CAPITULO 14.

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EMMA.

A veces las cosas no pueden suceder como uno quiere y desea, yo lo quería a él, lo deseaba, lo anhelaba, pero que paso?, se me fue de las manos, se me resbalo como agua entre mis dedos. Mientras más deseaba tenerlo cerca más lejos veía ese sueño, tanta fue la decepción que termine rindiéndome...

AGNES.

¿Estaba nerviosa?

Si

Y mucho, pero ¿qué haría?, le demostraría a mi hermana, que puedo ser mejor que ella, que lo soy, que lo soy desde la cuna.

Que me da igual, si es mas ágil, mas bella, mas querida que yo, lo daré todo, y le demostrare que, entre las dos, ella siempre fue inferior a mí.

Ya me harté de hacerme a un lado, y de sentirme inferior, por ella.

ASHER.

Tenía que ayudar a tal persona a saber interpretar su roll a la perfección, claro, dicha persona es agnes.

—entonces solo tengo que mirarlos sin emoción, y hablar como una egocéntrica americana? —

—por así decirlo, si...— respire profundo, para tener mas paciencia con ella, pues es una buena persona, pero ya estoy harto de que sea tan blanda — Agnes ya te dije lo importante, ahora, resta de ti, poner empeño en esto, y callarles las bocas a todos...incluyendo a tu hermana.

—tienes razón, les callare sus bocas.

...

Luego de darle varios tips a agnes para que hiciera las cosas bien, empecé a dar vueltas por la casa, pues no he revisado muy bien la casa, además Emma no nos prohíbe recorrerla solo es especifica con que las chicas duermen en un lado y los chicos de otro, y es muy estricta con eso.

A veces me pregunto si esa chica se divierte, y luego digo que no, porque no la he visto si quiera, ser cariñosa ni con su propio hermano.

Ella le gusta cocinar cuando todos están ocupados pues odia que le hagan la guardia en la cocina, no le gusta que le entren los dedos a lo que ella cocina, y mucho menos le gusta el desorden.

Pero, si, ella es una chica muy sencilla, pero muy seria, si solo pudiera ver la chispa que antes habitaba en sus ojos.

Siempre...

Siempre me arrepiento de haberle hecho caso, y haberme alejado de ella, pero si no lo hubiese hecho, nunca estaría donde estoy.

Después de nosotros cobrar venganza.

Porque sencillamente es así, nosotros estamos cobrando venganza por todos los años de huida y sufrimiento, por la muerte de nuestros padres, por todo lo que hemos tenido que pasar.

Pero asher, aguarda...quédate conmigo, aunque sea solo esta noche, por favor, no me dejes ahora que no tengo nada.

Lo siento, pero debo de irme.

Casi me pego con la pared, por no estar prestando atención a mi caminar...pensándolo bien, ¿dónde carajos estoy?

Miraba por todos lados, y no encontraba donde me dijera por donde había entrado. Mas allá de donde me encontraba yo, había una pequeña escalera, que no sabía hacia donde llevaba.

Empecé a dirigirme hacia esta con pasos relajados, al subirla había una puerta, y por debajo entraba luz — será que podre salir por aquí?, solo me queda averiguar. — al girar la manilla de la puerta, lo que había en el lugar, era...de impactante a fascinante.

Todo el lugar era como un jardín techado, como un invernadero, pero uno en el cual podrías habitar felizmente.

Había una hamaca, un pequeño comedor, una bañera descubierta, una cómoda color Marrón, en una esquina un montón de cuadros, algunos lienzos en blanco y otros por mitad.

Cuando me adentré por completo, cerré la puerta, y con cuidado empecé a ver con adoración el bello lugar. Al acercarme al ostentoso ventanal y ver un estanque con una pareja de cisnes y dos crías más, me sentí con una paz, pero a la vez con un nudo en el pecho.

¿Aun así, quiero perderlo todo?

