Capitulo XIV

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Mamá y papá salen de la casa con una alegria que se me contagia de inmediato, salgo del carro, tomo mi maleta, que mi padre me quita de las manos, pone en el suelo para asi hundirme entre sus brazos, como extrañaba esto, estos abrazos, este hogar, y aquí es cuando empiezo a suponer que nunca llego ese mes, que nunca llego ese dia lunes. Comienzo a suponer que jamas esto acabo con nosotros, que jamás me fui, y que todo aquí no ha sido olvidado, lagrimas corren y con seguridad puedo decir que no es tristeza, de verdad los extrañaba.

- Los amo, cuanto los extrañe - Digo con mi voz hecha un hilo acompañada de sollozos.

-Te amamos, y nos hacias mucha falta princesa, no llores más - Dice mi padre mientras limpia mis lagrimas, tomo mi mano la lleva a su boca y le planta un beso, un hermoso beso que suena repetidas veces en mis oidos y me hace sonreir.

Papá toma la maleta, se despide del joven taxista digo joven pero quizas tienes sus 40 y tantos, durante mamá y yo entramos, hablando de lo cuanto nos extrañamos, de las cosas que han cambiado, de lo bien que he estado, y de que jamas me volveré a alejar así, todo esto me hacía tanta falta, esta frescura, esta simplicidad a la que una vez le invente mil defectos, pero que ahora es todo lo que mi alma pedía.

Entro a lo que antes era mi cueva, en la que muchas veces crei bonito creer en los deseos, siento un pequeño escalofrios al cerrar la puerta, y vaya, esto es estupendo, pellizco mi brazo para cerciorarme de que no es otro sueño de mal gusto, y de que estoy aqui, siendo feliz, creyendome una tonta niña otra vez. Mi celular suena sacandome a patadas de mi mente, lo tomo y noto que es Alexa.

*Alo? - Contesto y sonrio, es extraño saber que a pesar de tantos altibajos, de tanto alejarme, de causar dolor a personas que no lo merecian, de que mis manos traspasaran corazones, y no me diera cuenta de que me estaban amando a ojos cerrados, esas personas sigan ahi.

-*¿Ya estas en casa? ¿Por fin? Lo sé, lo sé, son las 1:30am pero, ¿nos podemos ver? Tengo una idea para hoy - Rio a carcajadas, es increible como todo puede estar tan parecido o mejor que antes.

*Deja me cambio y salgo - Cuelgo.

Mis ojos brillan, bah, me hace falta esta adrenalina, es por tanto que ahora es cuando empiezo a odiar muchas de mis decisiones, mi vida la habia perdido en solo 5 meses y medio.

Tomo mi toalla y entro al baño, y durante cae el agua en mi cabello, palabras pasan por mi mente como si mi subconsciente hablara:

Y comprendo que hay personas que brillan sin ser estrella, y que hay silencios que separan, sin ser kilómetros. Que la vida es un poquito así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle uno. Un sentido, con nombre y apellidos, a ser posible. Un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices, que las comparta con nosotros. 

Comprendo que enamorarme era una necesidad tan importante como respirar, y qué, al igual que moriría si no respiraba, también lo hago, aunque de distinta forma, no amaba. Pensaba eso del amor. Y también pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos, porque tenían miedo de que alguien llegase y les hiciese daño, tal cual yo lo hacia antes. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños, las esperanzas. Que te quite las ganas. Así que nos vestimos con un poquito de orgullo, y lo miramos todo desde la distancia, tanteando el precipicio antes de saltar, porque si vamos a morir, queremos morir por alguien que sepa llorarnos. 

Y sobre el desamor (o cuando sientes cosas bonitas por alguien que ya está sintiendo cosas bonitas por otro) pensaba que, a veces, es inevitable. Y que, ojalá, pudiésemos elegir de quién enamorarnos, y hacerlo de aquella persona que supiese querernos. Pero las cosas, por desgracia, no son así. Y muchas veces (más de las que me gustarían) terminamos padeciendo insomnio por alguien que, además, e irónicamente, nos hace soñar. 

Y luego termino hablando sobre la capacidad de olvidarnos de las personas, y sobre la naturaleza de los recuerdos, diciendo que la mejor forma de olvidar a alguien que nos duele recordar es llegando a la conclusión de que no merecemos eso, de que merecemos algo más. De que merecemos sangrar por alguien que, luego, venga a curarnos. De que la vida no es tan larga, ni dura tanto, como para estar perdiendo el tiempo esperando trenes que ya han pasado. De que hay que sonreírle a los amaneceres, independientemente de que llueva e independientemente de que compartamos cama con la soledad. Que las cosas llegan cuando menos las esperas, y que si siempre las estás esperando, sólo tardan en llegar un poquito más. Pero llegan, tarde o temprano.

Y entonces digo: "Sigo queriendo a toda la gente a la que he querido en mi vida, pero sólo amo con esa urgencia en la mirada a la esperanza de que, un día, y qué más da cuándo, amaré a alguien y será para siempre".

Sonrio ante aquellas palabras, siempre pienso tonterias, siempre trato de reflexionar mi vida bajo el agua, pero al salir lo olvido, olvido todo, salgo de la ducha, tomo la toalla, la coloco en mi cuerpo, empiezo a escoger mi ropa, solo me pondre una sexy blusa corta y un legging con estampado y unos botines deportivos, recojo mi cabello en una trenza de medio lado, y estoy lista en una hora supongo, escucho un golpe en mi ventana, y me asomo, es Alexa, tomo mis llaves, y dejo una nota "Papá, mamá, sali con Alexa, vuelvo ahora, los amo."

-Alexa, ya estaba saliendo - Rio, mientras cierro las puertas.

-Pues claro, ya lo imaginaba - Me da un empujoncito, y frunce los labios.

-Oye, era en serio - Trato de esconder mi sonrisa, pero es casi imposible, ella me ve y rie - Qué? Acaso no me extrañast..... - No me deja terminar la palabra cuando se abalanza a mis brazos, sin darme mas opciones que abrazarla fuertemente y no querer soltarla. 

Se aleja y tratando de tomar su antigua posicion - Por supuesto que te extrañe, cabrona - Una lagrima brilla en su mejilla, la limpio, y sonrio.

-Vamonos ya, llorona - Doy pasos adelante y sonrio, puedo sentir que a mis espladas tal vez, solo tal vez, esta haciéndome mofa.
Corre hasta quedar a mi lado, dice "ni siquiera sabes a donde vamos" y con solo decir eso, me hace la noche, el camino hasta su asombrosa idea (la cual no estaba muy lejos de mi casa, solo a unos 10 minutos)  fue entre risas y golpes, realmente necesitaba esto. 

Un orgasmo más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora