Donghae se preparaba para otro día de trabajo, su agenda estaba llena, varios nombres resonaron en su cabeza, sonrió al recordar la apariencia de algunos de sus pacientes, altos, bajos, fuertes, musculosos, sus ojos, su piel. Era definitivamente un adicto al sexo y aquellos hombres con la boca abierta para él le habían provocado más de una erección mientras revisaba sus dientes.
Había elegido su profesión por lo mismo, le excitaba tener a todos esos hombres para su disfrute, sus fantasías aumentaban al imaginarlos sobre sus rodillas y con su boca perfectamente cuidada cerrándose sobre su miembro.
Sonrió y se preparó para su primera paciente, una joven bastante atractiva que lo había invitado varias veces a su casa, él le había sonreído y declinado su oferta alegando que no podía involucrarse con sus pacientes, que sería poco ético y no podía aceptar, aunque la chica no quedó conforme se había despedido de él dejando un beso en la comisura de sus labios, a partir de ese día Hae había tenido más cuidado con ella.
Su espalda ancha, piernas firmes, su cabello rubio y ojos azules le permitían poder elegir en el mercado de los hombres. Su regla de no involucrarse con pacientes se rompía con varios pacientes que lo visitaban seguido en su consulta. Cerrar la puerta e inclinarse sobre la silla donde los atendía para que se comieran su culo era lo mejor que le podía ocurrir. Varios pacientes nuevos estaban agendados ese día y cuando un joven, Choi Siwon se recostó en la silla y abrió su boca, Hae no pudo evitar sentir un escalofrío en su espalda al imaginarse metiendo su miembro en aquella boca. El chico le dejó su tarjeta al despedirse y un beso en su mejilla, el aliento a menta invadió los sentidos de Donghae logrando hacer que sus piernas temblaran. Definitivamente lo llamaría en cuanto terminara su horario laboral.
Luego de un arduo día Donghae estiró su cuello y salió de su sala para ir hasta el baño, al pasar por la recepción la secretaria Kim Yongsun, le sonrió mientras le hacía una seña para que se acercara.
- Su último paciente ya está esperándole Señor Lee - sonrió la chica mientras caminaba para que él le siguiera, una vez estuvieron fuera de la vista de todos ella lo tomó de la corbata y lo acercó para hablar en su oído - es alto, ojos café claro mejor dicho color miel, su pelo es negro y se ve bien dotado.
- Esa es mi Solar - sonrió Hae mientras le besaba la mejilla - ¿Cómo estuvo tu cita ayer?
- Deliciosa - sonrió la chica mientras se mordía el labio recordando su noche - placentera y satisfactoria, debiste ir con nosotras.
- Muy guapas las dos pero no siempre me van las chicas - aceptó Hae mirando el cuerpo de la chica - dile al paciente que entre, estaré con él dentro de poco.
En cuanto Hae retomó su camino hasta el baño sintió que la chica le agarraba una nalga mientras se alejaba riendo, amaba a esa chica, era preciosa, su cabello largo y rubio, su cintura pequeña, se habían metido a la cama juntos varias veces, a veces solos y otras con compañía. Pero ambos sabían que eran buenos compañeros y a veces amantes, pero al imaginarse en una relación ambos sentían un malestar en el estómago, definitivamente jamás serían algo más que amigos.
Donghae terminaba de secarse las manos cuando entró en su sala, sólo veía una cabellera negra que ya estaba acomodada en la silla.
- Buenas tardes - saludó Hae al no recordar cómo se llamaba.
- Buenas tardes ¿Doctor? - saludó el joven.
- Dígame Donghae - sonrió Hae al verlo, era precioso, el tipo de hombre que le gustaba tener entre sus piernas, tomó su agenda y continuó - Lee Hyukjae, 35 años y abogado. ¿Qué lo trae hoy a mi consulta?
- Me toca una revisión de rutina, pero mi dentista no estaba disponible - señaló Hyuk mientras lo miraba de arriba a abajo - creo que terminaré cambiando mi dentista.
- Veremos que tal lo hizo el anterior - señaló Hae feliz del claro interés en él.
Donghae sentía su pantalón presionar su miembro debido a la erección atrapada, no había nada que excitara más a Hae que una boca limpia y esa estaba impecable, fingió revisarlo para ganar un poco de tiempo, teniendo a ese hombre con la boca abierta para él. A veces se cuestionaba qué tan enfermo debía estar para vivir con una erección constante en su trabajo, pero la verdad es que no le importaba mucho, era patológicamente un adicto al sexo y no se avergonzaba de eso. Una vez terminó limpió la comisura de la boca de Hyukaje y se quitó los guantes.
- La verdad es que está todo en orden - sonrió Hae - siga cuidándose de la misma manera, pero le recomiendo cambiar su cepillo dental por uno de cerdas suaves. Sus encías parecieran estar resentidas, pero eso puede ser debido a muchos factores.
- Muchas gracias, Donghae - dijo Hyuk mientras se ponía de pie y estiraba su camisa - me alegra saberlo.
- Puede venir a verme cuando quiera - señaló Hae con la esperanza de que entendiera la indirecta.
Hyukjae volvió a mirarlo de arriba a abajo, le ganaba por un par de centímetros, sus ojos azules le cautivaron, los imaginaba llenos de lágrimas debido al placer, podría intentar llevarse a ese chico a la casa. Se acercó mientras llevaba su mano hasta su cuello, el cual rodeó con sus dedos y presionando suavemente mientras unía sus bocas y metía su lengua dentro de la boca de Hae.
Todo el cuerpo de Hyukjae vibró al sentir el gemido que Donghae dejó salir, se alejó de él y mordió su labio hasta que la sangre brotó de él.
- Apúrate - dijo Hyuk sin dejarle decir nada - tienes 10 minutos para estar en mi auto.
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Hola! empezamos fuerte jeje, les traigo otra historia! esta todo planeado en mi cabeza y tengo apuntes de todo, no será muy larga pero sí muy muy intensa, espero les guste! Muchas gracias por leer y apoyarme! Les adoro un montón! Besitos
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Obedéceme [Eunhae +18]
Fanfiction- ¡Obedéceme Lee Donghae! - gritó Hyukjae mientras veía que el menor se dejaba caer sobre sus rodillas - así me gusta precioso, que sepas cuando debes callar y obedecer.