12

276 17 0
                                    

El Juez saludó a los demás y, tras unos momentos de conversación, Erick le hizo un gesto para que comenzara.

Al menos para ____(tn), aquello resultaba de lo más extraño. El resto se comportaba como si acudiera a diario a esa clase de ceremonias. Erick y ella se colocaron frente al Juez, flanqueado cada uno por una pareja.

Un nudo se le formó en la garganta al oír a Erick prometerle amor y honra el resto de sus días, hasta que la muerte los separara. De repente fue consciente de que deseaba que él la amara. ¿Por qué? ¿Significaba eso que ella lo amaba a él? No, no era así. No podía. No sabía amar a nadie, más de lo que sabía ser amada. Pero eso no le impidió sentir un anhelo en su interior.

Concluida la ceremonia, Erick la besó furtivamente en los labios y se hizo a un lado para recibir las felicitaciones, no demasiado efusivas, de sus hermanos.

Jonathan insistió en invitarles a todos a comer, y una limusina condujo a las tres parejas al centro de la ciudad, a un lujoso restaurante famoso por sus mariscos.

____(tn) tenía hambre, pero la idea de estar casada atemperó ligeramente su apetito. Picoteó del plato una y otra vez hasta llamar la atención de Erick.

Él le tomó la mano, y la alianza que le había puesto unas horas antes brilló bajo la tenue luz junto al anillo de diamantes de pedida.

—¿Lista para volver a casa? —susurró él—. Puedo deshacerme de ellos en cuanto quieras.

—Es tu familia —protestó ella—. No tengo intención de acortar su visita.

—Eres muy considerada, yineka mou —él rió—, pero nos vemos a menudo, y si hay un día en que tengo pleno derecho a deshacerme de ellos, ése es sin duda el día de mi boda. Lo comprenderán, no hace mucho que celebraron sus propias noches de boda.

Ella se quedó helada a medida que la verdad se hacía patente. No podía estar pensando en... ¿o sí? Había estado presente cuando el médico había dicho que no había motivo por el cual no pudieran hacer el amor, pero ella había dado por hecho que Erick había comprendido que el médico pensaba que su relación era normal. ¿Acaso deseaba hacerle el amor? ¿Pretendía consumar el matrimonio?

Erick le acarició el dorso de la mano mientras se volvía a los demás y les explicaba que ____(tn) y él estaban listos para marcharse.

Se sucedieron abrazos, besos y despedidas. Erick abrazó a sus cuñadas y fue correspondido por un evidente afecto.

A continuación se marcharon. Erick había cedido la limusina a los invitados y llamó a un coche para que fuera a recogerles. El trayecto a la casa fue silencioso y, al fin, incapaz de soportar más tiempo la tensión, ____(tn) se volvió hacia su marido y se encontró con la negra mirada fija en ella.

—¿Qué te preocupa, yineka mou?

—¿En serio esperas una noche de bodas? —balbuceó ella.

Unos dientes blancos brillaron en la penumbra del coche. Una sonrisa claramente depredadora.

—Por supuesto. Ahora eres mi esposa. Lo normal tras una boda es una noche de bodas, ¿no?

—Es que... no estaba segura. Quiero decir que esto no es un matrimonio de verdad y no pensé que quisieras tener nada que ver conmigo.

—Al contrario. Mi intención es que sea un matrimonio de lo más real —dijo él con dulzura—. Del mismo modo que pretendo que esta noche, y todas las demás noches, duermas en mi cama.

único que tenía que hacer era decir «no». Jamás la forzaría. ____(tn) bajó del coche, ayudada por Erick, que le tomó de la mano. El aire frío de la noche le provocó un escalofrío e, inconscientemente, se arrimó más a él buscando su calor.

Aventura Secreta Erick Brian ColonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora