LOS NUEVE Y EL ENIGMA DEL LAGO DE GADES [Terminada]

Capítulo 18: ...La clave del encuentro

Los muchachos salieron de su cabaña y se fueron para la de Palma, para encontrar de una vez el PIN que los llevaría a la zona secreta.
Cuando llegaron, intentaron abrir la puerta, pero vieron que estaba cerrada con llaves...

-Chicos, no podemos entrar por la puerta. Alguien tiene que colarse por la ventana -dijo Andy.

-Conmigo no cuentes -respondió Johnny.

-Mmmm, pues precisamente estaba pensando en ti... -dijo Andy, riéndose.

-Hermano, ¿pretendes que me ponga a trepar y a saltar como un mono? -preguntó Johnny, a regañadientes.

-Sí... ¡vamos, Johnny, tú lo puedes hacer mejor que nadie! -lo animó su amigo.

-Bueno, está bien... -dijo Johnny con un suspiro, resignándose.

El chico abrió la ventana y trepó por ella como si fuese un primate. Luego, entró dentro de la cabaña de un salto.

-Dios... es tan sexy cuando trepa y salta... ayy -le comentó Marina a Sara, con un suspiro de chica adolescente enamorada.

Sara se echó a reír, y Andy, que también estaba a su lado, también se reía a carcajadas, hasta que al fin Sara dijo:

-Bueno, vamos a asomarnos a la ventana, a ver qué hace y qué encuentra.

-Vale -contestó Marina.

Marina y Andy le hicieron caso a Sara, y se acercaron a la ventana a observar lo que estaba haciendo su amigo. Los demás, sin embargo (Joshua, Felipe y Bella) estaban a un lado charlando y esperando a ver qué decían los otros dos, ya que no querían amontonarse alrededor de la ventana;
No verían a Johnny bien, y su amigo podría sentirse incómodo entre tantas miradas atentas.

El chico encendió la luz, ya que estaba todo muy oscuro, y estuvo durante un buen rato ojeando todo lo que había allí.
En la cama de Palma había un montón de peluches. Johnny supuso que eran de la infancia de la chica. Al lado de la cama, se encontraba una mesita de noche, donde Palma tenía en ella una lamparita rosa, auriculares, pañuelos, un estuche escolar y una libreta con dibujos.

Johnny le echó un vistazo a la libreta de dibujos, y vio que Palma hacía muchas obras estilo manga japonés. Se veía que le gustaban los animales, ya que dibujaba perros, gatos, conejos, peces, aves, caballos... pero también delineaba personas, sobre todo mujeres que parecían salvajes y espirituales, como seres mitológicos: ángeles, demonios, princesas, diosas, hadas, sirenas...

Esto último le sorprendió bastante a Johnny, pero él no quiso perder mucho tiempo en seguir ojeando sus dibujos, y siguió investigando.

Miró en los cajones, a ver si encontraba algo interesante, y halló un diario secreto.
Johnny se acercó a Marina y a Andy, y les susurró:

-Chicos, he encontrado el diario secreto de Palma. Sé que no es ético hacer esto, pero no queda más remedio, seguro que ahí está el código.

-Perfecto, Johnny, ya nos dices -respondieron sus dos amigos en voz muy baja.