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Era un nuevo día, el sol se asomaba por la enorme ventana en la habitación de nuestro protagonista, el cuál era golpeado en el rostro por los deslumbrantes rayos de la luz del día, provocando que soltara un perezoso quejido, no quería ni podía ni siquiera abrir los ojos, puesto que ayer estuvo ocupado hasta muy tarde y se sentía muy cansado. Cubrió su rostro con las sábanas, calmando así la intensidad de la luz y esperando volver a dormir. Claro error.

- Príncipe Bonnie, levantese ahora mismo, hoy será un día ocupado, esperemos que sea igual de productivo que el de ayer. Ahora arriba, empezará tomando clases de modales, después de esto tendrá entrenamiento de esgrima ¡Oh, por cierto! Por la noche se le solicita estar presente puesto que iremos a una cena con el reino Aureum, es muy importante.

El menor escuchaba la voz de su mayordomo que al decir sus deberes se volvía extrañamente irritante. Tan solo pudo alzarse y sentarse en la cama, mirando hacia la nada y con una expresión molesta y cansada, sus largos cabellos estaban hechos un desastre.

- ¡Vamos, tiene que arreglar esas pintas antes de su clase! La cuál es exactamente en una hora y cuarto ¡Ánimo, joven! Las sirvientas le ayudarán a escojer su atuendo.

Sin más que decir, el más alto se retiró de la habitación. Pronto, un silencio inundó el lugar, y un largo y fastidiado quejido escapó de Bonnie.

- ¡Maldita sea!

Pateó la sábana, pataleando esta hasta que cayera al suelo y se dispuso a levantarse de la cama, caminando perezosamente a su armario, él podía elegir su atuendo por sí solo.

- ¿Quedó entendido?

Preguntó el profesor de modales, provocando que el menor tan solo emitiera un "mhm" en respuesta, mientras recargaba su rostro en sus manos.

- Siéntese bien, por favor. Muy bien, si quedó claro el tema pasamos a lo siguiente; como usted ya sabrá, tiene una cena importante el día de hoy, entonces tenemos un tema importante que ver, empezamos con...

Él lo sabía, pero no tenía la más mínima idea de lo que se trataba este asunto de la dichosa cena ¿Y por qué habría de interesarle? Nah.

Bonnie decidió que la clase era demasiado aburrida, y no comprendía nada en lo absoluto; además ayer estuvo todo el día en casa ¿Sería buen momento para escaparse? Sí, definitivamente. Buscó con la mirada, analizando cada sitio como un inteligente y escurridizo conejo ¡La ventana, bingo!

- Realizaremos primero la actividad con esta servilleta ¿De acuer...?

La silla estaba vacía.

- Do.

Bonnie se sacudió, pues había caído justo encima de un arbusto de moras azules y se había llenado de tierra, hojas y algunas moras, pero estaba feliz porque había logrado safarse de su clase, y justo ahora se encontraba en el jardín trasero del castillo, el cuál estaba repleto de bellas plantas, árboles, arbustos y flores entre las cuales predominaban las rosas rojas. Sin importarle bastante que alguien pudiera verlo, Bonnie buscó una pequeña puerta, era un pasadizo que su madre había hecho especialmente para él.

Nuestro protagonista salía detenida y cuidadosamente de aquél lugar, hasta que pudo escuchar la voz de su mayordomo llamarle, en ese momento solo pudo correr sin pensarlo dos veces. Corrió y corrió, llegando al pueblo y pasando entre la gente, siempre escondiéndose en algún lugar como callejones o detrás de las casas o tiendas para pasar desapercibido ¡Este chico tiene un increíble don para escapar, además de no ser visto por nadie! Bonnie sintió la adrenalina recorrer cada zona de su cuerpo, la cuál lo movía para hacerlo correr más rápido. El viento besaba sus mejillas y movía su cabello, amaba demasiado esto.

Ꮚ  DREAM  ♥︎  be my eternity  Ꮚ  BxB  ☹︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora