Erick se hundió en la silla tras su escritorio y contempló con tristeza el montón de cartas. Jamás se había relajado tanto en cuestiones de trabajo. __________ (tn) era la culpable de su falta de atención. Los correos electrónicos se contaban por cientos, su buzón de voz estaba saturado y llevaba días sin abrir ninguna carta. Sus hermanos lo iban a mandar al infierno, pero también se alegrarían de saber que el trabajo ya no era el único sentido de su vida.
Suspiró y encendió el ordenador para echar un vistazo a los mensajes acumulados. Después descolgó el teléfono para escuchar los mensajes del buzón de voz. La mayoría era informes rutinarios. Unos cuantos eran mensajes de pánico de algún gerente de sus hoteles, y uno le ofrecía comprar el nuevo hotel de Río de Janeiro. El último mensaje le hizo sonreír: no muchas empresas podían permitirse comprar un hotel Colon. No reparaban en gastos.
En cuanto hubo terminado con el buzón de voz, telefoneó a Jonathan. Quería preguntar por Marley y saber qué había pasado con la identificación de los secuestradores. Al no recibir respuesta, llamó a Jack. Tras hablar durante varios minutos sobre negocios, Jack le puso al día sobre Jonathan y Marley.
Mientras conversaban, repasó distraídamente las cartas amontonadas sobre el escritorio. Al descubrir una que llevaba el remite de un laboratorio, se quedó helado.
— Luego te llamo, Jack. Dale un beso a Bella de mi parte.
Tras colgar, contempló fijamente el sobre. Una sonrisa se formó en sus labios mientras jugueteaba con la carta. Ahí estaba la prueba de su paternidad. Negro sobre blanco, la prueba irrefutable de que era el padre. La última vez había resultado al revés y había perdido todo aquello que más le importaba en el mundo. En esa ocasión... en esa ocasión sería perfecto. Tenía una hija en camino. Su hija.
«Mía».
Dejó el sobre a un lado. No había necesidad de abrirlo. Ya sabía qué ponía. Su confianza en ____________ (tn) le sorprendió, pero tuvo que admitirlo: confiaba en que ella no lo traicionaría.
Tras repasar algunas otras cartas, volvió a concentrarse en el sobre. Lo abriría para deleitarse con la sensación. Luego iría en busca de _________ (tn) para hacerle el amor apasionadamente. La idea hizo que su cuerpo se tensara de necesidad. Tenía ganas de celebrarlo. A lo mejor llevaría a ___________ (tn) de viaje a París. A ella le encantaba viajar y el médico le había dado el alta definitiva de la operación. Para estar tranquilos, le pediría cita para una revisión y una ecografía. Después se marcharían en el jet privado. Podrían hacer el amor en París y luego, quizás, continuar viaje hacia Venecia. Podrían disfrutar de la luna de miel que no habían tenido al casarse.
Sin dejar de sonreír, dudó un instante y abrió la carta. Tras repasar rápidamente los saludos de rigor y los agradecimientos por elegir ese laboratorio, llegó al final, donde se reflejaban los resultados.
Y se quedó de piedra
Lo leyó una y otra vez, seguro de no haber comprendido bien. Pero no, no había ninguna duda.
No era el padre.
La furia inundó sus venas, inflamándolo hasta que estuvo a punto de explotar. Otra vez. Le había vuelto a ocurrir. Pero aquella vez era distinto. Muy distinto. ¿Qué había pretendido _____ (tn)? ¿Quería, como Johanna, que estableciera algún lazo afectivo con el bebé antes de marcharse? ¿Utilizaría al bebé como moneda de cambio? ¿Sería Kirk el padre o había algún otro hombre más en su vida? ¿Más mayor y maduro? Tenía ganas de golpearse a sí mismo ante su estupidez. Había estado convencido de que jamás volverían a engañarlo como en el pasado, pero ¿acaso había hecho algo para evitarlo?
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Aventura Secreta Erick Brian Colon
FanfictionEsta novelas es adaptada todos los derechos a su autor