Cercanías
Camile
A veces quisiera mostrarme valiente para todo. Tener el valor de enfrentar los problemas con más fuerza y carácter, no quedarme petrificada. No me malentiendan, ya sé que antes dije que lo tengo, por algo estudio derecho. Me refiero específicamente al tema de Jack, pero es que joder, jamás se me había presentado una situación como esa, me siento entre la espada y la pared.
Puedo decir verdades en la cara cuando la situación lo amerita,—que no son muchas— y cuando las hay, suelen ser con personas de confianza, personas que habitualmente trato o con quien sea, en situaciones que me parecen injustas. Incluso me atrevo a decir palabrotas en presencia de chicos que miden metro ochenta y son dueños de ojos verdes profundos que intimidan y desquician.
Luego de lo sucedido en la fiesta he tratado de evitar a toda costa, tanto a Jack, como a Edan. A Jack porque según lo que ya dijo, en cualquier momento podría venir a obligarme a estar con él, y yo no podría resistirme porque soy una cobarde cuando del tema se trata. Y a Edan, porque luego de lo que pasó en la fiesta, tengo una confusión demasiado grande en cuanto a lo que me está empezando a suceder con él, somos como un imán, no puedo explicar la mezcla de sensaciones que me invaden cuando lo tengo tan cerca. Lo mejor ahora, es guardar distancia mientras trato de aclarar que es esto que me está sucediendo, o tal vez ya lo sé, pero quiero aplazar lo que ya creo.
Cada vez que estamos juntos la cercanía se torna peligrosa, últimamente los encuentros son más, ya sean en fiestas como aquella o en los pasillos, donde queramos o no, nos terminamos encontrando. Aparte de que siento que cuando estamos muy cerca empieza a hacer demasiada calor de pronto.
Y por si fuera poco, el lunes cuando decidí ir a visitar a mi madre a la oficina, sucede que decido ir justo cuando él está dentro en alguna de sus secretas sesiones. Dios mío, que vergüenza, ¿Qué habrá pensado? ¿Qué lo estaba siguiendo o algo parecido?. Cuando salió solo me observó por unos segundos con su expresión indescifrable de siempre y sin más, se marchó. En realidad lo agradecí, me estaba poniendo nerviosa solo de verme como lo estaba haciendo, tampoco esperaba que dijera algo, después de todo ¿Qué podría decir?, es Edan.
—Se acercan los días fríos—dice Tiff acomodándose con firmeza su chaqueta marrón.
Estamos en el área verde del campus más alejada, como lo hemos estado haciendo esta semana, les metí un cuento de que quería estar lo menos rodeada de personas para tener paz y más aire puro. Aquí no son muchas las personas que pasan el rato por lo alejado que está del campus central, así que es lo que necesito.
—Perfección, aunque a lo mejor y muero de una hipotermia en esta temporada.—sonrío encogiéndome de hombros.
Bred y Tiffany empiezan a reír ante mi comentario. Saben cuanto amo los días fríos y lluviosos, pero a la vez soy muy floja para aguantarlos. No soy tan fuerte para aguantar el frío, me vuelvo más propensa a pescar resfriados con este clima, mi nariz se vuelve un desastre, se torna roja por las altas temperaturas, al igual que mis labios. Es raro que ame mucho esta temporada, pero ella me odie mucho a mí.
Pasamos el rato como ha sido rutina. Bred y Tiffany han estado extraños estos días, ninguno ha querido contar detalles de su nochecita caliente del sábado, lo he dejado pasar, pero en algún momento tendrán que soltar la sopa.
Ambos insistieron tanto por el suéter con el que terminé saliendo de la fiesta, que tuve que contarles que Edan fue quien me lo dio. A Tiff casi le da un paro cardiaco cuando le conté todo con lujo de detalles, según ella no es normal la reacción que tuvo. Le dije que lo dejara pasar, difícilmente terminó aceptando.
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Muros Inquebrantables
Teen FictionMuros, tan fáciles de construir y tan difíciles de quebrantar. Puestos en su lugar evitan que algo pueda atravesar. Aíslan, alejan, retienen. Edan ha construido muros inquebrantables a su alrededor para que nadie sea capaz de acercarse más de lo que...