LOS NUEVE Y EL ENIGMA DEL LAGO DE GADES [Terminada]

Capítulo 4: ¡Ya estamos de vacaciones!

Bueno, pues por fin llegó el gran día. Marina y Johnny eran los que más ilusionados estaban, aunque el resto también, evidentemente. Los cinco desayunaron, se vistieron, cogieron sus maletas y se fueron para el aeropuerto.

Como Sara, Joshua y Johnny no podían ir por su cuenta al aeropuerto, por un lado los padres de Marina recogieron con el coche a Sara y a Joshua en sus casas, y los padres de Andy, a Johnny. Y así fueron ambos coches para allá.

Una vez llegaron allí, los padres de Marina decidieron acompañar a ella y a sus amigos mientras iban en el avión todos juntos (a la vuelta también harían lo mismo, ya que los padres de Marina también habían reservado un hotel allí para pasar ellos las vacaciones), y una vez que llegaran a Baleares, los dejarían solos. Mientras esperaban al avión, los padres de Marina se pusieron a ver Facebook. Mientras tanto, los muchachos estuvieron hablando de sus temas.

-Chicos, tengo unas ganas enormes de que vengáis a mi casa para enseñaros el videojuego tan chulo que estoy programando. ¡Vais a flipar! -exclamó Andy.

-¿Ah, sí? ¿De qué va? ¿Y cómo se llama? Seguro que me encantará -preguntó Marina.

-Aún no lo tengo muy claro, pero es muy parecido al Call of Duty -respondió Andy -Va sobre armas y cosas similares.

-¡Qué chulada! Estoy deseando probarlo cuando lo termines, soy muy afortunado de tener a un súper programador como mejor amigo -comentó Johnny.

Andy le sonrió y le guiñó un ojo. Le gustaba mucho que le dijeran lo bien que hacía su trabajo.

-Amigos, siento interrumpiros, pero el avión ya está aquí -dijo Sara.

-¡Ups, es verdad, chicos! ¡Vámonos! -exclamó Marina.

Los chicos y los padres de Marina facturaron el equipaje y se fueron súper contentos hacia el avión, y empezaron a decidir los asientos.

Joshua vio en segunda fila asientos de tres, y decidió sentarse ahí junto con Sara y Marina, y en los dos asientos de dos que había justo delante, se colocaron Andy y Johnny, y en el otro, los padres de Marina.

¡Decir que los chicos estaban inquietos es poco!

El viaje duró poquísimo, solamente una hora y media. En el despegue todos estaban muy nerviosos, especialmente Marina, que tenía un poco de miedo a los aviones. Pero finalmente le cogieron el tranquillo: ella no paraba de mirar las nubes mientras escuchaba vídeos relajantes, Joshua y Johnny se pusieron a escuchar música, Sara a dibujar y Andy a seguir programando el videojuego en su portátil. Joshua se quedó dormido y lo tuvieron que despertar cuando aterrizaron. Incluso del sueño que tenía se bajó del avión sin su bolso. Los chicos pusieron cara de paciencia y lo acompañaron a recogerlo. Y cuando por fin bajaron del avión con sus maletas, Marina se despidió de sus padres y se puso a observar más detenidamente el paisaje de allí con sus amigos. No podían creer lo que sus ojos veían... ¡Era un paisaje simplemente MARAVILLOSO!

-Oh, dios mío... necesito hacer una foto a esta maravilla paradisíaca antes de seguir con mi vida -dijo Andy, que aparte de programador era un excelente fotógrafo.

-¡Pero qué foto tan bonita, Andy! Mándamela por WhatsApp, ¿vale? -exclamó Marina.

-Ahora mismo -respondió Andy, y después se la envió. Marina le dio las gracias.

-Yo prefiero dibujarla, en cuanto tenga un poco de tiempo -añadió Sara.

-Bueno, vale. Para gustos colores -añadió Johnny.

-Chicos, el taxi ya está aquí, vamos a subirnos. Ya tendremos tiempo de ver las vistas en otro momento -anunció Joshua.

-Vale, allá vamos -dijeron al unísono sus amigos.