Namjin: la historia jamás contada

La sorpresa de Suga

Min Yoongi había conseguido hacer lo que ningún otro artista había logrado jamás: que de una canción se hiciera una película y posteriormente se publicara su correspondiente libro. Generalmente eso sucedía al revés, eran los libros o las antiguas leyendas las que inspiraban a los artistas hacer películas o canciones. Cuando escribió la canción "Namjin" jamás pensó que tendría tanto éxito y que calaría tan hondo en las personas, ni mucho menos que harían una película sobre ella y posteriormente le pedirían que escribiera un libro. Su primer libro. De todas las cosas que imaginó que podría hacer en un futuro, escribir un libro sobre una historia de amor ajena era lo último que se le habría pasado por la cabeza. Pero eso no fue lo más sorprendente: fue la primera persona en la historia de la literatura que conseguía agotar un libro antes de que se publicara. Cuando se hizo público que tal libro saldría a la venta, la gente empezó a reservarlo para poder comprarlo el mismo día que saliera, y fueron tantas las reservas que la editorial tuvo que aplazar el día de estreno porque no tenían suficientes ejemplares para cubrir dicha demanda. Suga no daba crédito a lo que estaba pasando y la emoción y la alegría le habían embaído por completo: ARMY seguía allí. 

Hacía ya más de 30 años que BTS se habían separado y sus fans seguían allí. Cuando el grupo anunció el fin de la banda miles y miles de fans les mandaron mensajes asegurándoles que siempre estarían a su lado y les seguirían apoyando, pero Suga jamás pensó que eso sería verdad. Cuando un grupo se separaba los fans les lloraban una temporada y tiempo después acababan olvidándoles. ¿Quién les iba a decir a ellos que tres décadas después ARMY seguiría allí? Evidentemente a Yoongi le faltó tiempo para llamar a los chicos y contárselo. 

Cuando BTS se separó cada uno empezó con nuevos proyectos individuales pero nunca dejaron de ser la familia que siempre fueron, es más solían ayudarse los unos a los otros y quedaban para verse constantemente. Así que cuando por fin salió el libro lo primero que hizo Suga fue ir a ver a Namjoon para enseñárselo.

En las afueras de Seúl había un barrio conocido como "la zona rica" donde residían los ciudadanos con alto poder adquisitivo. Con el tiempo muchos famosos se mudaron allí así que el barrio empezó a crecer hasta convertirse en una especie de pueblo, completamente aislado de la ciudad, con mucha seguridad y al que tan solo se podía acceder por una puerta vigilada las veinticuatro horas del día. Los chicos de BTS compraron allí sus casas, cada uno con su estilo, así que ahora eran vecinos. Habían pasado tanto tiempo viviendo juntos que no se podían imaginar estar los unos sin los otros.

Con su libro bajo el brazo Suga caminó hasta la calle de atrás y tocó el timbre de la casa 23. Le abrió la asistenta.

-El señor está en la biblioteca- le informó la empleada amablemente.

-¡Cómo no!- Enfatizó Suga.

Había entrado en esa casa miles de veces así que sabía perfectamente el camino. Por ese amplio pasillo se cruzó con Dong-yul, el hijo, que llevaba una cazadora roja colgada de su brazo. Sabía perfectamente de quien era esa chaqueta: Jimin se la había regalado a J-Hope hacia un par de años.

-Si tu intención es ir a devolver esa chaqueta, Hoseok no está en casa- le informó Suga.

Suga tenía la teoría que a J-Hope realmente no le gustaba esa cazadora, así que se la iba "olvidando" por todas partes seguramente con la esperanza de que definitivamente acabase perdiéndose.

-Da igual – le respondió el joven- se la dejaré en su casa de todas formas-.

-Tú lo que quieres es ver a Yang-mi...- cayó en la cuenta Yoongi. Dong-yul le dedicó una pícara sonrisa. –Es como tu prima- se indignó el mayor.

-No- se defendió rápidamente el joven- me parece muy bien el rollo este que os lleváis entre vosotros diciendo que sois hermanos, que sois una familia... pero no es así: por más que lo repitáis ni vosotros sois mis tíos ni vuestras hijas mis primas. Papá está en la biblioteca- le informó mientras se alejaba a toda prisa.

-Somos tus tíos solo para lo que te interesa- le recriminó entre risas.

El joven tan solo le sonrió y siguió con su camino.

Suga siguió avanzando hasta llegar a la biblioteca. Dio unos pequeños golpecitos en la puerta y entró.

Namjoon, como de costumbre, estaba sentado en el otro lado de esa inmensa sala mirando por el gran ventanal.

-Hola ¿Cómo estás?- Le saludó.

-Hola. Bien- contestó el que había sido su líder- Estoy esperando a Seokjin que me ha dicho que ahora viene y le he prometido que no me iría a ningún lado hasta que volviera.-

-Le esperaré contigo entonces.  La verdad es que yo también tengo muchas ganas de verle- dijo Suga mientras tomaba una silla y se sentaba a su lado –Mira lo que te he traído- le anunció ilusionado.

Namjoon sonrió emocionado: su pasión por los libros parecía aumentar cada año que pasaba.

-Voy a buscar mis gafas... No recuerdo donde las he dejado- pensativo.

-No importa, es para ti, puedes leerlo en otro momento, pero si quieres te leo las primeras páginas a ver que te parece-

-Estupendo-

Yoongi sonrió y con toda la delicadeza del mundo abrió por primera vez su obra, carraspeó para aclarar su garganta y con voz firme empezó a leer:

"Capitulo 1: Namjoon, el futuro líder"