POV. Omnisciente.
Después de la tormenta viene la calma, y que mejor que iniciar de nuevo, quitar las malas experiencias y disfrutar del momento, dejarte llevar por lo que sientes, las cosas malas pueden esperar, siempre habrá cosas malas en la vida pero tú decides como será el después.
Por otro lado, los días habían pasado rápido, Lexa se dedicaba a hacer ejercicio cada día para distraerse mientras por las tardes hacia la tarea que le mandaba Clarke por Whatsapp, no se habían vuelto a ver, no era necesario se mandaban mensajes a toda hora del día, y Lexa le marcaba cuando no entendía algo de la tarea, o eso era lo que decía para llamar a la rubia, está última había decidido no ir a su casa una vez más para entregar los trabajos ya que quería darle su tiempo, a pesar de que habían quedado en buenos términos y que las cosas estaban bien entre ambas, volviendo a como era antes de entrar a la universidad y los problemas, ella quería darle su espacio, su tiempo para sanar, por lo que mantenía una distancia prudente, por no decir mínima, no quería cometer el mismo error dos veces de alejarse de la persona que le hace bien a su vida.
Un viernes por la mañana se encontraban muchos estudiantes prestando atención a sus clases matutinas, todos y cada uno a excepción de uno, que no dejaba de mover la pierna de arriba abajo una y otra vez, haciendo garabatos en sus hojas de trabajo, haciendo que su compañera de a lado estuviera pensando seriamente en golpearla hasta encontrar el botón de apagado y dejara de moverse.
-joder Lex si sigues moviendo tu pierna así tomaré en práctica las clases de anatomía y te cortaré las piernas hasta que no tengas que mover- dijo una malhumorada Clarke que ya se había cansado de la distracción que le proporcionaba la morena.
-perdon Clarke lo hago de manera inconciente- dijo esto y dejo de moverse por unos cuantos segundos, hasta que encontró otra distracción más ruidosa, presionar una y otra vez el botón del bolígrafo.
-enserio no encontraste algo menos estresante y molesto que hacer- dijo Octavia que se encontraba un lugar atrás de ellas, esas clases las compartían, le agradaba enserio pasar tiempo con Lexa pero tenerla casi una hora jugando con todo a su paso se le estaba haciendo un infierno de soportar.
Los minutos pasaron y los sonidos molestos que hacía la morena ya habían acabado con la paciencia de Clarke. -ya tuve suficiente de esto- se dijo para si misma y decidió tomar acción en quitarle todo con lo que pudiera distraerse su compañera dejándola sin nada, pero aún así con la nada le era suficiente para hacer molestos ruidos, pasaron apenas diez segundos y Lexa empezó a golpear uno a uno de sus dedos en la mesa de trabajo.
-suficiente ya acabaste con mi paciencia- la rubia tomo las manos de Lexa que para nada fue amable y las dejo prisioneras en la bolsa de la hoody de la morena, -las sacas de ahí para hacer otro ruido con ellas y te las corto entendiste- la apunto con un dedo y una mirada asesina, haciendo que asintiera con la cabeza lentamente, -ahora me puedes decir que pasa contigo, tu eres la primera en decir que te deje trabajar en clases y ahora eres tú la que está jodiendo a medio salón de clases con tus molestos ruidos-
-perdon Clarke, estoy un poco preocupada es todo, por favor no me cortes ninguna extremidad las necesito para cumplir el castigo del coach- faltar casi una semana a los entrenamientos tienen sus consecuencias y más si fue por crear una pelea con el ex capitán del equipo.
-que es lo que te preocupa morena enfadosa?- iba hablar Clarke pero la interrumpio Octavia que dejo de lado sus labores para escuchar la conversación de las chicas.
-lo que pasa es que hoy es el cumpleaños de Luna- ambas chicas asintieron con cara de duda.
-y que tiene de malo? A caso no compraste un regalo?- volvió a interrumpir Octavia que se ganó una mirada de odio de parte Lexa por estár interrumpiendo, -bien continua, hablas muy lento-
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Mi Más Grande Aventura (Clexa G!P)
FanfictionCómo tu vida puede tomar una giro tan drástico en un solo momento, como dos personas parcialmente rotas pueden encajar a la perfección reconstruyendo lo que un día estuvo roto dentro de ellas, está es la historia de Lexa que un día simplemente se le...