Capitulo XXII

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Escucho a mi espalda, mi nombre. No me giro sigo caminando pero ahora con el paso mucho más acelerado, hasta salir del instituto.

Al salir enciendo un cigarro preparado, uno que hace años no fumaba, uno que ahora necesitaba con todas las ganas del mundo, el único que me daria las fuerzas para no caer, no llorar, no sufrir demás, me volteo y ahí esta él, ha unos paso de mi. 

- ¿Que quieres? - Digo, me llego el cigarro a la boca e inhalo fuertemente mi valor, que se encuentra dentro de esta pequeña varilla, y sonrío ironica.

- ¿Que haces con eso? - Dice molesto, acercándose para quitarme el cigarrillo.

Boto el denso humo es su rostro. Sin ganas de entender nada. Sin ganas de tenerlo cerca, lanzo el cigarrillo al suelo y lo piso, me giro y corro lo mas lejos que puedo, despues de tanto correr y cansada, llego a un parque, tomo asiento.
No aguanto mas, me pongo las manos en la cabeza y la presiono un poco, mientras me estrujo mis ojos con fuerza como si esto me ayudara aliviar la extraña sensación que estoy sintiendo desde lo mas profundo de mi ser. Y es cuando rio, dada a la vibración que estoy sintiendo recorrer todo mi cuerpo, está tan oscuro, y me encuentro tan sola que todo me recuerda una cosa: Mi vida, graficamente mi vida es asi, oscura y sola.

Siento alguien sentarse a mi lado, tal cual la primera vez, a mi lado esta Edward. Lo observo descaradamente esperando a que diga algo, pero no lo hace.

- Ya sales con alguien, ¿no? - Digo sin pensar, sonrío sin ganas y me levanto. 

- No estoy saliendo con nadie - Dice, su mirada es extraña, me mira y frunce el ceño. - Tus ojos - Susurra para si.

Me imagino - Sonrío y me siento en el otro banco que esta frente a él.

- ¿Por que te alejaste? - Dice, hace una pausa - No puedo hablar contigo algo serio, estando tú en ese estado.

- Estando en ese estado - Repito e inhalo el aire - ¡Conóceme! Este "estado" es mi verdadero yo - Suelto de golpe esas palabras y saco otro porro.

- No Dayanna, no fumes más - Lo miro como si no entendiera lo que dice, pero lo guardo nuevamente y saco un cigarro, lo enciendo y comienzo a fumar como si estuviera sola, como si nadie me observara. Inhalo y exhalo el suave humo que entra saludando cada centimetro de mis pulmones, que entra sin pedir permiso pues, soy más de el que mía. 

- No me pidas que no fume, yo ni siquiera te invite a seguirme - Digo y sonrío. - Me tengo que ir.

- Tienes razon, no te vayas.....  ¿Me das un cigarro? - Dice, colocandose de pie frente a mi, y extendiendo su mano, rio.

Le doy un cigarro, él lo enciende y empieza a fumar, no pensé que fumará. Pero lo observo como un tonta, de repente toma lugar a mi lado. "¿Te paso el humo?" - Dice y yo rio, mientras asiento.
En lo que me finge pasarme el humo, me besa y yo me alejo, al escuchar que gritan su nombre tras nosotros. 
No volteo, solo me siento correctamente y lo miro fijamente, trantando de fulminarlo con la mirada pero no funciona, él se levanta y va hacia la chica rubia, supongo. 
Pero cuando volteo logro ver que no es la chica rubia, es otra chica. Me levanto y me encamino hasta donde estan ellos discutiendo.

-Hola - Digo, y la chica me observa, mejor dicho me detalla.

-No tienes nada que hablar aqui, esperame sentada - Dice Edward. Lo miro y rio. 

- ¿Tu quien eres? ¿Su novia numero qué? - Y le sonrio. - Tranquilo, yo me voy de aqui. 

Me alejo con rumbo a mi casa, segun dice mi mente, pero mi cuerpo se encamina a una licoreria. 

Un orgasmo más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora