Capítulo 4.

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—¡¿Missy?! —el grito de mi madre me hace levantar de mi preciado sueño. Mierda.

Me levanto de la cama y me quedo un rato quieta tratando de recuperarme. Odio que me levanten de esa manera, estaba teniendo un lindo sueño donde mataba a Alex, ¿Que la gente no puede entender eso?

El grito de mi madre me hace sobresaltar.

—¡Missy! —a regañadientes me levanto. Agarro mis pantuflas de conejitos y bajo rápidamente a la cocina. Hoy mi madre sólo trabajo medio dia, por lo que no tendré que comer comida chatarra hoy.

Me detengo en shock cuando veo a Scott hablando muy animadamente con mamá. Habia olvidado que Scott vendría. Miro a mi mamá y le doy una sonrisa, luego miro a Scott y hago una seña con ni cabeza hacia arriba para que suba conmigo. Me doy la vuelta y subo las escaleras, siento los pasos de Scott detrás de mi.

Entro a mi habitación y la cierro con seguro después de asegurarme que Scott haya entrado. Mi amigo se sienta en mi cama, eleva la vista hacia mi y me evalua de arriba abajo, ¿que coños?

—Te ves asquerosomente horrible. —dice con una mueca.

Rápidamente me dirijo al espejo. Scott tiene razón, soy un asco. Una pantalón demasiado corto, una camisa de tirantes que deja ver mi sosten, si, me gusta dormir con sostén, mi cabello esta hecho un lío y ni hablar del maquillaje.

Hago una mueca de disculpas, y no le presto atención.

—Me has visto peor. —le digo setandome al lado de el.

Scott se quita la camisa, de modo que queda en camisilla. Creo que la confianza que existe es demasiada, el no es el único que ha hecho eso, me he paseado en su cuarto solo con sostén y un pantalón cuando duermo con el. No lo malinterpreten, es mi mejor amigo. Con dormir con el me refiero a cuando duermo en su casa, en camas diferentes. Mi amigo me mira curioso.

—¿Y bien?

—¿Y bien que? —Pregunto confusa. Scott hace una mueca y se pasa la mano exasperado por la cara.

—Tienes una memoria de pollo, Missy. —señala negando con la cabeza.

—¿De que diablos hablas? —Pregunto confusa.

—Ok, primero que todo, hablo del plan. —explica enumerando. —Y segundo, ¿Diablos? Estas muy extrovertida hoy señorita. —Scott finge desaprobación y niega con la cabeza.

¡El plan! ¿Ya Scott les mencionó mi memoria de pollo, cierto? Esto es vergonzoso.

Lo había olvidado completamente.

—Lo había olvidado. —susurro.

Luego de tomar una gran respiración, suelto sin mas.

—He decido ser lo que en realidad soy. La chica mala que soy.

—¿Una chica mala? —cuestionó mi amigo. Sentado en la esquina de mi cama me mira estupefacto, como si no creyera lo que acaba de escuchar. No lo juzgo. Volteo para encararlo y sonriendo satisfactoriamente le digo:

—Exacto. Para eso necesito tu ayuda.

La siguiente media hora me la pase explicándole a Scott y la razón por la cual había tomado esa decisión. Scott no dijo ni una palabra mientras yo hablaba, solo estuvo atento y asentía cuando yo le decía algo. Al principio pensó que era una idea loca y muy arriesgada. Me dijo que ser una "chica mala" no era muy fácil y que no siempre termina mal. Scott se quedo en silencio, pensando si aceptar o no.

—No se si sea buena idea, Missy.

—Por favor, Scott, en realidad no es tan difícil. Tu mas que nadie que lo de chica mala es lo mío, estoy cansada de fingir ser algo que no soy. No soy buena, me gusta ir a fiestas, me gusta divertirme.

BAD GIRL, GOOD LIPS. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora