Chico misterio
Camile.
Los últimos años de mi vida, los he vivido regida por los demás.
Antes de tomar una decisión, pienso en la reacción que traerá a los demás cada palabra u acción que tome.
Me encantaría poder vivir sin límites.
Muchos han de pensar en lo aburrida que debe ser mi vida viviendo de ese modo, y sí, en gran parte lo es. Sé que ese modo de vida le quita autenticidad a lo que soy.
¿Pero qué creen? Ni sabiéndolo paro.
Tengo mucho carácter escondido, mis cercanos lo saben, pero la mayoría del tiempo vivo escondida en mi caparazón, como si temiera salir de mi pequeña burbuja.
Y ese es el problema de todo: "La mayoría del tiempo"
Estoy sentada en el respaldo de una de las mesitas de estar que se encuentran cerca de la entrada al campus central junto con Tiffany, mi mejor amiga.
Hablamos de cosas banales mientras esperamos la hora para iniciar el primer día de clases de nuestro tercer año universitario. Ambas estamos estudiando leyes. Nos separan distintas ramas, yo me incliné por el derecho corporativo, pero aun así compartimos algunas clases.
La primera impresión que doy, es la de una niña dulce y tierna, pero cuando tengo que sacar el carácter a la luz, es mejor que nadie esté cerca.
A simple vista no se engañen con un rostro bonito, porque esos suelen esconder el carácter.
Empieza a aumentar el flujo de personas a los alrededores. Algunas de ellas pasan por nuestro lado haciéndonos ademanes de saludo con la cabeza y regalando sonrisas amigables, sobre todo a mí.
Mi reputación en Bricht es un equilibrio entre lo popular y lo normal. La gran mayoría me conoce y me saluda cada que puede.
Mi madre es la psicóloga principal del campus y todos la aman, y yo, tengo una habilidad para encantar a las personas con mi actitud que suele ser gentil y dulce a la hora de expresarme con los demás.
Tengo un don para lograr ayudar a las personas con sus problemas, mientras sea algo que este a mi alcance, esto último, heredado por mi encantadora madre.
Tener una madre psicóloga te hace entender y ver más claro muchas cosas a tu alrededor, verlas desde una perspectiva diferente y tener empatía.
Lo cierto es que todas estas personas creen conocerme pero ninguna lo hace realmente a fondo. Suelen conocer la parte superficial que hay en mí, la que todos ven, y es que a pesar de eso soy más reservada de lo que cualquiera al verme imaginaría, pero están tan ocupados admirando la belleza física que nadie es capaz de conocerme a fondo, a excepción de Tiffany y Bred, mis mejores amigos desde el primer año, los únicos dignos.
— ¡Hola Camile!—Saluda una chica mostrando una gran sonrisa en el rostro que deja ver sus blancos dientes.
Doy un largo suspiro inhalando la tranquilidad que desprende el aire.
El clima esta cálido. Una pequeña ráfaga de los rayos del sol que se escapan por las nubes que cubren el cielo densamente nublado me dan a la cara mientras tengo extendida mi cabeza hacia arriba. Vuelvo a dar otro suspiro cuando de repente toda esa paz es interrumpida unos minutos después cuando alguien más me saca de mis pensamientos.
— ¡Qué hay de nuevo Camile!—Habla entusiasta un chico pasando por nuestro lado sin dejar de caminar. Muestra una sonrisa nerviosa en su rostro a la que respondo igual con una sonrisa, como hago siempre con todos.
ESTÁS LEYENDO
Muros Inquebrantables
Teen FictionMuros, tan fáciles de construir y tan difíciles de quebrantar. Puestos en su lugar evitan que algo pueda atravesar. Aíslan, alejan, retienen. Edan ha construido muros inquebrantables a su alrededor para que nadie sea capaz de acercarse más de lo que...