La fiesta
Han sido los dos días más lentos de la semana, mi cabeza es un carrusel de emociones, no he dejado mi intranquilidad desde lo que pasó con Jack, y no creo que eso salga de mi cabeza hasta poder manejarlo de alguna manera.
Edan y yo hemos estado evitándonos, ¿Qué se podía esperar?. Ahora es como si nada hubiese pasado, como si nunca hubiésemos tenido esa conversación, como si no me hubiese abierto a él contándole algo tan delicado, total, no es algo que sea de interés para él, ¿por qué debería esperar a que él le tome alguna importancia?, por eso no esperaba más que fuera algo olvidado, pasamos la página y ya está, justo como lo dijo, fue como si no le hubiese contado, volvió a ser el mismo chico con ese semblante serio sin ningún rastro de emoción en su forma de ser.
Él es nadie.
Aunque no tan nadie al parecer, me irrita tener que escuchar a las niñas tontas por los pasillos murmurar cosas sobre él, lo guapo que es, y en estrategias para engatusarlo e incluso llevarlo a la cama, están locas por mover sus próximas fichas en la bendita fiesta, aunque lo último que yo esperaría es ver a Edan Collins en una fiesta.
Patético.
He visto a alguien hacer contacto con él, la muy hablada Madison, coqueteándole y sonriéndole por los pasillos, un poco raro que él le permita acercarse, estoy segura de lo que ella está buscando, él es hombre, supongo que la necesidad llama y según las habladurías de la gente, no están perdiendo el tiempo.
—Vamos Cami, tienes que ir.—Le doy una mirada irritada a Bred.
Bred y Tiffany llevan insistiendo más de media hora para que vaya a la fiesta.
Estoy acostada en el sofá, con Bred al final de este sosteniendo mis piernas y tengo a Tiff sentada en mi regazo, ambos están insistentes y sofocados, saben muy bien qué hacer para que termine por rendirme ante sus suplicas.
—Cami por favor...—me hace ojitos como una niñita—Has estado muy rara y distraída últimamente, deberías ir a divertirte.
—Tiffany tiene razón Camile,—apoya Bred— y aunque sabemos que algo te pasa, hemos respetado que no quieras hablar al respecto, por ahora,—hace énfasis en lo último—pero no vamos a tolerar que sigas de ese modo.—su voz es suave y me reconforta su apoyo.
Niego con la cabeza y llevo mis manos al rostro frustrada. Ellos tienen razón, si decidí quedarme este fin de semana en el campus lo mejor que podría hacer es salir para no quedarme aquí pensando en aquello, pero el hecho de poder encontrarme a Jack en la fiesta llega a mi cabeza y me abruma, de ir tendría que estar atenta para no topármelo, no quiero que los chicos sepan lo que sucedió y si llegamos a cruzarnos, automáticamente se darán de cuenta ante mi reacción.
Ambos me miran fijo poniendo caritas de cachorro y yo los fulmino con la mirada, sé que no se rendirán y suelo ser débil con esos dos juntos.
—Está bien.—resoplo rendida.
Ambos pegan un grito y se levantan chocando los cinco en un gesto cómplice a lo que acaban abrazándose, al darse cuenta de lo que hacen, ambos se separan incomodos y yo solo rio mirándolos, ellos son como el agua y el aceite, no hay afectos entre ninguno, por lo que los miro a ambos enarcando una ceja, ellos me devuelven la mirada extrañados y yo termino soltando una carcajada por su escena.
(...)
Me miro al espejo complacida, detrás de mí se asoma Tiff con una sonrisa de oreja a oreja al ver su trabajo en mi rostro: lápiz negro bordeando mis ojos, delineado, mascara de pestañas que resaltan y le dan a mi mirada según ella un toque intimidante y atractivo. "Lo intimidante es atractivo" dijo ella, y eso solo hizo venir a mi cabeza a una persona, aggg.
ESTÁS LEYENDO
Muros Inquebrantables
Teen FictionMuros, tan fáciles de construir y tan difíciles de quebrantar. Puestos en su lugar evitan que algo pueda atravesar. Aíslan, alejan, retienen. Edan ha construido muros inquebrantables a su alrededor para que nadie sea capaz de acercarse más de lo que...