The Devil Wears White

Capítulo 17: Mantén la compostura

Habían pasado tres días desde que los hermanos y otros niños de la instalación habían sido llevados al barco pirata. Para entonces, como prometieron los piratas, la mayoría de los niños habían sido llevados al pueblo de la isla y enviados a casa. Solo había tres niños más aquí, a los que Sabo y Luffy reconocieron como niños que habían estado en las instalaciones durante casi dos semanas completas. Estaban recibiendo los controles finales de sus enfermeras, y se estaban preparando para partir ese día.

Nadie habló sobre la instalación con nadie, ni siquiera con los niños que habían estado allí durante unos días. Era como un acuerdo tácito de que, sin importar qué, no iban a decir una palabra al respecto. Sin embargo, debido a esto, los piratas solo se volvieron más curiosos, queriendo saber qué pasaba con el lugar en el que habían estado cautivos.

Las enfermeras y sus visitantes ocasionales, es decir, Thatch y Marco, notaron que todos ellos, todos los de la instalación, tenían miedos comunes. Cada vez que alguno de ellos veía una aguja, se asustaba y trataba de alejarse lo más posible. Todo el mundo también tenía miedo de las enfermeras en general, por lo que las enfermeras habían hecho todo lo posible por no quedarse inmóviles o permanecer demasiado cerca durante demasiado tiempo.

Sabo y Luffy observaron casi con celos mientras los últimos niños se iban y se iban a sus casas con sonrisas en sus rostros. A los dos hermanos no se les había permitido levantarse de la cama por mucho tiempo, su desnutrición era mucho peor que la de los otros niños, por lo que estaban más que un poco inquietos por estar en la cama tanto tiempo.

No solo eso, sino que los olores de la enfermería ponían cada día más nerviosos a Luffy y Sabo. Nunca se fue y Luffy incluso estaba teniendo dolores de cabeza debido a su sentido del olfato. La sensación de estar atrapado en la habitación tampoco ayudó y, en general, los hermanos se estaban llenando de ansiedad y desesperación por salir.

Ace todavía estaba durmiendo y los hermanos realmente no querían dejarlo solo, no en una habitación llena de enfermeras que podían hacer quién sabía qué con él, pero Marco había dicho que su Capitán querría hablar con ellos pronto. Si ese fuera el caso, probablemente tendrían que salir pronto de la habitación, tanto algo bueno como malo.

"¡Hora de comer!" Thatch llamó felizmente, entrando en la habitación con una fuente en las manos. Ahora que eran solo los tres hermanos que Thatch no necesitaba traer el carro rodante por lo que Sabo y Luffy estaban agradecidos, el sonido solo traía malos recuerdos.

Una de las cosas buenas de estar en el barco pirata era que tenían tres comidas completas al día que realmente sabían y parecían buena comida. Habían estado comiendo alimentos ligeros, caldos, avena, arroz, etc. Whisky dijo que pronto podrían comer alimentos más pesados ​​y que sus estómagos se adaptarían bien a la comida. Les dieron porciones normales, lo que Sabo se dio cuenta de que tenía sentido, pero Luffy necesitaba comer mucho más que eso en un día, así que había estado compartiendo su comida con él. Ambos no querían preguntar demasiado a los piratas, temiendo que la pregunta o solicitud equivocada los volviera en contra de los piratas.

"¡Delicioso!" Dijo Luffy, lamiendo sus labios mientras le entregaban un plato con algunas cosas diferentes. Había arroz, puré de manzana y yogur con plátanos. Incluso había un sándwich, que no habían comido antes. Luffy comenzó a cavar, Sabo también, aunque a un ritmo mucho más lento.

Thatch era fácil de abrir, aunque Sabo todavía estaba muy protegido cerca del hombre a pesar de esto, era un pirata después de todo, y los hermanos se sentían mucho más cómodos con él. Eso no quería decir que en el segundo en que hiciera algo que no les gustaba, no se volverían contra él. Prácticamente estaban esperando que uno de los piratas mostrara su lado oscuro, la maldad que estaban convencidos de que todos tenían.