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Capítulo 32: "Necesidad"
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Narra Valerie
Me siento extremadamente pesada. No puedo abrir los ojos por el enorme esfuerzo que me requiere y la boca la tengo extremadamente seca. Eso por no mencionar el ardor que tengo en varias partes del cuerpo.
Intento levantar una mano para saber, al menos, que estoy viva, y no solo respirando, pero me detengo apenas escuchando a alguien cerca de mí.
--Ya se encuentra estable, señor Galloway--dice una chica. ¿Galloway? ¿William Galloway?
--Eso lo he escuchado más de una vez-- responde otra voz, una más exasperada, acercándose a uno de mis costados, brindándome un calor particular-- Solo déjeme confirmarlo por mí mismo-- vuelve a hablar.
Definitivamente, es mi William Galloway. ¿Pero dónde estamos? No recuerdo nada.
--¿Qué estupidez hiciste, Valerie? ¿Por qué?-- Creo hacer una especie de sonrisa, que seguro parece más mueca que otra cosa. Es sorprendente que sin importar el lugar, siempre se repite su actitud inquisidora.
Es un encanto
Entonces, a juzgar por su pregunta, ¿qué pasó? O mejor dicho ¿qué hice?
--Hizo una mueca-- Habla él de nuevo y alcanzo a percibir un poco de alivio.
--La tendré que sedar, señor, así que retírese-- Escucho a la chica.
Intento estirar mi mano con todas mis fuerzas para detenerlo apenas siento el frío que me deja el que se aparte. Pero no lo conseguí. Ya no lo escucho...o siento.
--Tranquila, chica, vas a estar bien--vuelve a hablar la enfermera-- Vas a estar bajo el efecto del sedante para que no sientas dolor--
Apenas dice eso, siento un líquido en el brazo derecho, por dentro... en las venas. Mis sentidos, antes al menos un poco más agudos, comienzan a dormirse de a poco y caigo en una especie de trance.
Estás bajo el efecto de las drogas
Drogas
Efecto de las drogas
Bajo las drogas
Drogas
Estás bajo el efecto de las drogas
Efecto de las drogas
Las drogas
--¡Drogas!-- Despierto agitada. ¡Qué puto susto! Me siento de un salto en la cama King con sabanas egipcias de 400 hilos. Paso con desespero las manos por mi cara con la esperanza de sacar la horrible imagen de mi cabeza.
--¿Qué pasó?-- Un ronco y muy sexy William sin camisa me abraza por detrás mientras que con una de sus manos acaricia mi cabello enmarañado y con la otra uno de mis senos.
--Una pesadilla-- logro decir entrecortadamente, pero ahora no por el susto, sino por lo que William comienza a provocar-- Pero gracias a ti se me comienza a olvidar--
--Bien-- Me da una sonrisa de depredador y comienza a atacar mis labios.
El susto me abandona totalmente de golpe, y es reemplazado por una sensación más agradable que dura gran parte de la noche.
Creo que hacer el amor con William Galloway podría curar cualquier enfermedad en el mundo.
--William--susurro apenas. Ambos estamos desnudos, nada más cubiertos por una sábana arrugada. Él se encuentra en la lado derecho, un poco distante y yo en mi lugar, al otro extremo de la cama, temiendo preguntar-- ¿Tú me... tú me amas, William?-- suelto al fin, aún más bajo que al comienzo.
Él solo se da media vuelta en mi dirección y me obsequia una mirada condescendiente, decidiendo si reírse de la absurda pregunta o esperando a que yo la niegue. Pero nada de eso sucede. Él vuelve a su posición anterior, mirando al techo, en parte decepcionado.
Después de soltar un suspiro cansino habla
--¿Amarte, Valerie?--
--Sí-- respondo yo
¿Es acaso tan difícil?
--Te necesito--
--Sabes bien que el amor no es necesidad--
--Sí para mí, Vale. Es necesidad. Te necesito en mi vida, aunque no sea eso lo que quiero o tú esperas. Pero te necesito--
Siento que una parte de mí se quiebra. Mis ojos comienzan a aguarse y un intenso ardor se instala en mi pecho. Me quedo estática en mi lugar, de constado al hombre que, sin importar cuantas veces me rompa el corazón, seguirá siendo el amor de mi vida. Una de las lágrimas acumuladas se derrama por fin, pero insisto en no moverme. Quiero que él se dé cuenta lo que ha hecho
--Te he entregado todo de mí, William Galloway. Todo lo que he podido y lo que no... pero no es suficiente. No es suficiente-- repito-- No es ni siquiera suficiente para que me quieras en tu vida de buena gana y no como algo de lo que dependes.--
--Te mereces más que eso, Valerie--
--¿Y POR QUÉ NO ME LO PUEDES DAR TÚ?-- estallo. Mi corazón es cada vez más pequeño y se aprieta cada vez que él habla.
--No puedo-- se reacomoda en la cama, mirándome ahora--Pero te necesito Valerie, y eso es algo más fuerte que cualquier inocente amor podría brindarte jamás.-- Estira una de sus manos y seca el rastro de lágrimas que surca mi cara-- No creo poder amarte jamás, pero nunca podré alejarme de ti--
No luce afectado. Ni siquiera hay rastro de que al menos siente el hecho de que me lastima tan cruelmente. Al él no le importo en absoluto.
--Bien--suelto resignada-- Aceptaré eso. Supongo que es a lo mejor que podré optar en esta vida-- Me levanto de la cama y cubro mi desnudes con una prenda del suelo. Volteo ligueramente la cabeza para verlo: ahora sus brazos descansa tras su cabeza, su cuerpo está recostado mirando el techo otra vez. Su torso, su desnudes cubierta, sus pies... nada muestra ni pizca de arrepentimiento. Es más, luce bastante satisfecho con su actuar, incluso sabiendo que me destrozó lo mejor que pudo.
Me encamino al baño y me observo en el espejo.
Un dolor agudo se hace presente en mi cabeza, acompañado de una especie de pitido. Me aferro al lavabo con la esperanza que se detenga. Pero no sucede. Levanto la cabeza al espejo, pero una horrorosa imagen se hace presente, la misma maldita imagen del sueño: Una chica rubia, escuálida, cubierta apenas con lencería blanca, reposa sobre una tina de mármol... cubierta en sangre. Tiene cortes en los brazos, piernas, abdomen... su cabellera dorada, al igual que su cara, tiene manchones rojos. Hay un gran espejo destrozado, y piezas de este cubre el el suelo.
La chica levanta la cabeza y me mira con una mezcla de sorna y profunda tristeza.
Mierda
--Soy yo--
(...)
2/2
Mis amoreeees
Lamento la tardanza. No hay escusas.
Y prometo dejar de prometer cosas jaja
No me odien
Con amor,
IsiJota💛
PD. Perdón por posibles faltas ortograficas y de redacción. COMENTEN PORFAVORSH
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La Admiradora Del Jefe
RomanceGoue Holding es el mayor imperio publicitario a nivel mundial y su sucursal más importante se encuentra en Filadelfia ¿El problema? Roma no tolera a su jefe, lo considera un "egocéntrico de mierda'' y el playboy idiota más cotizado de Pensilvania...