¿Y si lo pierdo todo?

¿Con que me quedo yo?

Estoy dispuesto a dar mi vida con tal de que Emma sea libre, si lo pierdo todo cuidando de ella en esta pelea, me iría en paz, porque realmente se lo debo.

Me prometí, que cuando ella volviera por mi estaría dispuesto a perder todo con tal de conseguir vengar a mi padre y los años que perdí sin este.

Estaba tan concentrado en mis pensamientos, que no me di cuenta de que alguien había entrado al cuarto, situándose lentamente a mi lado.

—así que encontraste su santuario de paz, ummm? —decía Enzo mirando por la ventana.

—de quien es esto?

—esto es de Emma, ella lo mando a hacer, es el lugar al que ella viene a relajarse, al que viene a esconder sus pinturas de mí. — decía riendo sutilmente.

—porque las esconde de ti, y si es que lo hace, como sabes que las oculta de ti?

—lo sé, porque siempre que ella pinta algo, sale a pintar sola al jardín hecho solo para ella, y el jardín está cerca de aquí, por eso no lo has visto, luego de pintar, guarda las pinturas que ella no quiere que yo vea. Ósea todas en general, las mete en su closet, y luego las deja aquí tiradas, porque cree que yo no se donde queda este cuarto, si yo mismo mande a hacer cada espacio de la casa, buscando que le encantara, y obviamente si le encanta. — suspiro con tranquilidad — ella realmente es tierna a veces.

—ella? ¿Es tierna?, estas seguro de eso? No he visto a Emma ser tierna desde que tu padre le decía que no fuera malcriada y le diera un abrazo, y ella corriera como típica niña a darle cariño a su padre, y eso que en ese tiempo ella tenía 17.

—bueno, Asher, te has perdido de mucho en realidad, ella es sarcástica, y así, pero se preocupa por el otro, sin pensárselo mucho.

—lo sé— no pude evitar que me saliera como un susurro, pues hablar de ella siempre hacia estragos en mi sistema. —oye y...crees que pueda echarle una ojeada a sus pinturas? — si el antes tenia media sonrisa, ahora la tenia completa sobre su cara.

—eso ni siquiera lo debes preguntar hermano...

Ambos nos dirigimos a ver donde no nos llaman cuando escuchamos un grito arriba. Rápidamente salimos y ahora dándome cuenta por donde llegue, detrás de Enzo nos adentramos al salón.

—no lo volveré a repetir — decía Emma o sueltas a mi perro o veras de lo que soy capaz lucas— ella estaba roja, de la ira, por lo que observo, nunca había visto a ese perro, pero de igual manera no entiendo el alboroto.

Enzo se aclaro la garganta llamando la atención de mi hermano y de su hermana —emmm, chicos no se si se dieron cuenta, pero, porque ambos pelean por el cachorro que claramente tiene dueño, Porque si mal no recuerdo ese perro es MIO porque esa no es Milu si no milo. — decía el mellizo con cara de pocos amigos.

Ella pareció entender así que de igual manera tomo al perro en sus manos y se dirigió a paso rápido hacia las escaleras, aun tenia curiosidad pues nunca habías visto perros por aquí, así que emprendí camino por aquí, recordando, posiblemente si haya visto a un perro, pero no recuerdo del todo.

Ella tenía un caminar demasiado atrayente para mí, sus caderas se movían como el movimiento del oleaje, no de manera brusca si no, de manera muy curvada, pasos decididos y sensuales por donde sea que lo mires.

Esta chica me tiene totalmente a sus pies.

Subiendo al segundo piso ella se adentró a una habitación muy colorida, y dejo al perro en el suelo, se giró hacia mí.

—necesito hablar contigo, no es nada del otro mundo, solo necesito que me des tu opinión sobre algo, y ya que siempre me escuchabas cuando estaba estresada, quiero que hablemos un rato

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DESCONOCIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora