Bloodline | ksj. #BabySaga

CAPITULO CINCO

Blu golpeteo el suelo del ascensor al siguiente día, mientras este subía hasta las oficinas de la revista. Bajo su brazo tenia su portátil con la última edición de la revista corregida. Pero ciertamente, su cabeza no estaba en ello, más bien la idea de que ahora todos supieran de su estado la tenia nerviosa y ansiosa, no había podido dejar de pensar en ello desde que desperto para prepararse para ir al trabajo.

Mientras se duchaba o se vestía con los jeans ajustados a la cintura y la camisa solo deseaba con todas sus fuerzas que su jefe no haya....

--¡Blu!-- su compañera Halsey la llamo en cuanto las puertas del elevador se abrieron. Blu la miró.-- ¡Felicidades! ¡En hora buena!

Maldito idiota. Gruño con el sabor amargo subiendo por su garganta.

Halsey fue solo el comienzo de lo que termino siendo una ola de felicitaciones por su embarazo, lo que Blu solo pudo agradecer sin otro remedió y mostrar una sonrisa más bien diplomatica.

Bueno, se dijo Blu, al menos el presidente Huron se había ahorrado los detalles. La gente bien sabia que estaba embarazada y esa era la razón por la que ayer se había desvanecido y había sido llevada al hospital, no sabían el resto, lo que resulto por lo menos un poco aliviador.

--Te juro que yo no les dije.--susurro Blair cuando Blu llego a ella.

La chica negó con la cabeza para que no se culpara de ello y le sonrió.

--Déjalo, tarde o temprano se hubieran enterado.

--¿Cómo te fue ayer con Jin?

--Pues...

--Blu.-- Shawn, el chico de gráficos interrumpió a las chicas-- el señor Huron quiere verte en su oficina.

--De acuerdo, gracias, Shawn.

--De nada y por cierto, felicidades por el embarazo.

Tensando los labios, Blu susurro un 'Gracias'. Y maldiciendo hacia Blair que parecía un poco divertida de toda la situación recorrió la revista hasta la puerta de cristal con el nombre de su jefe impresa en esta. Tras un par de toques en la superficie de la entrada y que el hombre le diera el paso, Blu entro.

--¡Blu, pasa, pasa!

--Buenos días señor, le acabo de enviar por correo la edición de la revista con todo corregido, disculpe que no lo haya hecho anoche pero...

--¡Ni lo digas, Blu!-- el hombre hizo una seña desdeñosa para quitarle importancia al tema mientras se ponía de pie, rodeaba el escritorio y llegaba frente a este para sentarse en la orilla de la madera.-- Ayer nos llevamos un gran susto después de que perdieras la conciencia ¿Por que no me dijiste lo del embarazo? Hubiera sido mucho más comprensivo contigo, te he hecho trabajar de más, si tan solo lo hubiera sabido...

--Esta bien señor...

--No, no.-- suspiro.--Pero me alegra que estés mejor. Muchacha, yo siquiera sabia que tenias novio, pero él parece un sujeto agradable ¡Y medico! te encontraste a uno bueno, Blu.

--Ah...-- Se removió incomoda.--Gracias.

--¿Cuanto tiempo llevan saliendo? Con lo enfocada que estas en el trabajo cualquiera diría que no tienes tiempo para salir, pero incluso lo tuviste para embarazarte.-- el hombre rió, aunque Blu no pudo hacer otra cosa más que sentirse incomoda.-- Tienes que descansar más, Blu, cuidarte más. No quiero una demanda contra explotación laboral.

--Descuide señor, no habrá tal cosa.

--Bien, es lo que quería escuchar. Si necesitas algo más, házmelo saber ¿De acuerdo? Si quieres tomarte unos días de descanso...