CAPITULO QUINCE

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Blu despertó de manera abrupta por un ruido fuerte a lo lejos. Frunciendo el ceño y con un sabor metálico en la boca, arrugó la nariz cuando la luz termino por sacarla de su pesado sueño al golpearla en el rostro.

Por alguna razón esa mañana se sentía especialmente cansada y pesada, gruñendo adormilada y apenas abriendo los ojos estiro sus brazos buscando el cuerpo de Jin, sin embargo solo logro encontrar sabanas y un espacio ya vacío y frío.

Tallando sus ojos los abrió y solo comprobó lo que ya sabía, Jin ya se había marchado. Una mirada al reloj de su lado de la cama le informo la hora; casi las 10 de la mañana.

Por un segundo una sensación de pánico hizo jadear a la chica, pero entonces recordó que había pedido algunos días libres en su trabajo y más allá de revisar su correo en caso de que algo urgente surgiera, no debía preocuparse por la revista.

Tomando una orilla de la sabana se puso de pie y abandono la cama. Su cuerpo fue recorrido por un escalofrió cuando sus pies descalzos recorrieron la amplia habitación hasta la puerta y salía hacía el pasillo.

Hasta entonces Blu fue un poco más consciente de lo ruidoso que estaba en departamento, llegó hasta la sala y al dirigirse a la cocina, un fuerte olor a hiervas la golpeo.

Al pasar por el marco de la puerta vio a su madre sirviendo lo que fuera que había estado licuando en un par de vasos de cristal. Llevando uno de sus vestidos amplios y coloridos, y con algo burbujeando en el fuego de la estufa.

Tratando de peinar su cabello con los dedos para no lucir tan desalineada entro. Al notar la presencia de la chica su madre la miro y le sonrió.

―Por fin despiertas ¿Sabes que hora es? Ven a sentarte te prepare un licuado.―señalo el asiento al otro lado de la barra frente a ella y acerco la bebida al lugar. Blu como si fuera una una niña pequeña siguió las ordenes de su madre.―Tu esposo dijo que habías tenido problemas para dormir...

―No es mi esposo...―susurro Blu tomando el vaso y dando un pequeño sorbo, el licuado de un intenso tono rosado tenía un sabor dulce y cremoso.―Y he tenido cólicos.

―Eso es porque no te alimentas de manera correcta y pasas todo el tiempo preocupada, debes aprender a canalizar de manera correcta tus emociones para que no te afecten, sobre todo ahora, muchos no lo saben pero la personalidad de los niños se forma en parte a los sentimientos que las madres experimentan a lo largo de la gestación. ―la chica se limito a sentir con la cabeza y beber un poco más.―Debes terminarlo todo, no seas terca como tu esposo.

―¿Lo hiciste beber esto?―rio señalando el licuado.

―Por supuesto que no, el suyo fue distinto, tu aura esta completamente salpicado de ese horrible tono dorado de estrés, él suyo es brillante y naranja.

Rio.―Por favor dime que no le dijiste eso a Jin

―Lo hice.―afirmo la mujer bebiendo del otro vaso.―Ya se que para ti mis creencias son estúpidas, pero...

―No creo que sean estúpidas mamá, me gusta la idea de que cada persona tenga un aura que refleje su sentir, es solo que...no estoy segura de que a Jin crea demasiado en ello. De cualquier forma.―cambio de tema de manera abrupta.―¿Qué es ese olor? ¿Qué estas haciendo?

―Sopa de Kale y tofu.―al instante Blu frunció el ceño.―Quita esa cara, es bueno para ti. ¿Por qué eres tan quisquillosa? ¿Cómo es que tu esposo a logrado hacerte comer todos estos meses?

―Ni siquiera yo se. Pedí unos días en el trabajo, así que estaré contigo ¿Cuánto tiempo planeas quedarte?

―¿Por qué? ¿Ya quieres que me vaya?

Bloodline | ksj. #BabySaga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora