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Se dio la vuelta y se dirigió hacia la casa. En cuanto entró empezó a lanzar órdenes a gritos. Al principio fue recibido por una fría resistencia, hasta que los empleados fueron conscientes de lo que se proponía. Entonces estalló un torbellino de actividad mientras todos se afanaban en proporcionarle lo que deseaba.

—Llamé a un coche para que la llevara a la ciudad —dijo una de las doncellas.

Localizado el conductor, éste admitió haberla llevado al pequeño aeropuerto.

Frustrado, Erick acudió al aeropuerto para interrogar al vendedor de pasajes, pero ni siquiera el apellido Colon fue capaz de proporcionarle los resultados deseados. Nadie quiso decirle si ____(tn) había tomado un vuelo, ni adónde.

Kirk.

Por supuesto. Cada vez que había necesitado un lugar en el que alojarse, había vuelto a casa de Kirk. Ella parecía confiar en ese tipo, y entre los dos se notaba que había un sincero afecto.

Consideró su aspecto con repulsión. No iría a ningún lugar con esa pinta. Lo más seguro era que lo detuvieran por vagabundeo.

Caminó de vuelta a la casa, telefoneó a su piloto y le dio instrucciones para que preparara el jet privado para despegar en una hora.

Iba a encontrar a ____(tn) y llevarla de vuelta, a ella y a su hija, al lugar al que pertenecían. A casa.

Erick llamó al apartamento de San Francisco. Pero no fue ____(tn) quien abrió, sino Kirk.

—¿Está ____(tn) aquí? —preguntó Erick secamente.

—¿Y por qué debería estar aquí? —Kirk entornó los ojos—. ¿Por qué no está contigo?

—¿Tienes idea de adónde podría haber ido? —Erick cerró los ojos. Le fastidiaba tener que pedirle ayuda a ese hombre, pero, para encontrar a ____(tn), estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.

—Será mejor que entres y me cuentes qué está pasando —dijo Kirk.

—Le dije cosas horribles —admitió Erick —. Estaba enfadado y la tomé con ella.

—¿Sobre qué?

Consciente de que necesitaba la ayuda de ese hombre, Erick le contó toda la historia, de principio a fin. A lo mejor si conseguía parecer lo bastante compungido, Kirk no pensaría que era un bastardo y le diría lo que supiera sobre ____(tn).

—Eres un idiota de primera clase, ¿a que sí? ____(tn) jamás mentiría sobre algo así. ¿Nunca te habló de su infancia? Imagino que no, de lo contrario no hubieras reaccionado así contra ella.

—¿De qué hablas?

—Desde la muerte de sus padres, siendo ella apenas un bebé —Kirk hizo una mueca de disgusto—, ____(tn) pasó de una familia de acogida a otra. Las primeras fueron temporales, hasta encontrarle un hogar permanente. La primera familia era una auténtica joya. El hijo mayor intentó abusar de ella. Se lo contó a la asistenta social quien, afortunadamente, la creyó. De modo que la llevaron a otra casa, junto con otra niña de su misma edad. Lo que no sabía era que la familia no tenía intención de quedarse con ambas. Aceptaron dos para poder elegir. Y ella no fue la elegida. De modo que perdió una familia en la que había llegado a confiar, y una hermana a la que amaba.

—Theos —masculló Erick entre dientes.

—Las cosas parecieron mejorar cuando una pareja que no podía tener hijos decidió adoptar a ____(tn). La adopción estaba prácticamente formalizada cuando la madre descubrió que estaba embarazada. No podían permitirse tener más de un hijo y ya podrás imaginarte a cuál eligieron.

Una vez más, ____(tn) fue rechazada.

Erick cerró los ojos. Él también la había rechazado, junto con su bebé.

—Después de aquello, dejó de creer en los finales felices. Creció muy deprisa. Pasó por diversos estamentos del estado hasta ser lo bastante mayor para valerse por sí misma. Desde entonces no ha parado de moverse de un lugar a otro, sin establecerse en un lugar, sin establecer lazos con nadie. Sin tener un hogar. Sencillamente no se cree merecedora de uno.

—Si se pone en contacto contigo — Erick le devolvió la mirada con el estómago encogido—, ¿me lo harás saber? Está embarazada y sola. Debo encontrarla para arreglar las cosas.

Kirk lo contempló largo rato antes de asentir y aceptar la tarjeta que Erick le tendía.

—Llámame a cualquier hora. No importa.

—¿Adónde irás ahora? —Kirk acompañó a Erick hasta la puerta.

—Voy a Nueva York a ver a mis hermanos. Algo que debía haber hecho ya.

Aventura Secreta Erick Brian ColonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora