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Había pasado casi una semana desde su segundo encuentro, y ambos estaban actuando de una manera sumamente extraña, cada uno por su parte y de cierta forma en específico, pero era más que evidente que estaban extremadamente ausentes del mundo real.

- Príncipe, repasemos una última vez ese compás ¿Está de acuerdo?

Habló su profesor de música, haciéndolo despertar, pero a Bonnie no le interesaba en lo absoluto, por fortuna Bonnie tenía cierta facilidad para todas las áreas que él llevaba, por lo que nunca se había visto muy afectado; considerando lo que entiende él por muy afectado, claramente. Suspiró y accedió a la orden de su profesor, posicionando sus blanquecinos dedos sobre aquellas suaves teclas del piano de madera, tocando varios acordes y notas que en su partitura aparecían.

- Muy bien, continúe.

Indicó, mientras el de herbes púrpuras aplicaba la fuerza en las teclas correspondientes, entre sostenidos y bemoles, sentía la música recorrer su cuerpo, sin embargo, por más preciosa que fuera la melodía, Bonnie no lograba disfrutarla.

- Perfecto, creo que eso sería todo por hoy. Muchas gracias por asistir y tomar la clase completa, príncipe.

Agradeció el profesor, acomodando sus hojas. Por su parte, el de ojos rubíes se levantó de su asiento y se encaminó hacia fuera del salón, caminando por los pasillos en busca de cierta habitación que contenía una ventana, la cuál daba vista al precioso jardín repleto de rosas que se encontraba a las espaldas del castillo.

- Hijo.

Escuchó una femenina voz detrás de él, provocando que diera un pequeño salto, sin embargo, pronto identificó la voz supo así que se trataba de su progenitora, por lo que se volteó hacia ella con tranquilidad, encontrarse con aquella mujer que le había dado la vida mirándole con curiosidad.

- Te he notado diferente estos últimos días ¿Está todo en orden? ¿A dónde ibas?

Bonnie bajó la mirada pensativo, su madre tenía razón, aunque él no se estuvo dando cuenta, estos últimos días había estado muy... ¿Raramente obediente? Pero no porque él así lo quisiera, si no que se la pasaba al pendiente de si un chico de piel morena se dignara a venir.

- Estoy bien, mamá. Iba a... Bueno, no lo sé ¿A ver el jardín? supongo.
- ¿Y eso?

Su madre suspiró, buscando las palabras correctas para conversar tranquilamente con su niño.

- Tu padre dice que discutieron ¿Es por eso que estás así?

Bonnie le miró extrañado. Trató de responder mas él detestaba ocultarle cosas a su madre, además que era muy malo mintiéndole.

- ¿Ah? Sí, bueno... ¿No? No sé.

Su madre le miró con una ceja arqueada, algo estaba pasando y ella no estaba enterada. Bonnie suspiró rendido.

- Hijo, algo me estás ocultando, puedes decírmelo, sabes que sea lo que sea conmigo no hay problema.

No es que a Bonnie le preocupara la reacción de su madre o algo que ella pudiese hacer, para nada, solo le daba mucha vergüenza comentarle a su madre respecto a su nuevo amigo y no sabía precisamente el porqué.

- Bueno, hace unos días conocí a...

La reina Eva le prestó total atención, formando una sonrisa curiosa.

- Un chico, su nombre es...
- ¿Estás enamorado?

El más joven se sorprendió y sintió sus mejillas encenderse como una fogata en medio del bosque, no se esperaba aquella reacción por parte de su madre.

Ꮚ  DREAM  ♥︎  be my eternity  Ꮚ  BxB  ☹︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora