Capítulo 15: Un plan B

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Las chicas fueron hacia la cabaña de Johnny, Joshua y Andy, para reunirse con ellos. No se veían desde la noche anterior, así que se echaban mucho de menos.

Ellos estaban jugando al videojuego que programaba Andy, riéndose y halagándole al chico diciéndole que era un gran programador. Era un juego que a ellos les gustaba mucho, porque se parecía al Call of Duty. Andy ya casi lo tenía terminado y se podía jugar.

-Hola, ¿podemos pasar? -preguntó Daniela, llamando a la puerta.

-Sí, claro, entrad -respondió Joshua.

-Ya teníamos ganas de estar con vosotros... -comentó Marina.

-Nosotros también -contestó Johnny -¿qué habéis estado haciendo esta mañana?

-Pues hemos estado dando un paseo -empezó a decir Marina- pero nos hemos encontrado con...

-¿Con Palma, verdad? -continuó Andy.

-Nos tememos que sí -explicó Daniela- iba con una chica llamada Nieves. Suponemos que era su amiga. No ha sido nada agradable el encuentro, nos ha preguntado si queríamos ir con ellas a darnos un baño en el lago, en principio Marina le dijo que no, pero después nos sugirió quedar después del almuerzo... y no he rechazado su invitación para evitar conflictos...

Daniela suspiró, y le dijo a Andy lo mismo que a sus amigas.

-Lo siento -se disculpó -No era con la intención de haceros daño.

-Eso ya lo sabemos -dijeron sus amigos.

-No sé qué hacer ahora... al final por intentar evitar líos he creado otro aún peor, ahora Palma nos estará esperando para que vayamos con ella.

-Olvídate de ella y de lo que ha pasado, Dani -le dijo Marina- ahora estás con nosotros.

Daniela sonrió a Marina y le dio un abrazo. Los muchachos dejaron de hablar del tema y siguieron jugando al juego de Andy, pasándoselo genial y hablando de este.
Poco después, les entró hambre, y se fueron a comer. ¡Eran ya las 14:30! En el restaurante del camping les sirvieron espaguetis, y se los comieron con mucho gusto.

Pero cuando llegaron las 16:00 llamó a la puerta de la cabaña alguien. Los muchachos pasaron completamente, ya que no querían ver a Palma ni a Abraham, ni tampoco a Nieves.

La portazos sonaron, y volvieron a sonar, hasta que se escuchó una voz familiar:

-¿Holaaa?

Era Abraham. Marina, Johnny, Andy y Daniela suspiraron, y siguieron con lo que estaban haciendo: jugar al juego de Andy.

Abraham seguía molestando y llamando a la puerta una y otra vez, hasta que se cansó y entró en la cabaña junto con Palma y con Nieves. Los tres chicos tenían una expresión de enfado en sus rostros.

-Pero madre mía... ¡qué impuntuales sois, de verdad! Pensaba que os ibais a ir al lago con nosotros -exclamó Palma, furiosa.

-Se nos ha olvidado -respondió Daniela.

-Eso suena a falsedad -dijo Abraham.

-¡Falsedad la tuya, que nos has dejado de lado! ¡Eres un traicionero! -gritó Andy.

-Andy, por favor, cálmate -intervino Bella.

Palma y Abraham fruncieron aún más el ceño. A Palma se le apoderó tanto el enfado que rodeó a Daniela del cuello y le dijo:

-¡Tú te vienes con nosotros!

-¿Qué demonios haces? -gritó Marina -¡Suelta a mi amiga ahora mismo!

LOS NUEVE Y EL ENIGMA DEL LAGO DE GADES [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora