The Devil Wears White

Capítulo 95: Las secuelas

Otras dos semanas pasaron lentamente en el Moby mientras navegaban por aguas relativamente tranquilas. Se había difundido la noticia de que, una vez más, un grupo de niños había escapado de una instalación mental, todo ello orquestado por Ace, Sabo y Luffy, lo que provocó un aumento en sus recompensas. No fue una sorpresa para nadie que eso fuera lo que se les ocurrió a los marines para salvar la cara, pero no significaba que no fuera molesto ver las descaradas mentiras y encubrimientos.

Como estaba previsto antes, habían salvado a los niños, el Moby se dirigía a otra isla, que tampoco estaba bajo su protección. Habían golpeado algunas aguas rocosas y el clima no había sido particularmente agradable, lo que los hizo retroceder, pero ahora estaban casi allí.

A pesar del mal tiempo y los retrasos, Luffy nunca había estado más feliz. La fruta del diablo finalmente se había ido, y con ella, toda la oscuridad que había irradiado, sofocando al Moby. El barco era más ligero ahora, e incluso si hacía mal tiempo, Luffy sentía que era más ligero.

Ahora, el clima se despejó, las aguas estaban en calma y la isla más nueva estaba en la distancia.

Se estaba preparando el acoplamiento y Luffy sabía que debería estar ayudando, Ace y Sabo lo estaban después de todo, pero estaba demasiado emocionado. Cada nueva isla, cada nueva aventura, era tan emocionante como la anterior. Nunca envejecería para él, así que en lugar de ayudar como debería, se sentó en la barandilla, con las piernas colgando del costado del Moby mientras sonreía de oreja a oreja y se agarraba a la barandilla con ambas manos para mantenerse estable.

"Oi, Luffy, ven y ayuda." Ace llamó, poniendo los ojos en blanco mientras lo hacía. Luffy se volvió para mirar a su hermano, todavía sonriendo, y se rió.

"¡En un minuto!" Volvió a llamar, queriendo observar la isla un momento más. Detrás de él, Ace gruñó y Sabo le dijo que ya debería esperar esto, pero Luffy los ignoró a ambos, tomando el sol, la felicidad, la luz.

Le tomó otros cinco minutos, por lo que Ace seguramente lo regañaría, pero finalmente se bajó de la barandilla y ayudó a prepararse. Barbablanca irradiaba su calidez habitual mientras los vigilaba a todos, y eso era casi tan bueno como sentarse en la barandilla para Luffy mientras caminaba junto al Capitán. Finalmente, la oscuridad desapareció del Moby, tanto la fruta como el Teach, y todo lo que quedó fue la calidez, el amor, la felicidad.

Se rió para sí mismo mientras seguía trabajando.

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"Luffy ha estado de buen humor últimamente, ¿eh?" Preguntó Sabo mientras él y Ace caminaban tranquilamente por el pequeño pueblo de la isla. Era una de las siete aldeas de la isla mediana, cada aldea más grande que la anterior. Estaban en la más pequeña de las aldeas, decidiendo qué sería lo mejor para que no hubiera demasiada gente asustada.

"Tienes razón. Ha estado sonriendo todo el día. En realidad, toda la semana. Incluso durante esa tormenta". Ace dijo con un suspiro, aunque estaba sonriendo.

"Probablemente tenga que ver con la desaparición de la fruta del diablo. No hay más oscuridad alrededor". Sugirió Sabo. Ace asintió a su lado, los dos se quedaron en silencio mientras caminaban.

La división de ases había sido enviada para hacer la reposición esta vez. Todavía tenían muchos suministros de la última isla, por lo que solo se necesitaba una división para obtener suministros, y según la rotación, la división de Ases fue la siguiente en hacer la reposición de existencias de un solo hombre. Por supuesto, con la liberación de la instalación, necesitaban más alimentos y suministros médicos, pero no era algo que no pudieran manejar por sí mismos.