis—dijo viendo desde el sillon a Mike jugar con su radio estresado.
—De acuerdo, adiós.
—Adiós.
(...)
—Es que no puedo creer que no haya vuelto—decía Mike caminando estresado.
—Debe andar cerca—animaba Dustin
—Dijo que no era seguro. Descompuso las brújulas porque quería protegernos. No nos traicionó—dijo ignorando a Dustin.
—Mike, lo sabemos, solo cálmate—le dijo Wendy.
—No debí gritarle, nunca debí hacer eso.
—Mike, no es tu culpa—dijo Dustin
—No, es de Lucas—dijo este.
—Tampoco fue su culpa—dijo Wendy.
—¿Qué no fue su culpa?—dijo Mike incrédulo.
—No—contestó obvia.
—¿Y no crees que se excedió?
—Claro, pero también tu.
—¿Qué?
—Y Eleven también.
—Oh por favor—se quejó Mike.
—¡No, Mike! ¡Tú, por favor!—gritó Dustin—¡Los tres se portaron como un grupo de imbéciles! Nosotros fuimos los únicos razonables.
—Sí, pero lo importante es que tú fuiste quien empezó, y sabes cual es la regla. Atacaste primero—dijo Wendy.
