Capitulo XXVI

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POV Chico afrodescendiente

Era un día algo difícil, otro día que me tocaba ir a una de esas absurdas terapias.. Ya sabia que no tenia ningún problema de obsesión esto era tonto, la verdad a mi papá le fascinaba gastar el dinero.

Llego a la clínica y logro ver desde la planta de arriba una chica caer en los brazos de Ruperth (el guardallaves con más tiempo en la clínica). Dos chicas se acercan y la toman, realmente esta chica debe estar mal. Y su muñeca, su muñeca sangra, oh no.

-Tengo que ayudar- Le digo a Frank, quien es uno de los tantos vigilantes, y mi único amigo.

- Ni lo sueñes, no es tu problema Antuam - Dice haciendo que sienta sus palabras como un gran golpe en el cogote. Respiro hondo y asiento.

******
Pasadas quizás 2hrs, veo que sale de la sala 141, sonrió al ver que ya esta mejor su muñeca, su muñeca izquierda. La veo salir algo pálida y con un caminar algo apresurado. Así que ¿por qué no la sigo? Es por su bien.

"Ni lo sueñes, no es tu problema Antuam"

Alejo ese pensamiento de mi como si fuese una fastidiosa mosca detrás de mi comida.

Siento que alguien me toma de la mano, y al voltear es Frank sonriente.

-¿Que paso? Hermano - Digo mientras me giro desesperado buscando a aquella hermosa chica.

- ¿Buscas a Dayanna? - Dice, mientras yo termino de escuchar ese nombre en cámara lenta.

-¿DAYANNA? - Grito, y él sonríe. Las personas giran hacia mi, pero las ignoro. - ¿Dayanna?- Repito nuevamente más despacio y más bajo. Ahora es Frank quien atrae la atención con semejante carcajada que da. Le doy un pequeño golpe en el hombro, y sigo tratando de conseguir a la chica, a D-a-y-a-n-n-a.

- Si, ese es su nombre - Dice entre risas y yo me alejo - Al menos agradece, man - Escucho que grita a mis espalda y río, mientras alzo mi dedo medio al aire, hacia él.

Conozco la clínica como la palma de mi mano, he estado asistiendo un gran tiempo aquí, y de verdad no exagero, es mucho tiempo.

Necesitó un poco de agua, ya llevo quizás unos 6min dando vueltas por todos lados, quizás Dayanna ya se fue. QUE FACIL ME RINDO.
Kakaut es una de las pocas cafeterías con excelente atención en este lugar, y siempre suelo comer allí, puede que ya mi merienda este lista, ya es algo tarde y el hambre me esta matando.

Me acerco a Kakaut, saludo a Claudia quien va a sonriente como siempre a llevar una bandeja roja.
Pido mi comida, la verdad es que solo es una ensalada de frutas.
Mientras de lejos saludo a Claudia, quien de inmediato entiende que necesito comentarle algo, quizás ella si a visto a D-a-y-a-n-n-a. Que bello es ese nombre.

Claudia no se tarda ni 5min, cuando ya esta de vuelta, me asomo hacia la puerta y logro ver en el comedor a la chica.. A la bella chica con venda en su mano izquierda.

-Hey, Anto - escuchó a mi espalda, mientras echo una mirada a la mesa de Dayanna, sonrió y volteo.

- Clau - Exclamó levantando un poco mi bandeja.

- ¿Que miras, eh? - Lanza sin anestesia y yo rio.

- Sigue mi vista - Digo mientras vuelvo a mirar hacia la mesa, sonrió y me alejo de la puerta.

- ¿La chica? - Dice y yo asiento- Ohhh, ve a su mesa, esta sola - sonríe y me contagia.

-¿No sera algo atrevido? - la miro nervioso a los ojos, Clau es la típica chica que inspira hablarle sobre tu vida después de un simple "hola". Es asombroso todo lo que sabe de mi, mientras que yo solo sé de ella, que le gusta su mismo sexo.

-Solo pide asiento y agradece - Rie, me da un beso en el cachete y se va hacia la barra.

Ok, aqui vamos.

Salgo de la panadería en dirección al comedor, la mesa, la chica... Vaya, ¿en serio estoy haciendo esto?
En lo que el Dr. Harold se entere me mata.
Tenia mucho tiempo sin sentir aquella necesidad de saber toda la vida de una persona, de querer saber con quien habla a diario o a que personas le parece bonita de su grupo de amigos.

Me coloco a un costado de ella, y la observo fija e inconscientemente, hasta que ella nota mi mirada, y hace lo mismo que yo hace unos segundos, hasta que sonríe y eso, eso me relaja de tal manera que le regreso la sonrisa.

-Puedo.. Pue.. Puedo tomar asiento? - ¡Rayos, que torpe!

- Ohhh si por supuesto, esta desocupado y la verdad necesito compañía, esta mesa es algo grande - Dice con una sonrisa nerviosa y llevando un mechón de su cabello detrás de su oreja.

Entablamos una larga pero risueña conversación, siento una extraña conexión cada vez que me rosa...
Me levanto, es hora de una despedida, ya voy tarde a la terapia y la verdad no es nada bueno hacer esperar al Dr. Harold.

-Bueno un placer, ángel - Digo, con muchas ganas de decir "Dayanna" pero mejor no, no quiero asustarla. Noto que escribe algo en una servilleta, quizás es un email que vio en algún lugar, miro a mi alrededor pero no veo nada interesante, logro ver un anuncio frente a nosotros en la pared de vidrio, ¿será eso lo que escribe?

Carraspea, lo que me saca de mis pensamientos - Me llamo Dayanna, y sí, es un verdadero placer - Sonrie, me tiende la mano derecha con una servilleta y asiento sin entender. Toma su bandeja con los residuos y se levanta.

- Yo soy... - Me silencia con su dedo índice en mis labios.

Dios, que sexy, vayaaa...

- No me interesa saber tu nombre - Me guiña un ojo, y sale del cafetín, con una sonrisa de oreja a oreja.

Mientras que yo no entiendo nada de lo que ha pasado hasta que leo lo que dice en la servilleta y para mi sorpresa es su numero telefonico.

¿La llamo ahorita?

Ese se vuelve mi dilema durante me encamino a mi terapia, es hora de hablar seriamente con mi doctor.

-DAYANNA? - Grito, y él sonríe. Las personas giran hacia mi, pero las ignoro. - Dayanna?- Repito nuevamente mas despacio y mas bajo. Ahora es Frank quien atrae la atención con semejante carcajada que da. Le doy un pequeño golpe en el hombro, y sigo tratando de conseguir a la chica, a D-a-y-a-n-n-a.

Recuerdo y río a carcajadas mientras abro la puerta con cuidado encontrándome con un Dr. Harold un tanto enfadado. ¡Oh no!

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2020 ⏰

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