Capítulo 10.

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Dos palabras.

Maldita resaca.

Joder, me duele la cabeza como los mil demonios, creo que ayer la pase muy bien, aunque no recuerdo exactamente lo que hice.

Mi último recuerdo fue que bese a Dave, hermoso y ultimo recuerdo. Sonrío inconscientemente y paso mis dedos por mis labios. Aprieto muy fuerte los ojos, Scott esta tirado en el piso envuelto en sabanas y con sólo un bóxer puesto. Yo por el contrario, estoy vestida con la ropa de ayer, incluso los zapatos, lo que quiere decir que estaba tan borracha que no pude ni cambiarme y colocarme una pijama.

Bajo a la cocina, mi madre no está en casa por lo que puedo ver, agarro unas pastillas, y un vaso de agua y subo de nuevo a mi cuarto. Me tomo un par de pastillas y les dejo otra a Scott. La cabeza me va a explotar, siento que me están martillando mil hombres llenos de furia. Joder.

Entro al baño, me lavo la cara y los dientes, mi cabeza aun sigue doliendo. Me siento como los protagonistas de ¿Que paso ayer? La mitad de mi noche ha sido borrada de mi memoria y no tengo idea de que putas hice. Decido bajar y hacer algo de desayunar, mi mamá no está en ningún lado y no dejo desayuno hecho, supongo que no durmió aquí anoche. Saco la mezcla de los wafles que quedo de ayer en la mañana, hecho un poco de aceite en un sarten y vierto un poco de líquido, Scott ama mis wafles. Pico un poco de fresas en un plato para acompañar los wafles y hago un poco de café.

Con mi trabajo terminado, sirvo el desayuno y subo a mi cuarto, me detengo a mitad de camino y me doy cuenta que son las once de la mañana. Dios, tengo mucho que estudiar para los exámenes de la semana. Cuando entro al cuarto, Scott ya está despierto, esta sentado en el piso pasando la mano por su cabello alborotado.

—Buenos días. —lo saludo.

—Me duele la puta cabeza. —responde este. Río

—No eres el único. Te traje desayuno.

Scott sonríe, se levanta y entra al baño. Joder, benditas sean las nalgas de mi amigo.

Mente sana, Suzanne

Suelto un suspiro y empiezo a desayunar. Scott se me une cuando sale del baño, esta vez ya cambiado y bañado. Comemos en silencio, ambos sumidos en nuestros pensamientos, supongo que tratando de adivinar que coños hicimos ayer, aunque por la expresión de Scott sabe que hizo y no es nada bueno, así que decido preguntarle.

—¿Hiciste algo malo ayer? —pregunto riendo.

—Malisimo. —dice con un terrible expresión.

Hago una mueca, espero que yo no haya hecho nada malo. Agarro mi celular de la mesa, tengo varios mensajes, dos de números desconocidos y muchos de Abby.

Número desconocido:

Hola Suzanne, soy Robert, el chico con el que bailaste ayer, bueno, mándame un mensaje cuando veas esto para poder vernos, eres muy genial, un beso.

¿Quien demonios es Robert? Abro el segundo mensaje, aun con expresión de desconcierto.

Número desconocido:

Hola, soy Steven, estabas bailando conmigo y bailas como los dioses, responde este mensaje y quizás una noche nos podremos divertir ;)

¿Qué? ¿Quienes son estos chicos? Hago una mueca y abro los mensajes de Abby. Luego averiguare quienes son.

Abby:)

BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora